Karim Kalil Bou, gerente de FUSTAKIA: “No hay madera mala, sino mala aplicación”

Pronto, tarima tropical sostenible ecológica.

FUSTAKIA es una empresa especializada en la fabricación de suelos de madera para exterior, que acaba de rebasar su décimo aniversario. El consumo responsable de madera figura como premisa de esta empresa catalana, cuya estrategia de sostenibilidad pasa también por aprovechar los listones cortos de madera de alto valor, aunque pequeño formato.

“No hay madera mala, sino mala aplicación”, afirma tajante Karim Kalil Bou, gerente de Fustakia. De hecho la acacia es, posiblemente, uno de sus materiales preferidos. Con él empezaron su andadura, con la intención de abrirse mercado, pero en ese camino se dieron cuenta de que existía un hándicap. Ese hándicap era que, al tratarse de un árbol no muy grande, no ofrecía grandes cantidades de madera, posibilidad que sí les daría a posteriori las maderas tropicales.

“Empezamos fabricando pavimentos de exterior, y después introdujimos la tecnología del finger-joint, con ciertas mejoras para su aplicación en los suelos y revestimientos de exterior. El objetivo era conseguir “dar estabilidad, limpieza y resistencia suficiente a la madera”.

La experiencia ha demostrado que este tipo de uniones de las piezas de madera no se rompen por uso, pese al paso del tiempo y al envejecimiento del suelo, sino que igualan e incluso superan a las prestaciones de la madera maciza.

FUSTAKIA se decanta por el “finger-joint”

Según Karim Kalil Bou, las investigaciones llevadas a cabo concluyeron que “la unión dentada da resistencia suficiente a la madera”. Incluso se comprobó que si alguien se empeña en romperla, la rotura no se produce en el punto de unión; tal es la fuerza del adhesivo. A partir de ahí, se comenzó a desarrollar una producción de pavimento de acacia mediante el sistema finger-joint o de unión dentada, que poco a poco se trasladó a otras especies: las tropicales.

El resultado no fue sólo estabilidad en la madera, sino rendimiento del material y, finalmente, un valor de sostenibilidad. El rendimiento de la madera de acacia pasó de un 22% aproximadamente en tablones macizos a ser del 35% y hasta un 40% con el sistema de optimización con finger-joint. El gerente de FUSTAKIA hace hincapié en cómo con el uso de este sistema se puede satisfacer las mismas necesidades del mercado, incrementando notablemente el rendimiento de cada árbol, reduciendo por tanto la tala de árboles, dando al bosque un mayor margen de crecimiento.

 

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¿Cómo definiría Vd. el sistema finger-joint?

El finger-joint o sistema de unión dentada de piezas de madera es una solución sostenible en la filosofía general de la gestión forestal.

¿Sigue siendo reacio el cliente a la madera que exhibe las uniones mediante el sistema finger-joint?

Existe cierto rechazo, pero es más bien cultural. La gente no conoce bien, y la mayoría entre quienes lo conocen piensan que el finger sólo sirve para interiores. Aunque hay falta de conocimiento, cada vez más la gente lo entiende y lo va aceptando.

¿Qué lleva a un cliente a aprobar finalmente este sistema?

El componente económico tiene su peso, y cuando dices que es un material más estable y resistente también se tiene en cuenta. Por supuesto, les convence que con este sistema se puede generar lamas de hasta 6 metros de largo.

Naturalmente, también importa el valor sostenible que hay detrás. Lamentablemente, este argumento es secundario, cuando realmente con ello estamos contribuyendo a preservar nuestra masa forestal.

¿Qué plan de desarrollo tiene establecido en su empresa para los próximos años?

Evidentemente, vamos a seguir trabajando con la acacia, pero esta especie ya no representa el volumen total de nuestra producción. Trabajamos para introducir en el mercado maderas tropicales, con una connotación ética.

Pronto, tarima tropical sostenible ecológica

¿Qué quiere decir esto?

Buscamos colaboraciones con proveedores de madera tropical, para dar transformación a los listones cortos a los que no dan salida o aprovechamiento como si fuera madera maciza-, la podamos recoger, transformar con el finger-jointing, y luego vender.

