La cocina debe ser un espacio en el que toda la familia disfrute cocinando. Por ello, tiene que ser práctica y funcional, pero también bonita y atractiva.
Este espacio es un área de la vivienda relativamente compleja. Por ello, los expertos de AMC recopilan algunas recomendaciones para tener éxito en la reforma y conseguir la armonía a través de tres pilares fundamentales: la planificación, la distribución y la elección de los materiales.
PLANIFICACIÓN
La planificación de la cocina significa utilizar las posibilidades de disposición para para un eficaz aprovechamiento del espacio. Es práctico dibujar un plano que tenga en cuenta, por ejemplo, la longitud y anchura de paredes, rejillas de ventilación, ventanas o incluso la altura de la encimera.
Existen diferentes formas de cocinas que, en función del tamaño y el corte de la habitación, buscan responder al principio del triángulo de trabajo, es decir, a la disposición más cómoda dezona de cocción, zona de lavado y zona de almacenaje.
Algunos de los consejos de AMC son por ejemplo la accesibilidad, integrando los electrodomésticos de cocción más utilizados a una altura de alcance cómoda para la espalda.
Además, el fregadero, como centro de preparación multifuncional, debe tener una anchura ideal de 60cm para contar con el suficiente espacio de trabajo. Además, se recomienda una altura de 10 cm debajo de la altura del codo. En cuanto a su ubicación, lo ideal es colocarlo junto al lavavajillas para así acortar recorridos.
Una correcta organización del espacio de almacenaje también es clave para lograr una cocina funcional y ergonómica. En cuanto a medidas, los profesionales de AMC recomiendan que la profundidad de los muebles altos sea de 35 a 37 cm, con una distancia entre ellos y la encimera de entre 60 y 70 cm. Los módulos superiores suelen colocarse a 140 cm del suelo, basándonos en la altura media de los usuarios.
DISTRIBUCIÓN
En la mayoría de los casos, la cocina es el espacio más llamativo y con más movimiento de un hogar, por eso es tan importante plantearse muy bien una buena distribución y organización del espacio, orientado a la funcionalidad y al diseño.
Cocina de una fila: como solución básica, deberá tener una longitud mínima de 3,60 metros para que resulte funcional.
Cocina de dos filas: ofrece más comodidad al ser los recorridos más cortos. Deberá preverse para ello, como mínimo, 1,20 m. entre dos filas de armarios, toda vez que hay que incluir la necesidad de espacio para abrir las puertas.
La forma en L es apropiada para las cocinas con determinadas posiciones de puertas y ventanas, acondicionando un lugar para comer.
Las formas en G o en U, resultan aún más confortables, pero debemos contar con una anchura mínima de 2,40 m.
La cocina independiente en el centro o con isla central es muy buena opción si disponemos de una cocina de grandes, aunque debemos contar con un espacio mínimo libre alrededor de 90cm. Precisaremos también llevar a la parte central instalaciones de agua y luz.
ELECCIÓN DE MATERIALES
La elección de los materiales es básica y esencial a la hora de plantear una reforma si se quiere tener garantía de durabilidad. Tanto en encimeras, barras de cocina, como en el propiomobiliario se precisa que los materiales tengan ciertas características de resistencia a altas temperaturas, al rayado o abrasión, pero también que sean fáciles de limpiar. Algunos de los más utilizados son los siguientes:
Los laminados son los materiales más habituales en el mobiliario de cocina por ser económicos, resistentes e impermeables.
En su caso, los muebles polilaminados tienen un recubrimiento más moldeable y se adaptan mejor a formas complejas consiguiendo una estética más limpia. Este material también es fácil de limpiar y tiene bastante resistencia y durabilidad.
Por otro lado, los lacados son algo más delicados ya que la terminación en brillo es algo más propensa a rayarse, aunque ya están disponibles en una gran gama de colores y diseños.
La madera sigue siendo uno de los más materiales más apreciados para muebles en general. Hoy en día hay una gran variedad colores y acabados. Suelen tener una alta durabilidad, pero también requieren mayores cuidados de mantenimiento.
A pesar de éstas útiles recomendaciones, AMC asegura que la figura del profesional en el planteamiento de una reforma es imprescindible y siempre merece la pena apostar por fabricantes locales con producción en España como expertos y conocedores de la forma de entender la cocina española. Además, éstos ofrecen más flexibilidad, así como un mayor cuidado de los detalles, muchas veces eliminando la burocracia y ganando en agilidad y eficiencia en la reforma.