Alberto Romero, secretario general de la Asociación Española del Comercio y la Industria de la Madera (AEIM), charla a continuación con Sarah Johnson, nueva consultora internacional de AMERICAN SOFTWOODS.
Usted es nueva en la industria de la madera. ¿Cuáles son las primeras impresiones que ha obtenido, especialmente de la Conferencia Internacional de Madera de Coníferas celebrada en Viena el pasado mes de octubre?
Sí, soy nueva en el sector, he trabajado con el Departamento de Agricultura de EE.UU. asesorando en la comercialización de las exportaciones estadounidenses en todo el mundo, pero es la primera vez que trabajo en el sector de la madera de coníferas. Empecé a trabajar con American Softwoods en septiembre, así que la Conferencia de la ISC me vino como anillo al dedo.
El evento me pareció excelente. La conferencia presentó una visión en profundidad del sector, abarcando desde los retos y oportunidades macroeconómicas hasta los problemas operativos de los agentes del sector en todo el mundo.
Fue interesante ver paralelismos con otras industrias agrícolas. La sostenibilidad es una prioridad para todos. Las empresas y los gobiernos tienen que adaptarse a marchas forzadas. Esto plantea retos. Anteriormente trabajé en el sector de los productos del mar, donde la trazabilidad era un problema enorme, no muy diferente de los retos a los que se enfrentan los productores con la aplicación de la EUDR a finales del año que viene.
Fue realmente alentador ver las estadísticas sobre el valor de la industria, un valor estimado de 1,1 Billones de euros y 17 millones de puestos de trabajo sólo en Europa. Hay que felicitar al Gobierno austriaco por invertir 350 millones de euros en un fondo forestal para que las empresas comprendan mejor nuestro sector.
Es un momento apasionante en el que los gobiernos y las ONG empiezan a apoyar más al sector mientras todos navegamos por la transición económica y climática. ¡Estoy muy ilusionada en trabajar en este sector!
En el informe de mercado presentado por EE.UU. a la Conferencia, las previsiones apuntan a un aumento de la producción y las exportaciones de madera aserrada de aquí a 2024. Esta tendencia es más positiva que en Europa. ¿A qué cree que se debe esta buena tendencia?
Según la Casa Blanca, la industria privada ha invertido 511.000 millones de dólares en el desarrollo de alta tecnología enfocada a la fabricación en Estados Unidos. Aunque el alcance de esta inversión no está definido, no cabe duda de que parte de ella se destina a la madera, lo que sin duda repercute en la producción.
¿A qué se debe esta inversión en nuestro sector? ¿El paquete de estímulo del Gobierno? Los inversores toman conciencia de la oportunidad climática. Como sabemos, la madera procedente de bosques gestionados de forma sostenible tiene la huella de carbono más baja de todos los materiales de construcción convencionales. Es renovable por naturaleza. Cuanta más madera se utilice, menor será la huella de carbono del edificio.
Como las empresas de inversión tienen objetivos de apoyo a la reducción de las emisiones de carbono, nuestro sector es una opción natural para invertir.
En cuanto a las exportaciones, a medida que aumente la producción, según las previsiones de “Fastmarkets Northern American Lumber Forecast” se espera que Estados Unidos se convierta en exportador neto de madera de coníferas en los próximos cinco años.
Estados Unidos puede aumentar su cuota de mercado mundial a medida que aumente la demanda de madera aprovechaada legalmente y gestionada de forma sostenible. Los compradores internacionales que han descubierto las ventajas de las especies estadounidenses están satisfechos de que el producto estadounidense esté ahora más fácilmente disponible y sea más asequible.
Los exportadores de pino amarillo del sur tienen un historial probado de expansión en los mercados mundiales.
