La Casa del Parque de Las Médulas, en Carucedo (León), acogió el pasado 28 de julio el seminario-taller «Gestión de plantaciones de frondosas para producción de madera de alto valor», organizado por COSE (Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España), en colaboración con FAFCYLE (Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León) y ASFOLE (Asociación Forestal de León).
La iniciativa era especialmente oportuna en una región con un millón de hectáreas forestales, 3.000 propietarios (principalmente pequeños, con necesidad de agrupar), y con una alta calidad de las fincas (particularmente en El Bierzo).
Déficit de frondosas
En España la apuesta por las plantaciones de «maderas nobles» arranca en la década de los 90 con las ayudas de la PAC a forestación de tierras agrícolas. Hoy existen en nuestro territorio 1.300 hectáreas, con casi 300.000 árboles.
La industria transmite a los propietarios forestales que existe un déficit de madera de calidad, con lo cual ésta se tiene que importar. En 2010, en plena crisis, España importó 100.000 metros cúbicos de fresno, nogal, aliso y cerezo. Sería fundamental que esta industria apoyara nuestra producción para favorecer el consumo de madera local.
La vía de la agro selvicultura
Debido a la incertidumbre que suele generar plantar únicamente árboles, el seminario-taller dejó patente que la combinación de un cultivo agrícola anual y una plantación de madera de alto valor constituye una solución ideal para estimular a los propietarios de las fincas sin gestionar aptas para este sistema, ya que la mayoría serían provenientes de tierras agrícolas abandonadas o de características similares.
La agro selvicultura es la suma de la agricultura y la selvicultura: Combinar árboles con cultivos herbáceos. De esta forma, el propietario obtiene beneficios de la madera (a medio y largo plazo) y beneficios anuales del grano, el forraje o el pasto. Los árboles permiten perfectamente la gestión del cultivo agrícola, llegando incluso a ser muy favorable para ambos.
«La opción de plantar frondosas acerca a propietarios agrícolas y forestales -opinó en la mesa redonda que cerraba la jornada Guillermo Fernández, representante en la misma del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, quien además apuntó la necesaria conexión de estos programas con la industria; destinataria de esa madera-. Hay que producir lo que realmente se está demandando».
El nuevo plan de subvenciones que traerá el próximo año 2015 hace pensar que se emprenderán nuevas plantaciones. «A largo plazo, casi nadie querrá -concluyó José Carlos Santana, gerente de SORBUS Medioambiente-, pero extrayendo rendimientos anuales, sí. Porque el sector es partidario de sistemas cortoplacistas, de beneficio progresivo».
Álvaro Picardo, portavoz de la Junta de Castilla y León, apuesta igualmente por los sistemas agroforestales. «España posee los mejores desarrollados en toda Europa», aseguró. No obstante, el ponente afirmó que según las circunstancias, también conviene desarrollar la silvicultura de frondosas en los bosques existentes y las plantaciones de maderas de valor tradicionales.
Minifundios
La atomización de la propiedad constituye un hándicap a la hora de generar grandes plantaciones en Castilla y León. Las agrupaciones de propietarios bajo una gestión común son muy beneficiosas para acometer proyectos de este tipo.
En la jornada se presentó a los asistentes el Banco de Tierras del Consejo Comarcal del Bierzo; un centro de intermediación cuya finalidad es el aprovechamiento de terrenos con vocación agrícola, ganadera o forestal, mediante el arrendamiento o cesión de la gestión de las fincas. Con el objetivo de recuperar empleo y reactivar la economía local.
A su juicio, el camino pasar por agrupar montes mediante compras o permutas de fincas colindantes para intentar ampliar la superficie forestal: constituyendo asociaciones o sociedades o mediante la concentración agrícola, ampliada a propiedades forestales.
Todos los reunidos en la Casa del Parque Carucedo, en Las Médulas, coincidieron en que para avanzar en este sentido «es esencial el impulso de la Administración».
Necesidad de conocimiento
Durante la jornada se insistió en la importancia que tienen los tratamientos silvícolas apropiados para obtener fustes rectos, cilíndricos y limpios de ramas, y una madera con la textura, el color y los efectos deseados. «La rentabilidad de una propiedad requiere investigación práctica -señaló Ángel Atienza-. Con madera de valor, no se ha dado todavía en León un primer paso». Pero la realidad de la propiedad y el modelo de gestión limita las posibilidades de este desarrollo.
«Necesitamos desarrollar el conocimiento e intercambiarlo», declamó Álvaro Picardo. El representante de la Junta de Castilla y León en la jornada es partidario de «aumentar la superficie forestal; acaso 250 has/año en esta región, y generar sistemas forestales y agroforestales intensivos, mediante sociedades de capital, pequeños inversores y viveros especializados».
Solución del déficit con gestiones ordenadas
El objetivo es producir madera para chapa (la de mejor calidad y la más valorada en el mercado) o para sierra. Esta madera se produce en árboles rectos, con troncos de al menos 3 metros y unos 40 centímetros de diámetro.
Mediante podas se eliminan paulatinamente las ramas que producen nudos o pérdida de la guía. Los árboles deben crecer libres de la competencia herbácea. El retraso en las podas, la excesiva ramosidad o la falta de dominancia impiden la obtención de madera de calidad.
«Hay que acertar a la hora de elegir la especie -insistió José Carlos Santana-. Es fundamental. En función de la estación, el suelo, el clima y, por supuesto, la estrategia de producción».
Especies ideales
Nogal y cerezo se muestran como las especies ideales para acometer plantaciones en la comarca del Bierzo. Fresno y serbal también son interesantes. Con menos trabajo e intervención que las anteriores, pueden llegar a dar los mismos rendimientos.
El cerezo silvestre, por su parte, es una madera muy valorada, pero hay que acertar con la estación y el material vegetal. Si no, vendrán problemas. «Permite densidades mayores que el nogal y requiere clareos, porque la competencia genera también problemas», indicó el ponente.
Asimismo, el fresno de montaña encaja en el segmento de la demanda de pequeñas piezas de madera. El serbal, por su parte, soporta un rango de condiciones muy diverso; es un árbol muy agradecido.
Acometer una plantación
Como quedó dicho, el propietario interesado podrá acometer una plantación pura o mixta, o incluso la agro selvicultura. A grandes rasgos, los criterios a tener en cuenta para proceder correctamente son los siguientes:
• Preparación del terreno: evaluación preliminar y análisis del suelo.
• Densidad en función de la especie, la estación y la estrategia.
• No suele ser precisa la fertilización, tratamientos fitosanitarios, ni el riego.
• Conviene proteger los árboles de la fauna, porque comen brotes y frotan cuernas y piel.
• La poda es una herramienta que está en nuestra mano para formar el árbol.
• Realizar clareos: seleccionar los mejores árboles para que crezcan sin competencia.
Motivaciones económicas y ambientales
La plantación de frondosas es una producción de recursos renovables de un modo sostenible, que contribuye a enriquecer la biodiversidad y el paisaje. Ayuda a fijar el carbono y, por tanto, ayuda a luchar contra el efecto invernadero y el cambio climático. Una plantación puede ser refugio de fauna, mejora la calidad del suelo y facilita la regulación hídrica.
Respecto a su valor en el mercado, la chapa de nogal se paga a más de 1.000 euros/m3, mientras que la madera aserrada de esta especie supera los 700 € / m3.
«Existe un interés económico evidente -sentenció José Carlos Santana-. Además, en 2015 van a venir ayudas y subvenciones para apoyar distintas fases del itinerario selvícola; para optar a ellas es aconsejable la vía del asociacionismo».