¿Cuál es el nuevo rol del papel en la sociedad digital? PAPEL 4.0 es la respuesta a esta pregunta, desde las inmensas posibilidades que la nueva realidad ofrece tanto en el propio proceso de fabricación de la celulosa y el papel como en los productos papeleros y en la relación con el cliente. Fábricas, productos, logística y distribución, atención al público y servicio post-venta, todo adquiere una nueva dimensión visto desde el prisma PAPEL 4.0.
El EVENTO 2015 del FORO DEL PAPEL que se celebró ayer en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía de Madrid, exploraba esa nueva dimensión, poniendo el foco en la ciber-fábrica papelera del siglo XXI, el slow journalism, el marketing de experiencias y el packaging como experiencia de marca en la venta online.
Según, Enrique Isidro, presidente de ASPAPEL, “el desarrollo de la industria inteligente, la industria 4.0, es una gran oportunidad para la reindustrialización. En nuestro país se ha puesto en marcha la iniciativa Industria Conectada 4.0, con el objetivo incrementar el peso de industria en el PIB. Este es el momento de un gran pacto nacional por la industria, que implique a los poderes públicos y a nuestros representantes políticos en su conjunto, a las empresas y a todas las fuerzas sociales. Porque nosotros, la industria, somos la economía real, somos empleo, inversión y exportación”.
Enrique Isidro, presidente de ASPAPEL: “La industria 4.0 es una gran oportunidad para la reindustrialización. Es el momento de un gran pacto nacional por la industria, que implique a los poderes públicos y a nuestros representantes políticos en su conjunto, a las empresas y a todas las fuerzas sociales”
La industria de la cadena del papel en España es una industria exportadora, que genera empleo estable y de calidad y utiliza materias primas locales. Desempeña un papel protagonista en la nueva economía, como bioindustria basada en un recurso renovable, y es referente de un nuevo modelo industrial, basado en la economía circular.
La conexión en papel: la ciber-fábrica papelera
Papel 4.0 significa industria conectada: la ciber-fábrica, en el marco de la cuarta revolución industrial. La digitalización de los procesos de fabricación de celulosa y papel permite una mayor eficiencia en el uso de las materias primas y la energía, una mayor flexibilidad y series y tiempos de fabricación más cortos. La interconexión a lo largo de toda la cadena de valor mejora los flujos de información y logra una mayor eficiencia.
Fernando Correa, Principal en Pöyry Management Consulting, y José María Borda, director general de Sisteplant, fueron los ponentes en este primer panel.
El desarrollo de la industria inteligente es una gran oportunidad para la reindustrialización en Europa y en España. Según estimaciones de PWC la industria europea invertirá 140.000 millones de euros anuales entre 2016 y 2020 en Industria 4.0.
La ciber-fábrica papelera del siglo XXI: un salto cualitativo en la mejora de la productividad, la eficiencia y la competitividad
La macro industria del papel, desde las plantaciones para papel, pasando por la industria papelera, las industrias transformadoras, impresores, editores de libros, empresas de marketing directo, hasta las empresas de la recuperación de papel y cartón, representa el 3% del PIB español, con más de 219.000 empleos directos en más de 12.800 empresas y una facturación de 31.000 millones de euros. Es un sector clave para la reindustrialización de nuestro país.
El papel lleva dos milenios a la vanguardia de la tecnología, con la innovación y la eficiencia como claves del modelo industrial sectorial. Tras su invención en China a principios del siglo II, la fabricación del papel inició tempranamente su mecanización con los molinos de agua a partir del siglo XIV, añadiendo en el siglo XVII otra gran innovación: la pila holandesa.
Según estimaciones de PwC, la industria europea invertirá 140.000 millones de euros anuales entre 2016 y 2020 en Industria 4.0. y, como consecuencia, se espera un crecimiento de la productividad por encima del 18% en ese periodo
En el siglo XIX se comienza la producción de papel en continuo y se mejora la maquinaria y la velocidad de producción con innovaciones como la máquina de rodillos. A principios del siglo XX la electricidad hace posible la producción a gran escala y el último tercio del siglo pasado se caracteriza por la automatización y la informatización.
Hoy cientos de sensores y escáneres de última generación controlan el proceso, que se dirige desde una sala de control con decenas de pantallas. En una máquina papelera hay más electrónica e informática que en un gran avión comercial. El papel está preparado para su cuarta revolución industrial.
La reflexión en papel: slow journalism
PAPEL 4.0 es también el mundo de los nuevos productos papeleros inteligentes, de los productos personalizados y la adaptación a las nuevas necesidades de los consumidores. La personalización de la oferta de productos, las mejoras en las funcionalidades incorporando más tecnología a los productos ya existentes, con la integración de la electrónica y los componentes digitales, y el diseño colaborativo de nuevos productos para la sociedad del siglo XXI marcan el camino hacia los productos papeleros 4.0.
En el marco de esta oferta masiva de productos de fácil y rápido acceso, el consumidor 4.0 demanda también personalización. Así, en el ámbito periodístico, como complemento necesario a la velocidad, inmediatez y rapidez características de los medios online, se abre camino el slow journalism, periodismo de reflexión, análisis y contextualización.
El slow journalism encuentra en el papel un vehículo a medida de las numerosas revistas especializadas culturales, políticas, medioambientales, económicas, deportivas… que están apareciendo
La entrevista y el reportaje en profundidad son géneros que se recuperan en este nuevo modo de hacer periodismo, que se caracteriza también por una más larga periodicidad (mensual, trimestral…) y un concepto de lo noticioso vinculado no tanto a la estricta actualidad como al interés del lector.
