A pesar de la pandemia y la consiguiente lesión de las cadenas de suministro, que ha provocado escasez y aumento del coste de algunas materias primas, como el acero, y la dificultad para obtener componentes electrónicos, WEIMA cerró un 2020 y transita por un 2021 que su gerente, Kay Schulte, valora como “positivos, donde hemos crecido de una forma moderada”.
“Somos optimistas –añade-. El mercado de la maquinaria para reciclaje de materiales está creciendo en todo el mundo. En general, la industria desea reutilizar los restos y residuos que genera durante su actividad”.
WEIMA EN ESPAÑA
WEIMA tiene funcionando en España aproximadamente 800 máquinas. La mitad están en la industria de la madera; en carpinterías, fábricas de muebles, serrerías, almacenes, etc.
MAESMA –Maquinaria Especial para la Madera, S.L.-, es el representante en España de WEIMA desde hace 25 años. “Siempre ha sido una relación fantástica, en un nivel de mucha confianza –asegura Kay Schulte-. MAESMA es la prolongación de la imagen de nuestra marca en el mercado español”.
“MAESMA es una empresa muy profesional, bien organizada –añade Kay-. Ofrece al cliente un servicio postventa excepcional, durante todo el tiempo. Es uno de los mejores representantes que tenemos”.
Asombra al gerente de WEIMA que MAESMA representa a muchas firmas de primer nivel. “No solo llevan en su cartera o en la web el logotipo de nuestra marca; sino que conocen, ofrecen y defienden nuestros productos ante su cliente, planteándole soluciones que seguramente desconocen”.
España ha sido uno de los mercados más afectados por el Covid, “toca ahora ver un crecimiento del mercado, en particular el de la madera, siempre ligado a la evolución de la construcción en el país”, opina el gerente de la empresa alemana.
SOLUCIONES PARA LA PYME
WEIMA es una empresa familiar, con 300 trabajadores en la actualidad.
“Somos el único fabricante de trituradores que está fabricando su propia caja reductora –explica Kay-. Es ahí donde se transmiten todos los golpes, vibraciones y esfuerzos durante el proceso de la trituración. Es el punto débil de la máquina; nosotros hemos decidido convertirlo en el punto fuerte de WEIMA, desarrollando un engranaje propio, mucho más robusto y reforzado que los engranajes convencionales, concebidos para grúas, que no están dotados para el trabajo de un triturador”.
Es un punto fuerte que WEIMA ha desarrollado durante los últimos años, a lo que se suma una forma especial de la tolva que permite, en máquinas pequeñas, triturar desperdicios voluminosos. Evitando el problema que se produce cuando en una máquina se forma un puente que interrumpe la producción. Con la nueva tolva “Pipe Spacer”, WEIMA asegura que la máquina funcione perfectamente, también con materiales voluminosos.
Las briquetadoras de WEIMA se han abierto camino más allá de la industria de la madera, para hacer briquetas de alto poder calorífico, con los restos del trabajo en la fábrica o el taller. También es posible briquetar polvo de madera, plástico, metal o de otros materiales, que sin compactar constituyen un peligro por el riesgo de explosiones. “Con las briquetas se puede evitar este problema, reutilizando un desecho que cobra valor y, simultáneamente, nos libra de un problema en el taller”, concluye Kay Schulte.