ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón) da la bienvenida a la sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que desestima la demanda del Ayuntamiento de Teo contra la resolución de no inclusión del género eucalipto en el Catálogo español de especies exóticas invasoras. ASPAPEL celebra esta sentencia por lo que supone para garantizar la continuidad de las plantaciones de eucalipto, esenciales tanto en el desarrollo rural de nuestro país como en la mitigación del cambio climático por su rol de grandes sumideros de carbono.
Las plantaciones de eucalipto en nuestro país suponen el 3,4% de la superficie forestal arbolada y proporcionan el 40% del total de la madera que utilizan las industrias forestales.
Las plantaciones españolas de eucalipto ocupan unas 645.000 hectáreas, fundamentalmente en Andalucía, Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco y son las masas forestales más productivas del país. La madera de estas plantaciones se destina a la fabricación diversos productos derivados de madera (celulosa, madera de sierra, tableros, bateas, etc.).
El eucalipto es fundamental en la renta agraria de agricultores y propietarios forestales y en el desarrollo socioeconómico en las áreas rurales. Solo en Galicia el eucalipto proporciona unos ingresos anuales de 300 millones de euros a más de 80.000 propietarios forestales en el medio rural, muchos de ellos agricultores o ganaderos, que complementan así sus ingresos. Y solo en Galicia hay más 1.800 empresas vinculadas a la madera de eucalipto
Las plantaciones de eucalipto contribuyen además de manera muy significativa a la mitigación del cambio climático, dado que por su rápido crecimiento son eficientes sumideros de CO2 (30 toneladas de CO2 por hectárea y año, llegando a almacenar 500 toneladas de este gas de efecto invernadero al final del turno por hectárea). Las 645.000 hectáreas de plantaciones de eucalipto en España suponen 65 millones de toneladas de CO2 fijadas.
Todos nos felicitamos en Galicia por esto. De cualquier forma estos grupos pseudoecologista hacen un ruído desproporcionado al escaso apoyo y representación que tienen en el mundo rural.
En Galicia todos los periódicos hacen eco de cuando cuatro pirados se echan al monte a arrancar eucaliptos; en cambio no dicen nada cuando varios miles de gallegos los cuidan en sus terrenos cada fin de semana.