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Los bosques son vitales para España

En el Día Internacional de los Bosques, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural quiere recordar la importancia de los bosques para la vida en el planeta.

Sus funciones reguladoras del ciclo del agua, su papel crucial en la lucha contra el cambio climático, su capacidad como reserva de biodiversidad de animales y plantas, su servicio como fijadores de tierra evitando la erosión y la desertización, su defensa de cabeceras de ríos, embalses y poblaciones humanas frente a riadas y catástrofes naturales, su producción de materias primas naturales y renovables como la madera, la biomasa forestal, el corcho y otros productos naturales, hacen del bosque el mejor aliado del ser humano por hacer de la Tierra un lugar habitable.

Pero todos estos beneficios directos e indirectos que nos proporcionan los bosques pueden estar en peligro por diversos factores, actuaciones y circunstancias. Las tres principales amenazas que se ciernen sobre los bosques españoles son el abandono rural, la falta de gestión forestal y el cambio climático que traen consigo pérdida de gestión del territorio, pérdida de biodiversidad, de cultura tradicional y de posibilidades de desarrollo para el país.

El cambio climático está acelerando el deterioro de los bosques españoles y debemos actuar a la mayor brevedad para que no lleguemos a una situación irreversible. De todos es sabido la importancia de los bosques como sumideros de carbono y debemos recalcar la necesidad de trabajar para evitar su deforestación y degradación. Pero también, los bosques son uno de los ecosistemas que más sufren estos cambios a pesar de que pueden ser también parte de la solución. Una correcta gestión sostenible de los mismos puede ayudar a reducir la presencia de CO2 en la atmósfera, a fijar más carbono y a mitigar los efectos nocivos del cambio climático. No olvidemos que la madera, principal producto económico de los bosques, almacena el carbono durante siglos cuando se utiliza en construcciones, el arte o productos de consumo diario.

Hay respuestas que resultan netamente positivas en este camino, posibilidades que nos marcan los conocimientos y las nuevas tecnologías que día a día aproximan nuevas herramientas y técnicas a aplicar. Y de todas, la gestión forestal sostenible y el empleo de las ciencias forestales aplicadas en la conservación de nuestros más valiosos espacios naturales suponen la mejor solución para muchos de nuestros retos y objetivos.

El futuro ya es presente, y sus protagonistas son las nuevas generaciones que requieren la complicidad conjunta de todos. Sus retos son nuestras responsabilidades y la capacidad de acción que tengan dependerá de lo que entre todos logremos proyectar. En todo este camino, la superficie forestal y todo lo que aporta al conjunto de la sociedad, va a suponer uno de los pilares del desarrollo.

Invertir en bosques es invertir en calidad de vida. Es responsabilidad de las Administraciones públicas el mantenimiento y conservación de nuestro medio natural que garantice servicios básicos para la vida como el oxígeno, agua, recursos naturales renovables y biodiversidad.

Una mayor inversión en nuestras áreas forestales, además de crear un importante número de empleos directos en áreas especialmente sensibles, contribuye a mejorar su conservación y gestión, reduciendo el número de grandes incendios forestales y sus perjuicios ecológicos, materiales y humanos. La pérdida de bosques supone pérdida de biodiversidad y de terrenos fértiles, pérdida de suelo por la erosión, pérdida de la protección que hacen de las poblaciones humanas, de las cabeceras de los ríos y de los embalses y la pérdida del papel fundamental que juegan en la calidad de las aguas subterráneas. Los bosques son los mejores y mayores aliados para los embalses de agua de nuestro país.

Invertir en gestión forestal sostenible es invertir en desarrollo rural y en la calidad de vida de todos y cada uno de los ciudadanos.

Tenemos una enorme riqueza en los montes españoles totalmente desaprovechada ¿podemos permitirnos el lujo de seguir haciéndolo?