por

El laboratorio al rescate de la dignidad de la madera

La tarde del viernes 7 y la mañana del sábado 8 de Octubre, mientras la ciudad de Lugo celebraba las fiestas en honor a San Froilán, Don Manuel Guaita celebraba sendos juicios sumarios a la madera estructural frente al consagrado acero.

En una intervención digna de los torneos que por defensa de la justicia se disputaban en los libros de caballería que nuestro hidalgo Don Quijote tanto amaba, el Dr. Guaita planteó una campaña entre cuatro contendientes para que demostraran quién de ellos era el más resistente en función de su peso.

 

El planteamiento

 

Antes del desenlace de esta competición que forma parte del programa del «máster de la Ingeniería de la madera estructural de la Universidad de Santiago de Compostela», se procedió a mostrar al alumnado del mismo cómo se reconocen y caracterizan las piezas de madera aserrada estructural según la norma española.

 

Se caracterizaron visualmente tres piezas de madera estructural de pinus silvestris de las cuales una quedó descartada ya en esta etapa.

 

Tras la selección visual se procedió a la estimación matemática de los valores de densidad, resistencia y módulo de elasticidad de cada pieza mediante el uso de diversas técnicas no destructivas que vienen a ser utilizadas en la actualidad. Mediante este procedimiento se obtuvieron unos valores que, siendo ajustados a la normativa, nos permitía encuadrar la capacidad portante mínima de cada pieza.

 

Una vez hubo el profesor Guaita demostrado, con la pasión que le caracteriza, como su enorme alarde de control del último estado de la realidad normativa conjugada con el uso del aparataje de estimación no destructiva de la madera nos llevaba a una claridad diametral donde antes solo había duda y sospecha para con las maderas contendientes, nos dispusimos a comprobar en laboratorio cómo éstas cumplían con su deber.

 

El enfrentamiento

 

Como contendientes se propusieron dos vigas de madera aserrada, una de madera laminada y el erróneamente considerado rey de las estructuras, el acero.

 

Se consideraron las mayoraciones y minoraciones oportunas para colocar a los diferentes contendientes en el mismo nivel y se testaron las cuatro piezas a las mismas condiciones de ensayo.

 

El test principal fue comprobar cuantos kilos se pueden cargar en cada viga antes de superar la deformación que exige la norma para los materiales estructurales en el acero y en la madera.

 

Después, se testaron las piezas de madera hasta su rotura para comprobar si la clasificación realizada anteriormente era válida y teníamos un material a la altura del servicio exigido en una estructura.

 

Los resultados

 

Se sometieron a prueba los cuatro contendientes tal como hemos referido anteriormente y la clasificación de los contendientes fue:

 

1. Madera aserrada estructural con clasificación C22/MEG según la norma española, 48Kg con exceso de humedad sobre el 12 por ciento de aproximadamente 6 puntos y por tanto con una resistencia real minorada. La pieza era casi perfecta por la ausencia de nudos importantes.

 

2. Madera laminada encolada con clasificación GL24h con un peso de tan solo 30 Kg y un 10.6% de humedad, lo que mejora su resistencia.

 

3. Perfil IPN de acero con exactamente 40Kg de peso.

 

4. Madera aserrada con clasificación y valores de peso y humedad similar a la primera pero con una cantidad de nudos importantes tanto en número como en tamaño, lo cual la situaba al borde de poder considerarse C22/MEG según norma española.

 

Moralejas

 

• La madera es un material que, en cuanto a la capacidad portante que tiene en relación a su peso, es superior a la de materiales tan apreciados como el acero.

 

• Que la anterior afirmación es menos cierta conforme crecen en número e importancia de los defectos de la misma como son los nudos y las desviaciones de sus fibras.

 

• Que la clasificación estructural según la norma española para grandes escuadrías está demasiado simplificada porque sólo contempla la C22 cuando existe mucha madera que supera la C30. Esto significa que minusvaloramos la calidad de muchas de nuestras maderas y que queda mucho trabajo por hacer.

 

• Que elegir madera para construir es una decisión absolutamente responsable si esta viene correctamente clasificada porque elegir acero significa elegir la contaminación que exige su fabricación y no nos aporta una solución mejor.

 

Como última moraleja… tener fe en algo es bueno, comprobar que lo es, mejor. Manuel Guaita nos ha demostrado por medio de su alto conocimiento científico-técnico que la madera es una opción estupenda no por la simpatía que queramos tenerle al material, sino por su valía puesta a prueba positivamente en el laboratorio.

 


Manuel García Barbero


Consultor para proHolz Austria en España