Ahora que estamos en la economía de la experiencia, ¿qué podemos hacer para que la experiencia de compra de nuestros clientes sea estimulante, divertida y envolvente?
Pues una posibilidad es mostrarles unas maravillosas imágenes fotográficas realistas… con las que puedan hacerse una mejor idea del resultado final.
La idea es bonita, pero tiene 3 grandes limitaciones…
- Para tener imágenes realmente parecidas a las fotos, se necesitan horas y horas de cálculo de ordenadores súper potentes y caros, que muchas veces se compran para dedicarlos sólo a esta actividad.
- Si un cliente quisiera ver el mismo entorno, pero con una pequeña variación… un color, un objeto… habría que pedirle al cliente que volviera al cabo de 1 o 2 días.
- Es estático… así que no es muy entretenido, no es muy envolvente y es difícil sumergirse en él.
Este último punto es el más grave y no lo digo yo…
¿Por qué Youtube es el segundo motor de búsqueda del mundo?
¿Por qué Facebook desde 2016 está haciendo inversiones millonarias en la industria del video?
Porque a todas las personas les gustan los vídeos, les gustan las situaciones dinámicas, les gusta sentirse parte de la escena, les gusta sumergirse en ella.
A efectos de venta es de fundamental importancia poder sumergir al cliente en el entorno que has diseñado para él, moviéndote en su interior le quitarás las dudas y los miedos que de otra manera se quedarán en su cabeza.
Ni el más bello de los renders será capaz de despertar las emociones de una escena dinámica.