Dentro de los ecosistemas tropicales, las empresas forestales certificadas en gestión sostenible son actores ejemplares, aunque poco conocidos. Estas empresas, certificadas desde hace unos 10 a 12 años por el FSC, y algunas más recientemente por la PAFC, representan un poco más de 5,1 millones de hectáreas, siendo alrededor de 11,5% de los 45 millones de hectáreas dedicados a la industria forestal.
Estos gestores forestales son verdaderos actores económicos, notables en todos los aspectos en diferentes campos, proporcionando una serie de servicios a las poblaciones locales, preservando la biodiversidad y protegiendo la vida silvestre y su hábitat.
Lamentablemente, estas empresas no logran valorizar ampliamente su producción de la madera tropical certificada. El costo generado por su compromiso en este exigente proyecto de RSE, está lejos de ser absorbido por la comercialización de este material en el mercado.
Sin embargo, si pensamos en ello, la venta de la madera certificada permite asumir una parte de los costes generados por la prestación de los “eco-servicios” suministrados por estas empresas. No cabe duda de que estas empresas forestales se encuentran claramente en el mercado de la conservación y contribuyen al logro de la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por las Naciones Unidas (véase más adelante) y a la gestión sostenible.
“Si queremos desarrollar el número de hectáreas de bosques certificados, que hasta ahora sigue siendo insuficiente, y llevar a otras empresas hacia el camino de la certificación forestal, es imperativo que el modelo económico de las concesiones certificadas sea equilibrado” explica Stéphane Glannaz de la sociedad Precious Woods, “para esto, es esencial que el financiamiento destinado a la conservación, ya sea de origen público o privado, apoyen a las empresas certificadas y a aquellas que deseen llegar a serlo. La ecuación es difícil, pero no imposible si los Estados y las mayores empresas del planeta ¡finalmente juegan el juego!”.
17 OBJETIVOS PARA SALVAR EL MUNDO
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODM), marcan el camino a seguir para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos. Responden a los desafíos mundiales a los que nos enfrentamos, incluidos los relacionados con la pobreza, la desigualdad, el clima, la degradación del medio ambiente, la prosperidad, la paz y la justicia. Los objetivos están interrelacionados y, para no excluir a nadie, es importante alcanzar cada uno de ellos y cada uno de sus propósitos para el 2030.
Benoît Jobbé-Duval es el Director Ejecutivo de la Asociación Técnica Internacional de las Maderas Tropicales (ATIBT), una asociación fundada en 1951 y cuya misión es servir a la industria de la madera tropical, desde el bosque hasta el consumidor final.