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Montes Universales-Alto Tajo: madera procedente de gestión sostenible para uso en construcción

Considerada madera de alta calidad, pero utilizada para fines muy por debajo de su potencial óptimo, el pino silvestre de los Montes Universales-Alto Tajo, busca ganar una nueva función en el área de reforma y construcción de inmuebles. Esto corresponde a la iniciativa FEADER GO PRORURAL, liderada por Fundación COPADE, de la mano del territorio (Ayuntamientos de Orea y Orihuela del Tremedal), con el apoyo de siete socios y que tiene como objetivo estudiar detalladamente la madera producida en las regiones de Teruel, Guadalajara y Cuenca para generar productos de alta calidad, que reporten mayor beneficio al territorio, dándole otra utilidad además de la fabricación de pallets y artículos de soporte. 

Mucha de la madera actual de la zona se está utilizando para embalaje y trituración, la misma que históricamente se utilizó para la construcción de catedrales, grandes edificios ilustres y ciudades en toda España que aún se mantienen en pie. “Lo que queremos es innovar y reindustrializarnos con la tecnología actual, queremos que esto cree puestos de trabajos cualificados y genere un impacto laboral importante para la zona”, señala Marta Corella, alcaldesa de Orea.  

Las áreas de intervención del proyecto son los Montes Universales situados entre la comarca aragonesa de Sierra de Albarracín (Teruel) y la cabecera del PN del Alto Tajo entre Guadalajara y Cuenca. Estas zonas son montes de utilidad pública y actualmente se encuentran en situación vulnerable, debido al abandono de usos y costumbres y a la falta de gestión, lo que hace menos resilientes los bosques resultando en problemas en la calidad de la madera existente y riesgos de incendios.  

Por ello, el grupo operativo conformado por Fundación COPADE, los Ayuntamientos de Orea y Orihuela del TremedalAzentúaLeroy Merlin, FSC® España y  Cesefor, desarrolla el plan de acción que incluye estudio de factibilidad técnica, económica, ambiental y social para el desarrollo de un modelo de negocio que permita el aprovechamiento de los montes públicos. A partir de estos estudios, si comprobada la calidad de los pinos, la madera extraída de la región podría volver a ser utilizada en la fabricación de vigas y de otros materiales de construcción que a día de hoy solo se encuentran en inmuebles más antiguos. 

Además, el modelo incluye un sistema de trazabilidad y garantías para que la persona consumidora pueda saber exactamente de dónde ha salido el producto mediante un sistema de blockchain que le permitirá conocer el origen sostenible de la madera, información de su impacto social y otras certificaciones como FSC® y Madera Justa, la medición de la Huella Social y como contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Por su parte, el proyecto apuesta por la sostenibilidad, principalmente en el proceso de extracción y recuperación de los bosques. Continuando con la explicación de la alcaldesa de Orea, Marta Corella, se destaca que, con la gestión de los bosques y los tratamientos silvícolas, buscan imitar los mecanismos de rejuvenecimiento de la naturaleza de una manera ordenada y funcional. “Es difícil hacer entender a esta sociedad, donde todo va muy rápido, los procesos de la naturaleza, ya que estos son mucho más largos que nuestras propias vidas, por eso las acciones y tratamientos que realizamos ahora serán para que lo vean las futuras generaciones”, concluye.

IMPULSANDO EL DESARROLLO DEL INTERIOR DE ESPAÑA

“El proyecto representa un paso para estas comunidades forestales, que buscan desarrollar su economía y tienen conocimientos para hacerlo. La implicación de grandes distribuidores como Leroy Merlin democratiza el acceso a este pino y la posibilidad de desarrollar un comercio justo sin centralizaciones y donde los trabajadores y trabajadoras de monte, tengan un beneficio amplio de su labor y producción”, expresa Javier Fernández, director general de Fundación COPADE. 

La iniciativa tiene el objetivo de conservar los bosques y aun así incentivar al aumento de la producción de las zonas y el desarrollo de las pequeñas comunidades que los habitan y que son propietarios de los mismos. De igual forma, busca atraer más personas a la zona, ya que en la misma hay un serio problema de despoblación, siendo una de las zonas más afectadas por este fenómeno de la España vaciada, y donde la actividad económica es mínima.  

“Para nosotros este proyecto es importante porque estamos gastando madera de buena calidad para usarla en embalaje. Con la masa forestal que hay aquí tendríamos más trabajo por lo que se podría contratar más personas, pagar mejores salarios e intentar que las personas vuelvan a los trabajos tradicionales de los pueblos ya que pocas quieren volver a trabajar en los montes”, dice Alberto Lozano, empresario del sector forestal. 

Anteriormente, la madera extraída de la zona dejó de percibirse de calidad suficiente para ser aprovechada, sin embargo, esto ha sido desmentido a través de la serie de estudios realizados por las entidades participantes del proyecto. La calidad de la madera extraída en el proyecto se determina de acuerdo a distintas etapas. 

En primera instancia, se hace una medición de parcelas, luego se realiza una clasificación visual de fustes en las mismas parcelas. Una vez cortados y troceados los árboles, se procede a cubicar y hacer un ensayo con un aparato MTG de la casa Brookhui, el cual estima el módulo de elasticidad dinámico de la troza. 

Una vez se cierran las trozas y se obtienen las tablas se realiza sobre cada tabla las siguientes calcificaciones: visual estructural, de acuerdo con la Norma UNE-EN 56554; visual estética, en función de la Norma 1611-1; y estructural en función del MOE dinámico, donde a cada tabla aserrada se le hace el ensayo de determinación del MOE dinámico a partir de la frecuencia de resonancia que permite estimar la clase resistente de cada tabla.

Estos estudios se realizan por el Centro de Estudios Forestales CESEFOR donde se determina el uso potencial de las tablas producidas, ya sea madera estructural, estética, carpintería, mueble u otro, lo que permite identificar perfectamente el potencial de los bosques estudiados para los diferentes usos determinados en el proyecto. Esto se convierte en una información esencial para que inversores puedan apostar en la ubicación y en este tipo de industria para así cumplir los objetivos de preservación, uso y movimiento económico y poblacional que persigue el proyecto.

El proyecto es financiado al 80% por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER), gestionado por la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (DGDRIFA) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Montante total de la ayuda: 565.239,57€.

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