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ACIMALL registra una importante desaceleración en 2019 en la industria italiana de maquinaria para la madera y el mueble

Sede de ACIMALL.

En espera de más detalles para evaluar el impacto de la pandemia en la economía y la industria, en base al análisis de la oficina de Estudios Acimall podemos ilustrar la tendencia del sector italiano de la tecnología para la elaboración de la madera y el mobiliario en 2019. Esos doce meses se caracterizaron por señales poco alentadoras para la salud de esta industria, algo que sólo puede empeorar después de los dramáticos acontecimientos de los primeros meses de 2020.

«Ahora más que nunca es esencial comprender la situación económica de las industrias que representamos», afirma Dario Corbetta, director de Acimall, la asociación miembro de Confindustria que representa a las empresas de esta industria. «Nos enfrentamos a un período que requerirá nerviosismo y una política económica central fuerte y proactiva como nunca antes, sin la cual el negocio de la maquinaria para la madera podría pagar un precio muy alto. Los efectos del Covid-19, según informa nuestra oficina de estudios, se sumarán lamentablemente a la importante desaceleración registrada en 2019, dando lugar a una tendencia que requerirá un esfuerzo aún mayor para volver a los niveles de 2016-2018».

Veamos ahora las cifras, empezando por la producción: la industria italiana de maquinaria y herramientas para trabajar la madera alcanzó un valor de 2.266 millones de euros en 2019, un 9,9% menos que en 2018. Esta caída es el resultado de una tendencia «aceptable» en la primera parte del año, seguida de reducciones más significativas que afectaron a todos los principales competidores internacionales, Alemania en primer lugar.

En 2019, las exportaciones registraron una reducción del 8%, mostrando una sólida tendencia en los mercados de destino tradicionales. Afortunadamente, Italia ha diferenciado en gran medida los flujos de exportación, por lo que las graves dificultades de algunos mercados se vieron compensadas por tendencias más positivas en otros.

En el mercado interno, la caída ascendió al 13,5%, invirtiendo la tendencia de un índice que había sido positivo durante cinco años, apoyado también por incentivos fiscales que permitieron a muchas empresas mejorar sus bienes de equipo en el período 2016-2018, con las inevitables consecuencias en los volúmenes de compra de los años siguientes.

Una reducción aún mayor afectó a las importaciones, que disminuyeron un 17%, mientras que la balanza comercial se mantuvo en un nivel elevado (1.400 millones de euros). Así pues, una vez más, la industria de la tecnología italiana de la madera y el mueble reafirmó su fuerte propensión a la exportación, uno de los sectores que más contribuyen al equilibrio activo de Italia.

MERCADOS DE DESTINO

¿Qué países han invertido más en la tecnología maderera italiana? Seguramente Francia, que cerró el año 2019 con un aumento del 5 por ciento respecto al año anterior, alcanzando un valor total de 110 millones de euros. La exportación a Alemania disminuyó (102 millones, menos el 9,3 por ciento), mientras que el resultado en Polonia (menos el 20 por ciento) se vio fuertemente afectado por la tendencia muy positiva de los últimos años, cuando las inversiones masivas saturaron la demanda y provocaron la actual «pausa para la reflexión».

Acimall destaca la reducción de las exportaciones a España (menos 8,9%) y al Reino Unido (menos 13%). Una mención especial para Rusia y Turquía: la primera, tras varios años de crisis por cuestiones monetarias y bancarias, sufrió una reducción del 9%, quedando en 38 millones de euros. El segundo, después de haber funcionado a niveles altos durante algunos años, absorbió 11 millones de euros de las exportaciones italianas, con una reducción de más del 50% a partir de 2018.

En África, las exportaciones italianas disminuyeron en conjunto un 25%; se registró una sólida tendencia en América del Norte, donde los Estados Unidos fueron, con mucho, el principal destino de la maquinaria italiana para trabajar la madera, aunque registraron un descenso del 5% a partir de 2018 por un valor total ligeramente inferior a 200 millones de euros.

Las exportaciones de maquinaria italiana para la madera y mueble cayeron en 2019 un 8,9% respecto a 2018

En América del Sur, Argentina sigue cayendo, perdiendo más del 50 por ciento (6 millones de euros), mientras que Brasil vuelve a crecer, con un suministro de made in Italy de 20 millones de euros, que aumenta en un 30 por ciento. Hay que tener en cuenta que este mercado ha estado registrando varios años de descenso constante, tocando un mínimo histórico en 2018.

En Oriente Medio, Italia vendió maquinaria por valor de 33 millones de euros, un 14 por ciento menos que el año anterior, mientras que en el Lejano Oriente, China reafirmó su liderazgo establecido, comprando 63 millones de euros de tecnología italiana, un 17,4 por ciento menos que en 2018. Esa disminución debe considerarse cuidadosamente y se debe a las crecientes dificultades de las empresas italianas en su proceso de internacionalización y a la mejora de la competencia tecnológica de los fabricantes locales de equipos, que redujo el número de nichos de mercado a los que pueden acceder los fabricantes extranjeros. Además, la introducción de derechos de importación penalizó a la industria asiática del mueble y, por consiguiente, tuvo un efecto negativo en la demanda de tecnología.

En 2019, Australia compró a Italia un 38% menos de máquinas para trabajar la madera y los muebles, por un valor total de 20 millones de euros. Al igual que Polonia y otros países, también en este caso la tendencia negativa se debe en gran medida a los resultados muy positivos de 2018, por lo que el año objeto de examen muestra básicamente un proceso de estabilización del valor de mercado.

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