Tras ocho años picando piedra, esto es, trabajando en la industria de la pizarra, los hermanos Pablo y Álvaro decidieron poner el foco en la madera para hacer honor a la tradición familiar; así se convirtieron en la tercera generación de su familia que desde el lugar de A Toca en Quiroga – Lugo trabajan la madera.
Después de diez años elaborando mueble tradicional gallego en madera de castaño, apostando por la materia prima autóctona y de calidad y por la supervivencia del oficio, en 2010 sus caminos se separan. Álvaro decide dedicarse a su gran pasión: la viticultura, y se queda al frente del taller Pablo, en cuyos genes parece estar impreso el amor por la madera, tras cerca de veinte años en el oficio lleva diez trabajando en exclusiva con madera de olivo, su trayectoria profesional se ha encaminado hacia la elaboración de utensilios de cocina y decoración de manera artesanal, él es la parte creativa y el alma de la empresa, Artesania Armaior.
“Fue en los años de la crisis económica de España cuando decidimos cambiar y centrarnos en la elaboración de utensilios de cocina en madera de olivo”, explica Pablo, quien recuerda cómo algunos de los vecinos les encargaban trabajos en ese tipo de madera o se la llevaban a su taller para que trabajaran con ella.
Desde entonces, Pablo se especializó en tallar y hacer utensilios de cocina con la madera de olivo. Entre ellos destacan las tablas de cocina, los cuencos para ensaladas, cucharas, morteros, platos, fruteros…. “Somos muy pocos los artesanos en España que trabajamos con la madera de olivo. Hay en Mallorca, Castellón, Andalucía o en Cascante (Navarra). Todos nos conocemos, ya que no hay muchos por las dificultades de trabajar con este tipo de madera”, indica.
CARACTERÍSTICAS
“La madera de olivo es propicia para hacer utensilios de cocina, ya que tiene los poros cerrados, es muy dura, antibacteriana y no absorbe los olores ni la humedad pero, como contraprestación, es muy difícil de trabajar”, reconoce Pablo.
Su dureza hace que sea una madera muy indicada para su uso en la cocina, porque resiste años de uso diario e intensivo aguantando bien las ralladuras y los golpes. Otra cualidad a tener en cuenta en la madera que se usa en la cocina es la porosidad, esto es la propiedad que poseen los cuerpos de tener entre sus moléculas unos espacios vacíos llamados poros. Debido a la densidad de la madera de olivo tiene el poro muy cerrado, por lo que no absorbe apenas, lo que la convierte en casi una superficie impermeable. Así es difícil que penetren las bacterias, esta característica antibacteriana la hace especialmente saludable y dificulta enormemente la contaminación cruzada.
Una particularidad menos técnica y más sensorial, es que la madera de olivo desprende una fragancia afrutada muy característica que hace muy agradable su olor. A esto se une su espectacular veteado, estos dibujos que las fibras presentan al exterior y que hacen que su belleza llame la atención por lo que es muy decorativa.
Otras características, comunes con el resto de maderas, serían la escasa conductibilidad del calor y la electricidad lo que es especialmente interesante en el caso de los cubiertos: cucharas, espátulas, etc. A lo que se une también la ventaja de que no rayan ni los cazos ni las sartenes respetando los modernos y delicados recubrimientos antihaderentes. “Además es un material: natural, sostenible y reciclable”, añade el propietario de Artesania Armaior.
“Sus propiedades son las mejores para realizar los utensilios de cocina, pero no podemos olvidarnos lo difícil que es trabajar este tipo de madera”, apunta Pablo. “Lo más complicado y cuidadoso es el secado, ya que es un proceso que si no lo haces bien y dedicas el tiempo necesario corres el riesgo de que al trabajarla se agriete o se tuerza demasiado –señala-. Por ejemplo, para hacer una tabla de cortar la tenemos secando entre dos y tres años”.
El 20% de la madera de olivo con la que trabajan en Artesania Armaior proviene de la zona del valle del Sil. “El resto tenemos que traerla de fuera de Galicia. La mejor es la del valle del Ebro, donde hay tres variedades de olivo que garantizan la calidad de la madera”, explica Pablo.
En cuanto a la venta, Artesania Armaior cuenta con tienda física y online. Una labor, además de la administración y de la gestión de las redes sociales de la que se encarga Ana, mujer de Pablo. “El 70% de las ventas lo conseguimos asistiendo a las ferias de artesanía que hay en Galicia. Todo el mes de agosto estamos con nuestros productos en A Coruña”.