Después de la crisis, el Caribe, un mercado estable para las importaciones estadounidenses, está mostrando una recuperación a medida que el sector turístico sigue recuperándose. Los mercados emergentes ofrecen grandes oportunidades. India tiene potencial de crecimiento masivo como destino de las importaciones, con una clase media en rápida expansión, un aumento de la renta disponible y una enorme base demográfica como posibles motores de la demanda. Los compradores de Pakistán, un mercado inexistente para las coníferas estadounidenses antes de 2017, son ahora el principal mercado internacional para el pino blanco oriental, gracias a los esfuerzos de desarrollo de mercado del “Consejo de Exportación de Madera de Coníferas”.
Nuestro papel como asociación comercial es detectar el potencial de mercado y transmitirlo a la industria estadounidense. La garantía de productos de buena calidad, las buenas condiciones comerciales, las relaciones ya asentadas y la presencia sobre el terreno contribuyen a fomentar relaciones comerciales positivas y duraderas.
En la ISC 2023, la presentación Paul Jannke de “Forest Economic Advisors” (FEA) sobre el mercado estadounidense, apuntaba una previsión de descenso en la construcción de viviendas para este año y 2024. ¿Cree que esta tendencia no está teniendo un impacto negativo en la industria maderera estadounidense?
Sí, tiene razón, Paul Jannke predijo que la construcción de viviendas en Estados Unidos descendería un 10% en 2023 y otro 2% en 2024, lo que parecía ser una predicción común en todos los mercados excepto en España.
A medida que el aumento de los tipos hipotecarios y la percepción negativa de los consumidores hacen mella, los motivos de incertidumbre en el mercado son comprensibles.
Dicho esto, también se predijo que las viviendas iniciadas aumentarán un 11% en 2025. Es difícil saber hasta qué punto esto será exacto con las guerras en Ucrania e Israel y las elecciones estadounidenses en 2024, pero el mercado de la renovación seguirá presentando oportunidades.
¿Está teniendo un efecto negativo? El mercado de las reformas sigue ofreciendo oportunidades para el sector. Hay cautela en el mercado, pero las previsiones a medio plazo son positivas.
Otra cuestión planteada en la conferencia fue el problema de las plagas en los bosques europeos, especialmente el escarabajo de la pícea. Parece que los bosques de coníferas de Estados Unidos son más resistentes al cambio climático.
Todos estamos a merced del cambio climático y las prácticas empresariales sostenibles deben ser una prioridad para todos nosotros. Aunque los Estados Unidos sean más resistentes a las plagas, hemos visto cómo los incendios forestales y los tornados arrasaban partes de nuestros bosques, lo que ha tenido un impacto devastador en las familias y las empresas locales.
Desde el año 2000, se ha producido una media anual de 72.600 incendios forestales en todo Estados Unidos, que han dañado una media de 7 millones de hectáreas de terreno, incluidos bosques, cada año. En 2022, ardieron en todo el país 1 millón de hectáreas de cubierta arbórea, lo que provocó daños por valor de unos 3.200 millones de dólares.
Todos tenemos un papel que desempeñar en la gestión sostenible de nuestros recursos naturales y en la comunicación al resto del mundo sobre la madera como solución sostenible para el futuro.
La madera procedente de bosques gestionados de forma sostenible es el material de construcción con menor huella de carbono. Es renovable por naturaleza. Cuanta más madera utilice, menor será la huella de carbono de los edificios.
Volviendo a la presentación anterior, se informó de que las mayores inversiones para aumentar la capacidad de producción se concentran en los estados del sur. ¿Tienen los aserraderos de esa zona más disponibilidad de materia prima que otras partes de Estados Unidos?
Hay un exceso de oferta de madera en el sur de EE.UU., donde el crecimiento de la madera duplica el ritmo de los aprovechamientos, lo que ha hecho que las empresas inviertan en aserraderos para aprovechar la abundante oferta.
Las continuas inversiones de capital en aserraderos del sur de EE.UU. confirman a la región como una fuente estable y abundante de madera gestionada de forma sostenible.