¿Cuál es el nivel de aceptación?

Empieza a tenerla. Aunque hay reticencias, sobre todo por parte de los arquitectos, por motivos estéticos, cada vez hay un mayor convencimiento. Realmente, cuando lo instalas en el suelo, la primera mirada de la gente es de conjunto, no te fijas en el punto de unión.

Poco a poco, también los arquitectos van viendo obras con este sistema y reconocen que no es tan grave o dramático que se muestre esta unión. Es un sistema que, poco a poco, se está introduciendo.

¿Entonces, crece su presencia en el mercado?

Sí. La gente se va dando cuenta de que en las mismas condiciones estamos ofreciendo un producto más ético y técnicamente más resistente y fiable. Y eso gusta.

¿El precio?

Es también algo más económico. Hablaríamos de una variación entre el 10 y el 12%.

¿Por qué madera? ¿Cree Vd. que este material resistirá la creciente competencia de otros alternativos como el plástico, resinas, composites, etc.?

Es un material noble con el que se viene trabajando toda la vida y no hay razón para dejar de hacerlo.

Ciertamente, hay otros materiales con los que se puede trabajar como los plásticos, resinas o composites, pero no ofrecen ventajas con respecto a la madera como para decantarse por ellos. Ni siquiera desde el punto de vista económico.

Quienes fabrican productos como el composite venden como ecuación de marketing que es más estable y requiere menos mantenimiento. Personalmente he de decir que he pisado descalzo suelos de composite y concentran mucho calor. No es lo mismo que pisar un suelo de madera, que es más natural y más agradable al tacto.

Así, no creo que estos productos puedan sustituir a la madera. En todo caso, no dejan de ser otras opciones a elegir, para quien renuncie a disfrutar de un auténtico suelo de madera.

¿Todavía no ha echado raíces una cultura de la madera en el mercado actual?

Ese es el gran handicap. Hay una falta de cultura de la madera. Lo cierto es que no nos podemos comparar con los países nórdicos. Hay mucho temor al suelo de madera y a su mantenimiento cuando hoy en día, además de que se han desarrollado muchos productos de tratamiento, una buena madera de exterior no requiere apenas de este mantenimiento. En mi opinión se trata más bien de un tema estético para mantener el color de la madera y que esta no se vuelva gris, pero no afecta ni a la calidad ni a su durabilidad.

Esto pasa en España, pero en los países del norte o centro europeos esto no importa. Aunque hay que reconocer que los rayos ultravioleta tienen una incidencia inferior en aquellos países que en el sur de Europa.

Cedro Rojo, Madera Termotratada, Pino Douglas y Acacia (Robinia): ¿Qué prestaciones encuentra FUSTAKIA en estas especies y tratamientos?

Como le comentaba anteriormente, no hay madera mala sino mala aplicación. Para el uso al exterior la naturaleza nos ha brindado maderas preparadas o resistentes; estas cuya propia composición química les protege de ataques de insectos. Aunque quedan muchas por descubrir, ya disponemos de una clasificación de estas maderas por zonas y en función del ataque de los propios insectos.

“No hay que ser esclavo de la madera”

Maderas como el cedro rojo se pueden utilizar en el exterior sin tener que hacer ningún tratamiento. Las maderas termotratadas también se hacen resistentes al exterior tras pasar por un proceso que no deja de ser poco ecológico (por el consumo energético elevado) y que como consecuencia tiene un coste económico añadido, pero se usan también mucho.

En cualquier caso, por qué vamos a utilizar, por ejemplo, un pino tratado si hay un pino Douglas que es tan bueno y que sirve para exterior.

En cuanto al Pino Douglas, está clasificada dentro de las maderas aptas para uso exterior pero no se puede poner en zonas de agua marina o en contacto permanente con el suelo. Sin embargo, tanto la Acacia (Robinia), como la teka, sí que están incluidas dentro de las muy durables.

 

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¿Qué productos y sistemas de acabado prefieren para exterior?

