por

La promoción de la certificación sólo puede hacerse valorando en su justo precio las maderas certificadas como materiales excepcionales

La lucha contra la ilegalidad debe seguir siendo un objetivo principal.

Como es lógico, el año 2020 marca un descenso en las importaciones europeas de madera tropical, tanto de productos primarios como secundarios.

Por ejemplo, para el contrachapado tropical (que representa más del 80% de las importaciones francesas de contrachapado), los volúmenes acumulados de enero a septiembre de 2020 muestran una disminución de las importaciones de alrededor del -14% a 327.000 m3. El tercer trimestre de 2020 muestra un descenso menos importante del -7% en comparación con el tercer trimestre de 2019, para alcanzar un volumen de 108.672 m3. Hay que tener en cuenta que las ventas aumentaron un 20% tras el primer cierre.

invoicegreen

No obstante, este descenso es menor de lo que se podía temer, como demuestra el caso de la madera aserrada.

El sector ha demostrado una buena capacidad de recuperación frente a la crisis, la madera tropical ha resistido bastante bien la tormenta sanitaria, por las mismas razones que el material de madera en su conjunto (crecimiento de las actividades de bricolaje, concienciación de la madera como material sostenible, etc.).

Pero aunque la tensión entre la oferta y la demanda es actualmente muy fuerte en los mercados de la madera, el mercado africano de la madera no está experimentando ningún cambio inusual por el momento. La batalla se libra como antes del inicio de la crisis sanitaria; entre la madera certificada y la no certificada, legal en el mejor de los casos pero no siempre, con diferencias de precio muy grandes entre la madera certificada y la no certificada.

Mientras que los productores certificados tienen que soportar costes considerables para producir madera según los criterios de los sistemas de certificación, tienen que enfrentarse a la competencia de los productores no certificados, así como a la de los rivales ilegales, que pueden actuar discretamente con herramientas como las unidades móviles de aserrado. Estos actores han hecho bajar los precios debido a la competencia desleal.

Para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece un mercado que restablece el valor de la madera, surgen varias prioridades, especialmente para las maderas africanas: la lucha contra la tala ilegal, el reconocimiento del verdadero valor de los productores de madera certificada, la mejora de la logística y la diversificación de las especies.

La promoción de la certificación sólo puede hacerse valorando en su justo precio las maderas africanas certificadas como materiales excepcionales. La lucha contra la ilegalidad debe seguir siendo un objetivo principal. Para más información, recomendamos los siguientes artículos (en francés):

Foto: Benoit Jobbé-Duval