Mientras la industria de la guitarra está viviendo una de sus épocas doradas, la crisis medioambiental está obligando a los fabricantes a reinventar su modelo de negocio para ser más respetuosos con la obtención de sus materias primas. La preocupación por atender a tanto consumo se hace cada vez mayor, ya que las principales especies de maderas utilizadas tradicionalmente para la construcción de instrumentos empiezan a escasear.
En 1973 se creó la CITES con el objetivo de asegurar la supervivencia de la fauna y flora mundial mediante la regulación del comercio internacional de las especies amenazadas. A día de hoy, más de 35.000 especies han sido incluidas en las listas de protección a diferentes niveles, entre ellas las empleadas por los fabricantes de instrumentos, debido a su calidad y propiedades sonoras. Esto no significa que se prohíba el comercio, significa que se debe realizar una serie de declaraciones que faciliten la trazabilidad de la madera, para asegurar que tiene un origen legal.
Por ejemplo, todas las especies que empiezan por Dalbergia entraron en CITES el 2 de enero de 2017. La mayoría de estas especies son conocidas popularmente como Palosanto (Palosanto de India, Palosanto de Madagascar…). Otras tienen otros nombres comunes, como el Cocobolo o el Granadillo.
Mientras la industria de la guitarra está viviendo una de sus épocas doradas, la crisis medioambiental está obligando a los fabricantes a reinventar su modelo de negocio para ser más respetuosos con la obtención de sus materias primas
Al considerarse protegidas, empresas como Fender tomaron la determinación de sustituir en algunos de sus modelos los clásicos diapasones de Palosanto por unos nuevos fabricados en Pau Ferro (Caesalpinia ferrea) una madera no protegida y más común, pero no por ello de peor calidad. Célebres guitarristas como Stevie Ray Vaughan preferían el Pau Ferro en los diapasones de sus guitarras por considerarlos altamente sonoros, resistentes y muy agradables al tacto.
También existen organizaciones globales como el FSC (Forest Stewardship Council), cuya misión es la de promover una gestión forestal ambientalmente apropiada, socialmente beneficiosa y económicamente viable de los bosques del mundo.
LA SOSTENIBILIDAD COMO NORMA
Grandes fabricantes de guitarras como Santa Cruz, Tom Anderson, Larrivée o Taylor, han querido posicionarse entre las más concienciadas con el problema y han implantado dentro de sus empresas departamentos destinados exclusivamente a la búsqueda de maderas certificadas o responsables con el medio ambiente. Ya no vale cualquier cosa. Es el momento de cambiar y algunos nos están mostrando el camino hacia lo correcto.
Santa Cruz Guitars con Richard Hoover a la cabeza es un buen ejemplo de ello. Todas sus maderas provienen de árboles caídos, troncos hundidos, viviendas antiguas, vigas de construcción, stocks de maestros carpinteros y de cultivos responsables. Ellos buscan y encuentran la madera más resonante y con el mejor sonido posible por medios responsables y comprometidos con el medio ambiente. ¿Por qué? Porque su compromiso con la madera se resume en: Recuperación, rendimiento sostenible y plantaciones responsables. Actualmente construyen unas 500 guitarras al año, lo mismo que fabrican otras conocidas compañías en un día y medio. Ahí está su filosofía y compromiso.
Otro ejemplo sería la empresa canadiense Larrivée Guitars, que solamente utiliza maderas con certificación FSC y se dedican a la tala selectiva en la medida de lo posible. Desde las selvas de la India hasta el sur de España, Jean Larrivée, fundador de la compañía, nunca cesa a la hora de buscar las mejores maderas del mundo, siempre con la certificación de producto sostenible.
LA REFORESTACIÓN, ALGO TREMENDAMENTE NECESARIO
La reforestación es necesaria si queremos seguir disfrutando de guitarras fabricadas con maderas tales como el palosanto de India o el ébano. Por ello algunas empresas se han puesto manos a la obra y han comenzado a tener en cuenta no solo sus intereses económicos más inmediatos, sino también a diseñar su negocio a medio y largo plazo.
Una de las empresas más comprometidas es sin duda Taylor Guitars. Su fundador Bob Taylor fue el primero en aplicar soluciones de sostenibilidad en la concepción de sus guitarras acústicas. En la entrevista que nos concedió Bob Taylor hace algunos meses nos habló de su preocupación por la sostenibilidad de la madera y de su plan de reforestación de bosques. Actualmente están realizando reforestación de arboles de koa en Hawai y de ébano (Diospyros crassiflora Hiern) en Camerún, bajo el denominado The Ebony Project.
“El Proyecto Ébano”, en el que están involucrados empresas, comunidades locales e investigadores, ha plantado cerca de 4.000 nuevos brotes de ébano en Camerún con la intención de llegar a la cifra de 15.000 árboles. Aparte de la propia plantación, se intenta enriquecer los medios de vida rurales, engendrar una generación de científicos africanos y avanzar en la investigación ecológica. No es la primera vez que una empresa ha considerado replantar árboles, pero los esfuerzos anteriores se abandonaron en gran parte debido a que los árboles pueden tardar 100 años o más en crecer y ser económicamente viables.
La empresa enseña a los viveros establecidos técnicas básicas de propagación de plantas y les paga para cuidar a los árboles pequeños, en ocasiones hasta dos años, para luego plantarlos en el bosque. Esto ofrece un incentivo inmediato para que los habitantes de esa zona se involucren.
Es necesario que nos demos cuenta de que legalmente, y también ética y moralmente, el mundo está cambiando muy rápido y por tanto, los constructores de guitarras necesitan educarse y ser conscientes de lo que está sucediendo. Hay que darle la importancia que se merece al consumo responsable e intentar devolverle a la tierra todo lo que nos ofrece, a través de las reforestaciones. Sólo de esta manera las próximas generaciones podrán seguir disfrutando de la inimitable resonancia que nos proporciona la madera.
Artículo enviado por Fanatic Guitars, tienda de guitarras en Barcelona.
HACIA UNA GUITARRA ECOLÓGICA Y SOSTENIBLE
PROYECTO MADERA DE KILÓMETRO CERO
En el taller de guitarras Vega Delyra, con sede en el municipio sevillano de Gelves, Sevilla (España), tenemos un compromiso ecológico primordial y en todas nuestras acciones buscamos contribuir a la preservación del planeta y la bio-diversidad.
En este sentido con un proyecto innovador que comenzó en 2014 buscando una alternativa a la tala indiscriminada que se hace en los trópicos con los árboles de maderas exóticas para la construcción de guitarras.
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