La interrupción en el suministro eléctrico del lunes ha tenido un efecto inmediato y severo en la industria papelera. Según primeros datos, solo un 10% de las fábricas logró operar gracias a la cogeneración con gas y biomasa. La mayoría experimentó paradas totales, con interrupciones promedio de 15 a 20 horas.
El reinicio fue progresivo y en algunas plantas sigue en proceso. Se han reportado daños materiales importantes —pero no personales afortunadamente— junto con problemas en telecomunicaciones y logística. A pesar de ello, el suministro al mercado no se ha visto comprometido, lo que demuestra la resiliencia y capacidad de respuesta del sector.
Este suceso pone sobre la mesa la urgencia de fortalecer la seguridad energética de la industria, acelerar la modernización de infraestructuras y replantear el papel estratégico de la cogeneración como escudo frente a futuras disrupciones.
Fuente: ASPAPEL