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MONTES DESIGN robotiza su fábrica de muebles

Es el mayor fabricante de mobiliario de Castilla y León.

MONTES DESIGN, la mayor empresa del sector en Castilla y León, ha invertido 1,8 millones en tres máquinas de HOMAG de última generación que le permitirán doblar la producción en su planta de Santecilla (Burgos). Es el fruto de un trabajo de ingeniería desarrollado por SCHULER Consulting, con la colaboración técnica y fabricación de los equipos por parte de la prestigiosa firma alemana.

El crecimiento de la empresa menesa MONTES DESIGN S.L.U. desde 2004 ha sido exponencial, pero puede llegar a serlo aún más, una vez concluya el montaje de la nueva maquinaria robotizada que revolucionará su sistema productivo y le permitirá doblar su actual capacidad de fabricación de muebles con un máximo de 15 trabajadores más.

Antes de llegar a materializar esta inversión de 1,8 millones, la empresa radicada en el polígono industrial de Santecilla de Mena, ha vivido un proceso de constante apuesta por la I+D, que la ha llevado a registrar hasta 18 patentes, ocho solo en los dos últimos años.

El empresario José Montes y un equipo joven y con vocación que se ha formado en MONTES DESIGN son algunas de las claves de esta firma especializada en la fabricación a medida de dormitorios juveniles y de matrimonio. Sus revolucionarias soluciones sirven para aprovechar los espacios más pequeños mediante innovadoras aperturas de las puertas de los armarios o camas y mesas extensibles.

Detrás de ellas ha estado la mente incansable de José Montes y «mucho sacrificio».

«El ADN de esta empresa es que una semana sí y otra también, José nos traiga nuevas ideas». Lo dice su mano derecha, Antonio Hernández, quien ha sido el gerente de MONTES DESIGN desde que iniciara su despegue en 2008, al trasladarse desde su antigua nave de 2.000 metros a la actual, cinco veces mayor.

El empresario crea maquetas o bocetos de sus soluciones técnicas, que triunfan en toda España, y su equipo de ingenieros e informáticos los traslada al software del ordenador. Desde ahí las órdenes pasarán a un golpe de click a las nuevas máquinas robotizadas, que el estado de alarma cogió en pleno montaje. Los más de veinte mecánicos que estaban llevando a cabo su instalación y pruebas han tenido que abandonar el trabajo hasta nueva orden, pero José Montes espera poder ponerlas a trabajar a lo largo del verano. Con ellas, la planta podrá llevar a cabo el 90% del proceso productivo, mientras que el 10% restante seguirá dependiendo de antigua maquinaria y procesos manuales.

Los robots con los que José Montes «soñaba», aunque creía que nunca iba a conseguir implantar en su empresa, han sido creados en Alemania y serán capaces de fabricar «el doble en menos espacio y con mucha menos plantilla». Pese a ello, «el proceso de tecnologización de la planta no va a destruir empleo, al contrario, lo aumentará, porque será necesaria más mano de obra para atender el crecimiento de la producción», como explica el empresario.

El Ceder Merindades acaba de dar una ayuda de 90.000 euros a MONTES DESIGN, una gota en la potente inversión realizada, pero que el empresario la agradece, al igual que el apoyo que siempre ha obtenido del sector bancario y ahora especialmente del Departamento de Empresa de Cajaviva Caja Rural.

A ALEMANIA EN 2021

El contacto con una gran cadena de venta de muebles alemana, a la que espera comenzar a suministrar en 2021, está entre los motivos de esta apuesta por la robotización. Dos máquinas de corte y canteado por robots, que se unirán mediante un retorno inteligente y contarán además con el soporte de un almacén inteligente.

En sus celdas se podrán apilar 90 tableros de 30 colores y tres grosores diferentes, que el robot irá eligiendo para realizar el corte necesario, buscando siempre el mínimo desperdicio de material. Otra de las claves será que los muebles podrán salir a la medida de cada pedido, sin incremento alguno del precio final. El empresario bromea: «Siempre digo que hacemos trajes a medida, pero a precio de Zara».

En la actualidad, MONTES DESIGN tiene entre sus clientes a marcas tan conocidas como Muebles Rey, pero también a más de un millar de tiendas de venta de muebles repartidas por toda la geografía nacional. Asimismo, exporta a Marruecos. En la reciente Feria del Mueble de Zaragoza logró vender 300 dormitorios que irán a las exposiciones de otras tantas tiendas repartidas por toda España. La pandemia ha obligado a cerrarlas temporalmente, por lo que casi todos los pedidos están en el almacén. Durante la primera quincena del estado de alarma, la fábrica de Santecilla continuó produciendo, pero la empresa ha terminado solicitando un ERTE por fuerza mayor que se le ha concedido hasta que puedan reabrir los comercios, dado que carece de espacio para seguir almacenando producción.

Los números de MONTES DESIGN han ido subiendo como la espuma. Conocer el pasado de su propietario ayuda a comprenderlos. Cuando tenía 9 años comenzó a colaborar en el negocio familiar. Su padre, José María Montes, quien falleció prematuramente en 2004, le obligaba a poner tiradores y hacer ranuras cuando salía del colegio o los fines de semana. Entonces no le gustaba. Ahora «lo agradece». Cuando José Montes hijo cogió las riendas, la empresa pasó de 9 a 50 trabajadores en cuatro años. Su primera patente «fue una bomba», recuerda. Se trataba de un sistema curvo corredero que permitía un acceso muy bueno a los armarios rinconeros. Los pedidos se multiplicaron y con ellos llegó el traslado a la nueva nave.

Pero no solo fue la patente, sino cómo la dio a conocer este empresario de raza. Cuando su padre falleció perdió su principal cliente. Entonces, con su primera patente y un pequeño camión, donde transportaba un dormitorio completo montado, comenzó a recorrer España él solo. «Pasaba un mes sin volver a casa», recuerda. Se perdió la infancia de sus hijos, pero conoce a los dueños de más de 2.000 tiendas y sigue haciendo 180.000 kilómetros al año, ahora dando apoyo a 25 comerciales. Su tenacidad le llevó a pasar de una facturación de 540.000 euros cuando cogió las riendas del negocio a 5 millones en sus primeros cuatro años. La curva ha seguido creciendo y parece imparable.

Texto y fotografía: Diario de Burgos