La pandemia del COVID19 ha trastocado momentáneamente la vida de toda la sociedad en su conjunto asestando especialmente un duro golpe a todas las actividades relacionadas con el turismo y el ocio. Sin embargo, hemos observado como la afluencia de personas a nuestro medio natural está siendo máxima este otoño como vía de escape para aliviar las secuelas físicas y psíquicas como consecuencia del cambio de hábitos que todos estamos experimentando, saliendo en familia o con amigos para disfrutar del aire libre en unas condiciones donde las posibilidades de contagio son mucho menores.
Está demostrado científicamente que estar en contacto directo con la naturaleza nos reporta múltiples beneficios y refuerza nuestro sistema inmunológico, sensorial y psicológico, pero esto no es excusa para no ser respetuosos con la biodiversidad que alberga cada hábitat visitado, el respeto a la flora y fauna de cada ecosistema y evitar producir cualquier tipo de impacto negativo al medio en el que disfrutamos realizando cualquier actividad lúdica, deportiva cinegética, etc.
Se ha evidenciado que en este otoño de 2020, sobre todo los fines de semana, un número excesivo de personas han coincidido a la vez en algunos espacios naturales, protegidos o no, hecho que ha provocado el colapso de aparcamientos en las principales zonas habituales y rutas de excursionistas con una inusitada afluencia y gran aglomeración de visitantes que perjudica notablemente el objetivo perseguido.
Este tropel de gente puede ser un medio para obtener una fuente de ingresos y generar puestos de trabajo, y así contribuir a la mejora de la calidad de vida y el desarrollo de zonas rurales pero a la vez supone una seria amenaza para la conservación de dichos espacios naturales sino se gestiona razonablemente el uso público de los espacios naturales. Cualquier actividad humana supone un impacto sobre el medio natural y los recursos naturales, por tanto es imperiosa su regulación para evitar una acumulación masiva de personas que perturben al bosque y a sus moradores en detrimento de las bondades que vamos buscando.
Como consecuencia inmediata los gestores de estos espacios se ven forzados a adoptar medidas extraordinarias para ordenar y controlar el uso público, por tanto deben contar con los recursos económicos y humanos suficientes y necesarios para conseguir sus objetivos que desde el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales reclamamos a las administraciones públicas.
Por todo ello los ingenieros forestales quieren realizar una serie de recomendaciones a todas aquellas personas que tengan pensado realizar próximamente una salida a cualquier espacio natural.
- Infórmate previamente sobre la situación en la que se encuentra el lugar que vas a visitar, si hay límites de movilidad geográfica, si existen áreas recreativas cerradas, si hay límites de cabida… Reserva si fuera necesario y respeta los aforos permitidos de los equipamientos de uso público (áreas recreativas, senderos, centros de visitantes, aparcamientos, etc.). En los lugares en los que no haya un aforo específicamente señalado (por ejemplo, un mirador o un lugar de parada), espera a una distancia prudencial hasta que resulte seguro acercarse.
- Debemos procurar que las visitas sean respetuosas para no perturbar a la flora y fauna, en definitiva, respeta la naturaleza.
- Si transitas o conduces por caminos rurales extrema la precaución y no te salgas de las vías señalizadas. Evita causar molestias a la fauna por ruidos o por perros sueltos.
- Si visitas un espacio protegido atiende a las indicaciones del personal responsable y sigue las instrucciones de seguridad que se establezcan. Lleva desinfectante de manos por si no hay agua disponible y no te olvides de tu mascarilla.
- Evita las áreas naturales en las que no puedas mantener la distancia de seguridad con otras personas. Si vas en grupos pequeños o haces excursiones en solitario contribuirás a prevenir contagios. En los senderos y caminos, circula por tu derecha procurando no detenerse a conversar si se trata de un sendero estrecho.
- Cuando recorras una vía, camino o una senda en el bosque, atravieses un paraje natural, acudas a un observatorio de aves o hagas cualquier otra actividad en la naturaleza, recuerda que no debes dejar ningún rastro de tu paso, que no quede ningún desperdicio ni haya ninguna alteración. Recoge los residuos que generes y deposítalos en los puntos de recogida existentes, incluidas las mascarillas que no vayas a usar más.
- Ayuda a la economía local. Visita áreas naturales cercanas a tu residencia y ayuda a mejorar su entorno económico. Procura elegir empresas locales en el entorno cercano para descansar, degusta la gastronomía local realiza visitas guiadas y compra productos locales. Con tu gasto ayudas a mantener nuestro medio rural.
- Bajo ningún concepto hagas fuego ni tires colillas al suelo.