En el año 2015 surgió el proyecto de JUGOTEKA. Una iniciativa que surge como una combinación de varias necesidades. Por un lado, la de fomentar y generar espacios lúdicos que favoreciesen la convivencia intergeneracional e intercultural. Así como el interés por poner en valor el espacio público y la calle, como lugar dónde tejer relaciones sociales y fomentar la convivencia.
“Apostábamos por aprovechar el juego en todas sus dimensiones como herramienta de aprendizaje y desarrollo, además de la evidente faceta lúdica y de entretenimiento que tiene. Al mismo tiempo, veíamos que el uso de madera reciclada era una buena forma de alimentar la creatividad, sobre todo de los más jóvenes, dando a conocer también otras formas de socialización, más allá de las que ofrece el juego virtual”, explica José Gutiérrez, uno de los fundadores de Jugoteka.
La idea de apostar por la madera para la construcción de estos juegos tradicionales es bastante clara. “La madera es un material muy versátil y relativamente fácil de trabajar, una cualidad ideal cuando pensamos en diseñar juegos. Además, el hecho de que uno de los impulsores del proyecto supiese trabajar con el material, facilitaba mucho las cosas. Al mismo tiempo, la preocupación por la cantidad de residuos que se generan en las ciudades, contribuyó a que, dónde otros solo ven desperdicios, nosotros viésemos recursos útiles”, explica.
Cabe recordar que en la ciudad donde surgió la iniciativa, Gijón, se generan alrededor de 3.000 toneladas de residuos de madera al año. “Cada vez hay más consenso sobre la necesidad de transformar un modelo económico lineal basado en producir, consumir y tirar, en otro asentado sobre la economía circular, donde los residuos puedan reincorporarse al ciclo económico en forma de nuevos recursos. Con nuestra iniciativa queremos poner nuestro granito de arena para avanzar en ese camino”, matiza uno de los fundadores.
JUGOTEKA cuenta con más de 30 juegos, todos ellos hechos de madera
Este servicio recreativo está compuesto por uno 30 juegos. Se instala en una plaza, un patio de colegio, o cualquier otro espacio. Adaptando el tamaño de la instalación y el tiempo de dinamización del espacio a las necesidades del evento. La propuesta es ideal para aquellas organizaciones, asociaciones o entidades que quieran crear espacios recreativos diferentes, durante el desarrollo de cualquier evento.
Desde jornadas culturales impulsadas por ONG’s, actividades escolares desarrolladas por los centros escolares o la comunidad educativa, hasta actividades festivas o culturales promovidas por ayuntamientos, centros municipales o culturales.
“Hasta el momento, tenemos muy buena aceptación. Para los más jóvenes supone una sorpresa descubrir nuevas posibilidades para disfrutar de los momentos de ocio. Merece la pena resaltar que en algunos momentos, las generaciones más adultas como los abuelos o padres, parecen disfrutar más que nadie. Probablemente, porque los juegos les resulten más familiares, tanto por el material en el que están fabricados cómo por la forma de jugar con ellos”, concluye José Gutiérrez.