Hay cosas que se construyen para durar, incluso en el diseño de interiores. Un ejemplo es el escritorio Resolute, en el que se han sentado 27 presidentes estadounidenses en el despacho oval de la Casa Blanca desde 1879. El escritorio Resolute lleva 140 años en uso; antes, la madera con la que está hecho sirvió durante 29 años como parte de un barco de expedición polar que navegaba por los océanos del mundo.
Aunque los escritorios modernos ya no tienen la opulencia del escritorio Resolute, la madera maciza sigue siendo un material que garantiza una larga vida a los muebles. Nos gustan los muebles de madera maciza en nuestros salones y dormitorios, y también en la oficina. Y no sólo en la oficina de casa, sino también en los edificios públicos y comerciales.
Los muebles de madera maciza son un medio para que las empresas demuestren su política corporativa ecológica y sostenible. La madera puede ser un punto de partida útil en este sentido, al igual que la reducción del consumo de papel o las bicicletas de empresa. «El mobiliario de oficina forma parte del equipamiento esencial de las empresas. Demostrar su compromiso con la sostenibilidad a sus empleados y clientes es un paso importante y bueno hacia la protección del medio ambiente y el clima a gran escala», afirma Andreas Decker, miembro de la asociación de muebles de madera maciza Initiative Pro Massivholz (IPM) y director general de Möbelwerke A. Decker. La madera maciza almacena el dióxido de carbono durante mucho tiempo. Por tanto, puede mejorar la huella de carbono de una organización, y más aún si la materia prima procede de bosques sostenibles.
Los muebles de madera natural también pueden contribuir de forma importante al clima interior. Su superficie de poros abiertos absorbe las sustancias nocivas del aire, convirtiendo el mueble en un filtro de aire. La madera también tiene características higroscópicas y ecualizadoras: puede absorber la humedad de la atmósfera y volver a liberarla después. De este modo, regula la humedad de la habitación.
El duramen de haya, el roble silvestre y el arce son especialmente populares para los muebles de uso intensivo. Las maderas ricas en texturas confieren a un mueble un carácter inconfundible y hacen que cada pieza sea completamente única. A diferencia de los muebles laminados, estas maderas duras evitan que las superficies se vuelvan poco atractivas por el uso. Los anillos de café o té, los arañazos de las carpetas de anillas y los trazos de bolígrafo pueden eliminarse fácilmente. Las superficies usadas pueden simplemente lijarse y aceitarse para darles un nuevo aspecto.
Fotografía principal: Muebles de madera maciza de Möbelwerke A. Decker. Foto: Möbelwerke A.
Fuente de la noticia: imm Cologne 2022