LuNe lleva el arte del punto de cruz a la madera

Lurdes y Nere comenzaron con este bonito proyecto en enero del año pasado.

Gracias a la fusión de Ho’oponopono, una técnica ancestral por la cual eres 100% responsable de tu realidad y das permiso para soltar y enmendar los errores, y al punto de cruz nació LuNe, que plasma estas dos técnicas sobre la madera.

Lurdes y Nere, que son quienes forman LuNe, comenzaron con este bonito proyecto en enero del año pasado. “Nos encanta el punto de cruz y quisimos ir un paso más allá haciéndolo en madera. Co-creamos cuadros utilizando o rescatando una técnica ancestral, fusionado con imágenes de nuestra filosofía de vida, transportándonos así a esa época de la infancia donde nuestras madres y abuelas creaban belleza para dar calidez a sus hogares”, explican.

Un proyecto novedoso con el que se sienten muy entusiasmadas. “La idea era darle una vuelta y hacer la técnica de punto de cruz en madera, para ello contactamos con un artesano, que es quien nos prepara las maderas”, señalan. Cuando les llega la base se encargan de perforar los agujeros y pasar los hilos, siguiendo la técnica del punto de cruz. “Damos vida a estos cuadros artesanalmente, agujero a agujero, puntada a puntada con todo el amor y cariño que irradian nuestras manos respetando y honrando los materiales, que se prestan para ser trabajados en unión”, indican.

Entre las maderas que utilizan para sus trabajos están la de abedul, nogal español, castaño, zebrano o tilo. “El artesano, al igual que a nosotras, le apasiona su trabajo y con mucho mimo selecciona la madera perfecta, aprovechando la belleza de las vetas. Él es quien nos guía en los grosores de la madera y nos consigue la madera que le pidamos”, reconocen.

El proceso empieza con una imagen Ho’oponopono que inspira a Lurdes y Nere, y la transforman a un patrón de punto de cruz. También trabajan con imágenes personalizadas de clientes o con logos para comercios. “Dicha imagen nos guía para elegir la madera adecuada y las dimensiones correctas”, apuntan. Recuerdan como para hacer una llave dorada tardaron un mes.

“Cuadros decorativos inusuales, que pueden transmitir esa paz y felicidad interior que cualquier ser busca en el calor del hogar, en espacios para diferentes eventos, en sus vacaciones o escapadas. El hecho de observarlos te aquietan la mente y te transportan a esa paz interior con envoltura de alegría”, esgrimen Lurdes y Nere, a lo que añaden que “el trabajo es una maravilla”.

En cuanto a los hilos, esa es otra de las novedades que presenta LuNe en relación al punto de cruz tradicional. “El hilo que se utiliza es finito y con mucha hebra, por lo que nosotras tuvimos que cambiarlo, ya que con ese no podíamos trabajar en madera -explican-. Encontramos unos hilos de algodón más gruesos que tiene 100 colores y son los que utilizamos. Nos deleitamos hacia el mundo fantástico de los colores que nos ofrecen los hilos y los elegimos cuidadosamente para dar vida a dicha imagen”.

Sin duda, una técnica novedosa en España, pero de la que sí han encontrado referencias en Portugal, gracias a una chica que trabaja también el punto de cruz en madera, sobre todo haciendo trabajos para las fachadas de los edificios. “Tenemos mucha ilusión y ahora estamos trabajando en la web, redes sociales, para darnos a conocer, ya que es un proyecto que nos apasiona”, concluyen.