Un suelo en madera es una elección óptima por distintas razones. Se trata de un pavimento que es ecológico, confortable, resistente, aislante, duradero, saludable y que revaloriza el espacio donde está colocado.
Además, ofrece la posibilidad de mantenimiento, es de sencilla reparación, y asequible. Se adapta también a todos los estilos y, en los últimos años, ha sido y es objeto de infinitas innovaciones técnicas y de diseño.
Los beneficios medioambientales de los suelos de madera son irrefutables. Se trata de un producto natural, y es un material reciclable. El consumo energético en su fabricación e instalación es muy bajo.
Hay que resaltar el hecho de que aumentando el consumo de productos fabricados en madera contribuimos a preservar los bosques y favorecemos que éstos sean gestionados de manera sostenible.
Otra característica que añade valor a un suelo de madera es su gran resistencia. Precisamente, esa firmeza permite su uso en situaciones de alto tránsito como aeropuertos o comercios, y también de alto impacto como en recintos deportivos, gimnasios, salas de baile, en los que su mezcla de resistencia y flexibilidad les hace insustituibles. A lo que se suma la facilidad de reparación en caso de sufrir algún daño.
La madera es un buen material aislante. Térmicamente, tanto en situaciones de altas, como de bajas temperaturas, en interior y en exterior. Sus altas propiedades aislantes permiten que su contacto no agreda, y hace las construcciones más eficientes.
En la mente de todos está también su cualidad acústica. Un suelo de madera no suena ni hace ruidos por sí mismo, a no ser que lo que se quiera sea un suelo “ruiseñor”. Como curiosidad, cabe recordar los suelos de madera anti-intrusos en el Japón feudal, preparados para hacer ruido al ser pisados. Se usaban como método de seguridad, para asegurarse que nadie pudiera andar por las viviendas sin ser detectado. Ahora, claramente, no es algo habitual, es otro el objetivo.
En cuanto a su durabilidad, es incuestionable. Existen numerosos ejemplos de suelos con cientos de años y que en muchos casos se renuevan de forma parcial. Tenemos varios ejemplos en Versalles: Galería de los espejos colocado aproximadamente en 1670 y renovado en 2007 (337 años de parquet), y Haddon Hall: Reino Unido S XV.
Junto a las cualidades mencionadas, decir madera es decir calidad.
En general, para la gran mayoría, suele ser un suelo asequible. Esa es otra de sus ventajas, y más en la sociedad actual.
Con la gran oferta de diseños que hay, actualmente, la madera se adapta a todos los estilos de decoración. Sin duda, los límites están solo en la capacidad de imaginación.
Desde el punto de vista de la salubridad, un suelo de madera es garantía de salud ya que se trata del pavimento idóneo para las personas que padecen algún tipo de alergia porque no acumula moho, ácaros del polvo, polen o cualquier otro agente perjudicial. Algo que también debe tenerse en cuenta.
Pero tiene más ventajas añadidas. Su capacidad de transpirar provoca la ausencia de las condensaciones y los tan temidos mohos, muy peligrosos. No produce contaminación electromagnética y es un buen regulador de la humedad. En cuanto a la calidad del aire dentro de una vivienda es mejor con suelos de madera que con otras opciones de pavimentos, tal y como se advierte desde la Agencia de la Protección Ambiental de EE.UU.
Los avances en el conocimiento de la madera y su estabilización permiten, con total seguridad, ofrecer este producto con garantía.
Hoy en día gran parte de las empresas fabricantes de parquet cuentan con unos sistemas de control rigurosos y constantes.
De la misma manera se han innovado los sistemas de instalación. Por ejemplo, para la colocación del suelo pegado se han desarrollado nuevas colas mono-componentes que ha supuesto un gran avance, ya que su elasticidad permite que la madera realice variaciones volumétricas invierno-verano.
Como quedó dicho más arriba, los pavimentos de madera con compatibles con la calefacción o refrigeración radiantes.
Sin duda, los grandes avances de la industria química para los acabados de la madera han sido una de las grandes innovaciones del sector.
Los nuevos productos de acabado de la madera aportan un nuevo horizonte a estos suelos. Permiten un mantenimiento fácil y la variedad de colores concede al diseñador o decorador infinitas posibilidades en sus proyectos.
Es incuestionable que, hoy más que nunca, el suelo de madera es tendencia, con una gran variedad de posibilidades, composiciones -histórico, espiga, adoquín, envejecido, combinando distintos anchos, formatos grandes, anchos, gruesos, finos, largos, con diferentes perfiles-, colores a elegir según gustos, necesidades, prioridades y tendencias. La madera en el suelo es, en definitiva, calidez y confort.
MADERAS GARCIA VARONA