La frikada de un arquitecto madrileño. Su nombre es Andrés Mariño y acaba de presentar en COSENTINO City Madrid su Mecedora FLECT (por su momento flector), cuyo moderno y único diseño traza una linea entre lo antiguo y lo actual, lo artesanal y lo tecnológico. «Es un objeto moderno, un intento de lo que creo que puede ser la mecedora de 2020», expuso en su presentación.
Con la estrecha colaboración de Carpintería MONTANINO, que será fabricante del producto, este joven diseñador, creador de MARINOMAZA Furniture & Lighting, ha conseguido esta línea de muebles realizados con madera maciza curvada al vapor, en la que también se incluye su silla NINA (Mecedora Flect & Silla Nina). Ambas están ya en el mercado.
Mariño es un arquitecto que apuesta por proyectos bellos y únicos. Con esta mecedora, que ha desarrollado junto a MONTANINO, que fue exhibida en la Feria del Diseño en Estocolmo y ahora se presenta en Madrid, sin duda lo ha conseguido.
Siempre ha sentido fascinación por la madera y por el mundo náutico y las formas orgánicas de esos objetos que parecen estar en movimiento pero que están quietos, y así lo ha trasladado a su línea de muebles, realizados con madera maciza curvada al vapor.
Para ello, primero dibuja en papel, luego lo corta en tiras y comprueba. No hace maquetas porque «no es un tetris, no está hecha de piezas modulables», explicó durante el acto.
«No todas las madera doblan», por lo que para este diseño Mariño se limita al uso de algunas muy determinadas. «Hay menos de diez maderas frondosas que pueden doblarse», y aunque el fresno es la estrella por su veta bonita y larga, también trabaja con el nogal y con el cerezo, el haya y el arce. Trabaja con una base de tiras más gruesas de fresno y añade luego un toque «de color» con otras maderas, todas americanas «porque doblan bien y la veta es bonita», precisó.
«Ahora hay 14 en el mundo, es un diseño único en el mundo. No hay nada igual, curvado en madera. Si te pones a buscar en internet te saldrán dos frikadas como la mía, la gran mayoría son mecedoras clásicas», ha señalado.
En sus diseños busca belleza y función, y en esta mecedora ha encontrado una silla que no solo mece sino que bota, con una estructura ligera y eficiente y con el mínimo de desperdicio de material posible. Según explica Andrés Mariño, «la clave son los moldes»; el doblado es a base de vapor y para ello se dispone de muy poco tiempo y tienen que participar varias personas.
«En mi taller hay una gran colección de piezas rotas», señala sonriendo y reconociendo que el proceso no ha sido lineal sino que ha habido muchas equivocaciones hasta llegar a este resultado, que en el caso de la mecedera FLECT, a la estructura de madera se le une un material natural como es el cuero, «un buen solapamiento», afirma Mariño, barajando también otras nuevas versiones.
«Me encantan las mecedoras», así de simple. Con estas palabras este joven diseñador -que no novel- ha mostrado un mueble que para él guarda también una relación «estrecha» con las familias, que pasa de generación en generación y que sirve para todas las edades, ahí radica también su versatilidad.
El otro proyecto que fue presentado ayer en la el City de Consentino es la Silla NINA. En homenaje al nombre de su primera clienta. También es un mueble elaborado íntegramente en madera. En ella, Mariño ha buscado sobre todo minimizar esfuerzos, y también tiene ya varias versiones, que se pueden contemplar en su página web.