El slow journalism revitaliza una forma de hacer periodismo al margen de la servidumbre de la actualidad más inmediata, exacerbada con la llegada y el desarrollo de Internet. The New Yorker es uno de los máximos exponentes internacionales de este movimiento, como lo son en España, entre otros, Jot Down, Yorokobu, Líbero, Ballena Blanca o Panenka.
Slow journalism no es necesariamente sinónimo de papel, pero sí está encontrando en este soporte un vehículo hecho a medida y está propiciando el nacimiento de revistas impresas especializadas en muy diversas temáticas: culturales, políticas, medioambientales, económicas, deportivas…
Alejandro Barranquero, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, y Ángel Luis Fernández Recuero, fundador y CEO de Jot Down, participaron en este segundo panel.
La emoción en papel: el marketing de experiencias o marketing emocional
PAPEL 4.0 significa además una nueva forma de relacionarse con el cliente en un contexto digital y multicanal. Un contexto en el que nace el marketing de experiencias o marketing emocional, que apela a los sentidos para crear emociones y vivencias gratificantes, que conectan al consumidor con los valores de la marca. En este campo, el papel aporta a las campañas multimedia calidad, calidez y cercanía. Su tacto, su olor… proporcionan una experiencia sensorial y personal única.
Christopher R. Smith, director general de BrandSmith, y Fernando Gandarias, director general de RK, fueron los ponentes en este tercer panel.
Marketing emocional o marketing de experiencias: el papel aporta a las campañas multimedia calidez y fisicidad
Más allá de satisfacer una necesidad, se trata ahora de hacer realidad un deseo, de establecer una relación emocional entre la marca y el cliente. Poner el foco en el cliente como individuo racional, pero también emocional, que toma una decisión de compra no solo por las características funcionales del producto, sino especialmente por lo que le aporta la experiencia de su consumo. Una experiencia que puede ser sensorial, afectiva, creativa, de estilo de vida o de relación social y que ofrece un valor añadido, asociado a la marca y al producto.
A través de los cinco sentidos, produciendo un impacto personal y memorable, se trata de ofrecer una experiencia de marca que fidelice al cliente. Partiendo del conocimiento de sus clientes, la empresa orientada a la experiencia de cliente, convierte en prioridad estratégica y factor de competitividad la vinculación emocional del consumidor con la marca, creando experiencias homogéneas y relevantes en todas las fases de interacción con el consumidor: la publicidad, las tiendas, el aspecto del producto, el envase, la logística, la atención al cliente y el servicio posventa.
El valor en papel: el packaging como experiencia de marca en la venta online
PAPEL 4.0 es igualmente el ámbito de la venta online, en el que el packaging resulta esencial para la percepción de marca por parte del cliente, como único contacto físico y nexo entre el mundo online y el mundo offline. De nuevo aquí, los envases y embalajes de papel y cartón se revelan como el más atractivo soporte de marca.
El fenómeno unboxing tan popular y extendido en Youtube es una buena muestra de la capital importancia de ese momento para los clientes. El momento de la verdad, en el que el producto con su envase entra en la vida y en la casa del comprador: toda una experiencia de marca que se comparte en las redes sociales.
Nine, agencia de marketing especialista en tendencias de futuro, ha realizado un estudio cualitativo de 17 empresas de comercio electrónico de bienes de consumo en Europa y Asia para identificar las oportunidades de mejora en el packaging usado en la actualidad, llegando a la conclusión de que hasta el momento, no se ha prestado en el comercio electrónico la atención debida al packaging como elemento crucial en la experiencia del consumidor.
Existe todavía -según este estudio- un hueco importante entre la experiencia actual del consumidor offline y sus expectativas, con respecto a la imagen de marca del producto esperada, cuando recibe los pedidos de compra online. El reto es poder mantener la experiencia de compra del consumidor en la compra tradicional y crear puentes entre los dos canales, para aumentar la satisfacción y la fidelización del cliente con el proceso de compra online.
Según un estudio de Nine, hasta el momento, no se ha prestado en el comercio electrónico la atención debida al packaging como elemento crucial en la experiencia del consumidor
El comercio electrónico en España, según datos de la CNMC, se situó en 2015 en torno a los 20.000 millones de euros y, según estimaciones de The Boston Consulting Group, las ventas por Internet alcanzarán en 2016 un volumen de negocio en España de 24.700 millones de euros, lo que supone más que triplicar la cifra de 2009.
En este cuarto panel participaron como ponentes David Muntañola, director Comercial y de Marketing de Correos, líder en paquetería, y Elisa Martín Garijo, directora de Tecnología e Innovación de IBM España.
El comercio electrónico en España, según la CNMC, se situó en 2015 en 20.000 millones de euros y, según estimaciones de The Boston Consulting Group, las ventas por Internet alcanzarán en 2016 un volumen de negocio en España de 24.700 millones de euros, tres veces más que en 2009
Si bien con cierto retraso con respecto a los países punteros, el ecommerce está despegando en nuestro país a muy buen ritmo, lo que supone una oportunidad para el packaging de papel y cartón. Asimismo, en el ámbito del marketing emocional o marketing de experiencias el papel aporta a las campañas multimedia calidez y fisicidad. El slow journalism, por otra parte, encuentra en el papel un vehículo hecho a medida de las numerosas revistas especializadas que están apareciendo en los últimos años. Y la industria 4.0 abre nuevas oportunidades, para que las empresas industriales den un salto cualitativo en la mejora de la productividad, la eficiencia y la competitividad. La industria de la cadena del papel está preparada para abordar esta cuarta revolución industrial, por la que realiza una firma apuesta trabajando en la coordinación y conectividad de toda la cadena de valor.