En el Día Mundial del Medio Ambiente, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural quiere llamar su atención en algunos de los principales problemas que amenazan al planeta. La inversión en gestión forestal sostenible es una de las soluciones más importantes que podemos tomar para paliar los efectos de estos problemas.
La pobreza
Es la causa que está detrás de la mayor parte de los problemas ambientales y que tiene su máxima expresión en la explotación excesiva de los recursos naturales como los forestales, los agrícolas, los minerales o el agua dulce.
La pobreza crea las condiciones para que la vida sea una lucha por la supervivencia. Los recursos naturales son una oportunidad para subsistir. Su gestión sostenible es un concepto que no conocen las poblaciones menos desarrolladas y su explotación excesiva crea más pobreza. Una rueda que no somos capaces de parar.
Falta de gestión forestal sostenible
Este es un problema global que tiene efectos distintos en los países pobres que en los países desarrollados.
En los países pobres la falta de gestión forestal sostenible provoca deforestación, lo que trae consigo pérdida de biodiversidad, de riqueza y de posibilidades de desarrollo. Esto provoca más pobreza y comienza de nuevo el círculo. Se pierden al año más de 13 millones de hectáreas de bosque. Las causas directas son: conversión de bosques a tierras de cultivo y ganadería, tala ilegal para leñas y uso industrial de la madera.
Aproximadamente 1.600 millones de personas -más del 25 % de la población mundial – dependen de los recursos forestales para vivir.
En los países desarrollados como el nuestro el problema es la falta de gestión en una buena parte de los bosques. Aunque nuestra superficie arbolada aumenta cada año (296.000 hectáreas de media), tan solo el 12 % de nuestros bosques cuenta con un plan de ordenación de sus recursos.
Si no se gestionan, los montes se abandonan, son un excelente combustible para los incendios forestales, se provoca despoblación rural y se desaprovecha una enorme fuente de recursos naturales, renovables y sostenibles como la madera para la construcción y la biomasa con fines energéticos.
Los bosques en España han perdido más del 50 % de inversión pública en los últimos años, lo que les está colocando en una situación insostenible en algunos casos.
Hay que recordar que los bosques son fundamentales en la producción de bienes y servicios como el agua, la biodiversidad, la producción de oxígeno y la fijación de CO2, por poner algunos ejemplos. Por su capacidad para almacenar el Carbono son una magnífica herramienta de lucha contra el cambio climático.
La solución: invertir en gestión forestal que garantice productos naturales, ecológicos y renovables y permita a los bosques seguir proporcionándonos los servicios ambientales que nos prestan los bosques, esenciales para nuestra vida. La inversión en gestión forestal crea economía verde, nuevos puestos de trabajo asociados a la conservación y gestión sostenible de los recursos naturales.
Pérdida de biodiversidad
La biodiversidad es básica para el ser humano. Esta biodiversidad sostiene la producción de alimentos, materiales y medicamentos; influye directamente en la producción de servicios ambientales de lo más variado desde la polinización de los cultivos hasta la regulación del suministro de agua. Aunque miles de millones de personas en todo el mundo dependen de tales bienes y servicios, esta contribución no es reconocida ni se valora en los mercados. Los ecosistemas, las especies de flora y fauna se están perdiendo a un ritmo acelerado como consecuencia de la conversión del uso del suelo, la contaminación y usos no sostenibles.
La solución: Los bosques albergan más del 80 % de la biodiversidad terrestre. Invertir en su gestión sostenible evita la pérdida de biodiversidad y permite la recuperación de especies en peligro.
Desertificación
Una de cada tres personas viven en terrenos desérticos o en peligro de desertificación. Doce millones de hectáreas aprovechables se pierden cada año. Según el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, al año se pierden 42 mil millones de dólares de ingresos debido a la desertificación y a la degradación de la tierra.
La solución: Para evitar esta catástrofe, los bosques, gestionados de manera sostenible evitan la erosión y la pérdida de terreno fértil, mantienen los acuíferos subterráneos y son fundamentales en la regulación de los ciclos del agua.
Cambio climático
La línea transversal que atraviesa al resto de problemas, que los agrava y acelera sus efectos nocivos sobre los ecosistemas y sobre las personas que los habitamos.
Los bosques son uno de los ecosistemas que más sufren este cambio pero pueden ser también la solución. Una correcta gestión sostenible de los mismos puede ayudar a reducir la presencia de CO2 en la atmósfera, a fijar más carbono y a mitigar los efectos nocivos del cambio climático.
La madera, principal producto económico de los bosques, almacena el carbono durante siglos cuando se utiliza en construcciones, el arte o productos de consumo diario.