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Uso de Topcoats en combinación con productos biocidas

¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de cuidar y mantener los elementos de madera?

CEDRIA, en su calidad de la marca pionera en la introducción de productos al agua para en el mercado español, viene desarrollando incesantemente soluciones para cuidar y mantener la madera, que le permite realizar la siguiente visión general:

 

Es conocido que la madera en exteriores necesita un mantenimiento que asegure su funcionalidad y belleza durante muchos años. Uno de los enemigos más comunes de la madera son los insectos y hongos. Ambos se combaten con la utilización de productos biocidas y a los que habitualmente se le unirá la utilización de un acabado o topcoat para dar el toque de aspecto final así como otra serie de ventajas.

 

Este uso de biocidas viene contemplado por la BPD (directiva europea relacionada al uso de biocidas no agrícolas) que incluye aspectos como el estudio de la contaminación en el aire, el suelo y el medio acuoso producido por los productos biocidas durante uso habitual.

 

Para determinar la efectividad de los productos biocidas se utilizan pruebas de envejecimiento acelerado que generalmente no tienen en cuenta la utilización de recubrimientos protectores o topcoats sobre estos productos biocidas.

 

Si bien hay ensayos de eficacia como el EN 152-1 (método de laboratorio para determinar la efectividad contra el hongo del azulado) que en sus apartados A y B prevé la utilización de un topcoat, otras como la EN 118, EN 46 y EN 113 no lo prevén y utilizan como métodos de envejecimiento las normas EN 73 (envejecimiento por evaporación) y EN 84 (por lixiviación o deslavado).

 

Como complemento a lo anterior vamos a dar una pequeña ojeada sobre varios conceptos relacionados en este tema.

 

Los términos «preservación de la madera» y «protección de la madera» se usan a menudo de modo indistinto, aunque tienen un significado diferente.

 

Se entiende por «preservación de la madera» el tratamiento de la madera para protegerla contra su degradación biológica ya sea por hogos o insectos.

 

Se entiende por «protección de la madera» la protección de la misma de la degradación física o química y el hecho de proveerla de un efecto de tintado y/o decorativo. Esta protección puede incluir lasures, primers, primers preventivos junto a recubrimientos protectores o top coat.

 

Los productos preservativos de la madera pueden tener uso industrial y profesional o por el público en general. Además, los productos preservativos se pueden dividir en preventivos, diseñados para prevenir el ataque de hongos e insectos, y curativos, diseñados para luchar contra la degradación producida por hongos y/o insectos que ya han atacado la madera.

 

La aplicación de dichos productos puede ser superficial (pincel, inmersión) o penetrante (por ejemplo mediante vacío).

 

Dependiendo de la exigencia a la que va a ser sometida la madera podemos clasificarla en lo que se denominan las clases de uso. Esta clasificación tiene una importancia capital a lo hora de decidir tanto el producto como el método de aplicación que vamos a utilizar en el cuidado de nuestros elementos de madera.

 

De manera sencilla se han catalogado cinco situaciones o clases de uso reagrupadas bajo la norma EN-335-1,2 y 3.

– Clase de uso 1: maderas para interior con una humedad inferior al 20%. Clase de uso 2: maderas para interior con una humedad ocasionalmente superior al 20%

– Clase de uso 3.1: maderas para exterior sin contacto con el suelo y protegidas de las intemperies, con la humedad que puede superar el 20% ocasionalmente.

– Clase de uso 3.2: maderas para exterior sin contacto con el suelo y no protegidas de las intemperies, con la humedad que supera frecuentemente el 20%.

– Clase de uso 4: madera de exterior en contacto con el suelo o en posición horizontal con una humedad permanente superior al 20%

– Clase de uso 5: Permanentemente expuesta a agua de mar.

 

Muchos de los productos biocidas existentes prevén la utilización de un topcoat tras su aplicación como complemento protector que ofrecen los top coat frente a los rayos UV, el agua y elementos atmosféricos. Es por esto por lo que la mayor parte de la madera que se utiliza en clase de uso 3 contempla la utilización de un topcoat.

 

El hecho de utilizar un topcoat tras la aplicación de un producto biocida, además de las ventajas propias del topcoat, proporciona además una mayor retención de los productos biocidas retrasando su pérdida por deslavado y evaporación. Dicho efecto repercute en los efectos medioambientales de los productos biocidas durante su uso, reduciendo considerablemente la velocidad de eliminación de dichos productos y por tanto sus efectos medioambientales. Todo lo anterior aunado a las ventajas económicas derivadas de la prolongación de los periodos de mantenimiento.

 

Es precisamente en este campo en donde CEDRIA ofrece una amplia gama de combinaciones que se ajustan a cada uno de los tipos de madera, funcionalidades de la misma y exigencias estéticas, de forma fácil y sencilla de aplicación y con resultados probados a lo largo toda su trayectoria de investigación y desarrollo al cuidado de la madera.

 

Dep.Técnico CEDRIA