En la prestigiosa firma de Torelló ya no falta aire, y la factura de la luz ha bajado sensiblemente. Con su funcionamiento extremadamente silencioso y la integración del equipo de tratamiento de aire y condensado, los compresores de tornillo rotativo con inyección de aceite GA de ATLAS COPCO ofrecen la máxima versatilidad para la fabricación de una industria como MECAKIM; a la cual caracterizan el alto volumen y la gran flexibilidad de su producción. El diseño integrado del compresor ha permitido colocarlo en un espacio anexo habilitado junto al centro de producción, contribuyendo al ahorro de energía deseado por la empresa barcelonesa.
Distinguen al compresor elegido por MECAKIM para su factoría su bajo coste de instalación y el ahorro en energía y mantenimiento, así como una garantía superior de protección del medio ambiente. En función de la demanda de energía, el motor trabaja más o menos.
«Teníamos un problema importante de cantidad y calidad de aire. Junto con AIRMATIC realizamos un estudio básicamente energético; buscando la excusa para cambiar nuestros compresores -explica Joaquim Feixas, gerente de MECAKIM-. Evidentemente, era muy rentable proceder al cambio».
Y es que en MECAKIM funcionaban tres compresores dieciséis horas al día, y ahora opera un único compresor que fluctúa, en función de la cantidad de aire que precisa el taller. La factura de la energía eléctrica ha bajado sensiblemente durante el año que aproximadamente lleva funcionando en la planta de Torelló este nuevo compresor, de la casa ATLAS COPCO.
Siempre hay aire
El compresor GA 45 VSD de ATLAS COPCO ofrece a MECAKIM un aire seco y limpio que mejora la fiabilidad del sistema, evita costosos tiempos de parada y retrasos de producción. El aire de calidad prolonga la vida del equipo, mejora su rendimiento y garantiza la calidad de los productos del industrial.
Control sencillo y centralizado
Una pantalla digital indica al usuario la fluctuación del consumo de aire. Durante los niveles más bajos de producción ha llegado al 30%, alcanzando el 95% en las puntas de trabajo. Lo normal es que el compresor trabaje entre el 60 y el 80 por ciento de su capacidad.
Todos los centros de mecanizado de MECAKIM son neumáticos y precisan aire comprimido. Aparte de la cantidad de aire, la fábrica requiere una presión mínima de 6,5 a 7 bares. Tras un año de trabajo, la seguridad y fiabilidad de la máquina están contrastadas. «Gracias a AIRMATIC, nos hemos olvidado del compresor -concluye Joaquim Feixas-. Calculamos que, dado el precio vigente de la energía, la máquina estará amortizada en un máximo de cuatro años. A partir de entonces, sólo tendremos beneficios».