Siempre digo que la buena madera de exterior no requiere de muchos tratamientos. Una buena hidratación es vital para evitar micro fisuras en clima de mucho sol, como el nuestro.

¿Con qué productos?

Aunque parezca mentira, contrariamente a lo que piensa mucha gente, una forma sencilla y barata de hidratar la madera es el agua. El agua no es enemigo de la madera. Un árbol vive de agua. Si vamos tonificando la madera podemos evitar que se agriete.

También es recomendable una buena mano de aceite, a principios y finales de verano para tonificar, y poca cosa más. Además, hoy existen unos productos muy buenos en el mercado.

¿Cómo sugiere que se debe realizar la instalación del pavimento?

En exterior siempre recomiendo al cliente sistemas de fijación con tornillos. El tornillo bien puesto no es antiestétcio y es la mejor fijación, aunque tiene menos aceptación que los sitemas con grapas, que su usan mucho en España, menos en otros países europeos. Tenemos que pensar la madera tira con mucha fuerza y es imprescindible una buena fijación para una larga vida del pavimento.

¿Plantean a su cliente algún programa de mantenimiento de suelos y fachadas?

Normalmente lo que les decimos es que no sean esclavos de la madera. Un aceite de vez en cuando, y limpiarla antes con algún detergente suave.

En cuanto a las fachadas, en general, sufren muchísimo menos que los suelos. Normalmente aguantan mucho más, con lo cual, su mantenimiento es mínimo.

¿Han funcionado bien los pavimentos de madera junto a las piscinas?

Haciendo las cosas bien, la madera junto a la piscina es una solución ideal, perfecta. Representa un material noble, natural, que ofrece estética, confort, valor añadido y no su calienta tanto como otros materiales, sintéticos o naturales.

¿Observan que progresa el segmento de las fachadas de madera en el mercado español?

Debido a la crisis del sector inmobiliario y a que no se ha activado todo lo deseable la actividad en la rehabilitación, todo se ha estancado bastante. Afortunadamente, en los últimos años ha habido una evolución hacia las fachadas ventiladas, y aquí la opción de la madera es buena. Es un buen aislante, con un coste más bajo que otras alternativas.

La madera tiene mejor comportamiento térmico que el ladrillo y es una buena opción en climas como el nuestro. En verano, además, detiene el calor, que no traspasa la fachada ni invade la estancia.

FUSTAKIA posee una oficina técnica: ¿Progresa el diseño a medida en el universo de los pavimentos de madera?

En los inicios, hemos desarrollado varios perfiles, tal como el Eramo, Versatil, y otros. Hoy en día hay tantas opciones estándar en producción y tantos modelos, que tanto la tienda como el consumidor final están abrumados de posibilidades. El trabajo a medida se hace innecesario, en general. Salvo para diseñadores o arquitectos que piden cosas específicas, hay suficientes diseños para satisfacer todos los gustos.

Por último, ¿qué distingue al sistema de colocación “Bricodeck”, patentado por FUSTAKIA?

Bricodeck es algo distinto. Es un sistema que nace para el sector del “bricolajero”, es decir, aquel que quiere montar diez metros en su terraza y no quiere complicarse con obras. En España, como no somos gente de mucho bricolaje, no es un concepto que vaya adquiriendo fuerza. Sin embargo, este sistema está funcionando muy bien en el mercado americano, porque allí tiene más incidencia el bricolaje.

¿Con qué productos novedosos está trabajando actualmente FUSTAKIA?

Tenemos en nuestra fábrica maquinaria para producir tarimas y rastreles tropicales en finger, como el ipé. Pronto vamos a sacar al mercado una tarima de tropical certificada con sello FSC, elaborada con sistema finger. Un material que procede de tala controlada y un sistema de fabricación sostenible.

Nuestros principales mercados están en Francia, Bélgica y Alemania. Son los países que principalmente están comprando nuestros productos en finger. Ahora este es nuestro caballo de batalla.

De vuestro producto, ¿cuánto se queda en España y cuanta sale fuera?

Un 80% va afuera, y un 20% se queda en el mercado español.