MAFELL ha designado y autorizado a MAESMA -Maquinaria Especial para la Madera, S.L.– como nuevo Servicio Oficial de Asistencia Técnica, reponsabilidad que compartirá en España con la empresa madrileña HELECSA -Herramientas Electroportátiles, S.L.-.
MAESMA suma veinte años como representante de la firma alemana en España, tiene un importante parque de máquinas vendidas y ha demostrado siempre su compromiso con MAFELL llevando a casa del cliente y realizando demostraciones de las máquinas en su furgoneta-expositor. Además, MAFELL y MAESMA han expuesto juntos sus novedades en las últimas ediciones de FIMMA-Maderalia.
Dos máquinas en particular; la retestadora KSS 300 y la sierra caladora P1 CC, son las grandes estrellas de MAFELL en el mercado español.
MAESMA ya venía sirviendo repuestos y realizando pequeñas reparaciones de máquinas MAFELL en su furgoneta-expositor. “A la Dirección de MAFELL siempre le ha gustado este gesto de compromiso y fidelidad hacia su marca -afirma Juan Manuel Alvarez, gerente de MAESMA-. Dimos el paso de proponerles ser también su S.A.T.”.
Víctor Fernández y José Ramón Ferreño han realizado en Alemania el curso sobre el S.A.T. y son los técnicos que se ocupan de la reparación y reacondicionamiento de las máquinas MAFELL que utilizan los clientes de MAESMA.
“Tratamos de dar un servicio rápido y eficaz a nuestros clientes -explica José Ramón Ferreño-. En nuestras instalaciones de Basauri, donde disponemos de los repuestos necesarios, somos capaces de resolver el 80% de las incidencias más habituales”.
MAESMA ha acondicionado en sus instalaciones de Basauri (Vizcaya) un espacio para el S.A.T. de MAFELL, con un banco de trabajo amplio y bien iluminado, una lavadora de herramienta para desengrasar los motores, cajoneras para herramientas de mano y gavetero con tornillería y numerosas referencias de recambios y accesorios. Todo bien organizado y clasificado para poder identificar rápidamente los repuestos.
“Las máquinas de MAFELL son muy fiables y robustas, y no suelen tener averías importantes. Con todo, la máquina es tan buena que siempre interesa repararla”, concluye Víctor Fernández.