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Fuerte repunte de la demanda de maquinaria italiana en el primer trimestre de 2021

Con un aumento de los pedidos del 58% en comparación con el mismo periodo de 2020.

Los datos procesados por el gabinete de estudios de ACIMALL, la Asociación de Fabricantes Italianos de Tecnologías, Herramientas y Equipos para las Industrias de la Madera y el Mueble-, confirman la «fuerte percepción» de los últimos meses del pasado año: 2021 ha comenzado de forma muy positiva, con una fuerte expansión de la demanda de maquinaria, software y herramienta.

«No puede haber una mejor manera de empezar el año”, afirma Luigi De Vito, presidente de ACIMALL, acerca del sorprendente resultado de los primeros noventa días de 2021, con un aumento de los pedidos del 58% en comparación con el mismo periodo de 2020. La tendencia de los pedidos internacionales fue muy positiva, con un aumento del 52 por ciento, mientras que la demanda nacional literalmente se disparó, creciendo un 87,8 por ciento.

«El plazo de comparación es claramente un periodo -enero-marzo de 2020- que se había visto fuertemente afectado por el bloqueo provocado por la emergencia sanitaria mundial -aclara De Vito-. Sin embargo, el repunte ha superado ampliamente nuestras expectativas, apoyado por las señales positivas que se habían producido en el último trimestre de 2020″.

En valor absoluto, la excelente tendencia de los pedidos a principios de 2021 ha hecho que la industria italiana de la tecnología de la madera vuelva a alcanzar sus máximos históricos, logrados en 2018, con un aumento inter trimestral del 17,6%.

La encuesta trimestral realizada por el gabinete de estudios de Acimall sobre una muestra estadística de empresas también desvela que la cartera de pedidos cubre 4,1 meses, mientras que la variación de precios desde el 1 de enero ascendió al uno por ciento. Los ingresos totales, en comparación con el primer trimestre de 2020, aumentaron un 2,4 por ciento.

Los entrevistados dieron una respuesta clara en la encuesta de calidad: El 75 por ciento de la muestra indicó una tendencia positiva de la producción (frente al 50 por ciento del trimestre anterior, una clara evidencia de la creciente confianza en los mercados más «reactivos»); el 5 por ciento informó de la disminución del negocio, mientras que el 20 por ciento informó de una estabilidad sustancial.

El crecimiento también fue la tendencia predominante en las cifras de empleo: El 55 por ciento de la muestra informó de una tendencia estable, mientras que el 40 por ciento indicó un aumento y el 5 por ciento una reducción. Las existencias disponibles aumentan según el 40 por ciento de los entrevistados, disminuyen para el 20 por ciento y se mantienen estables para el 40 por ciento.

Según la encuesta de previsión, el 55% espera que la tendencia de las exportaciones se mantenga en los valores actuales, mientras que el 45% cree que la situación sólo puede mejorar. Nadie teme que la situación empeore, lo que es significativo en términos de confianza en el futuro. Si nos fijamos sólo en el mercado nacional, las perspectivas son las contrarias: El 55 por ciento de la muestra espera una mayor expansión, el 40 por ciento estabilidad y el 5 por ciento cree que habrá una reducción.

BALANCE FINAL DE 2020

Así pues, el primer trimestre mostró un claro y positivo cambio de rumbo tras un año, el 2020, que será recordado como uno de los periodos más difíciles a los que se ha enfrentado nuestro sector.

Según las cifras definitivas publicadas por el gabinete de estudios de ACIMALL, la producción de las empresas italianas en 2020 se detuvo en 1.848 millones de euros, es decir, un 18,4% menos que en 2019. Esta caída masiva, como era fácil de prever, se produjo sobre todo en la primera parte del año, cuando el impacto de las medidas de lucha contra la pandemia del Covid-19 fue más fuerte.

A partir del verano, la tendencia fue mucho más positiva, especialmente en el cuarto trimestre; el cambio de tendencia apoyó la confianza y una actitud positiva en todo el sector, pero no fue suficiente para recuperar el tiempo, los pedidos y los ingresos perdidos, aunque ayudó a cerrar 2020 mejor de lo que se había calculado en los meses más duros.

Por supuesto, la situación mundial también tuvo un impacto en la exportación italiana, con una disminución del 15,8 por ciento frente a 2019 y un valor absoluto de 1.330 millones de euros. A pesar de esta reducción, las ventas internacionales siguen siendo el principal motor de toda la industria.

La reducción de la importación en 2020 fue aún más fuerte en porcentaje, con un descenso del 28,2 por ciento, con 153 millones de euros. En conjunto, estas cifras indican que la demanda interna en 2020 seguía en una situación crítica, mientras que la balanza comercial -es decir, la diferencia entre exportaciones e importaciones- seguía en niveles elevados (1.177 millones de euros).