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Viento favorable al comercio de madera

Carles Alberch, Presidente de AEIM.

Los datos macroeconómicos referidos a España son positivos. La construcción está funcionando muy bien. Y la previsión para el presente ejercicio 2018 es también muy buena; tanto en vivienda residencial como en rehabilitación.

El único factor negativo está en la obra pública. Está estancada. En 2013 se recuperó ligeramente pero frenó en 2015, con el parón de las elecciones y un año sin gobierno. En 2017 registró un crecimiento negativo. Su recuperación reforzaría la etapa de bonanza que vivimos.

Además, todas las principales economías del mundo están en crecimiento, como se explicó en la reunión de la Conferencia Europea de Resinosas, celebrada en Hamburgo el pasado mes de octubre.

 

 

Ciertas nubes negras en el horizonte, como los actuales gobiernos de Estados Unidos, Rusia, Corea del Norte o Turquía, o el desenlace del Brexit, la amenaza del terrorismo islámico, el resultado de las elecciones en Italia o incluso la aspiración independentista de Cataluña hacen dudar a algunos de que esta tendencia se mantenga demasiado en el tiempo. Otros, sin embargo, las califican de anecdóticas.

Lo cierto es que la economía, en general, está funcionando bien.

El mercado de las materias primas está muy fuerte. Cuesta encontrar madera y los precios van para arriba. Quienes veían una solución en la ralentización de la economía china han visto cómo ésta ha pasado de crecer al 10% a crecer al 8%. Es decir, continúa creciendo muchísimo.

Con todo, el marco es favorable para el comercio y la industria de la madera en España.