El próximo 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012. Este año está dedicado a los bosques como fuente de energía natural con el objetivo de sensibilizar sobre las maneras en que los bosques gestionados de forma sostenible pueden jugar un papel clave en el panorama mundial de las energías renovables.
Los árboles absorben y almacenan la energía del sol transformándola en madera, la fuente de energía renovable más utilizada en el mundo. No solo sirve para cocinar y calentar nuestros hogares sino que gracias a los avances científicos es posible aprovechar los residuos de madera y se abren las puertas a nuevos usos como los biocombustibles líquidos para automóviles y aviones. El uso sostenible de la madera ayuda a conservar los bosques para las generaciones futuras y asegura que la madera siga siendo el combustible del futuro.
Muchas son las ventajas de la madera y la dendroenergía (energía procedente de combustibles de madera como leña, carbón vegetal, pellets, briquetas, etc.). Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a escala mundial, la madera proporciona una cantidad de energía mayor que la generada gracias al sol, el agua o el viento, constituyendo aproximadamente un 40 % del suministro actual de energía renovable en el mundo. Desempeña un papel importante tanto en los países en desarrollo como en algunos países industrializados.
Aproximadamente el 50 % de la producción mundial de madera (en torno a 1.860 millones de metros cúbicos) se utiliza como fuente de energía para cocinar, calentarse y generar electricidad. Para 2.400 millones de personas, el dendrocombustible representa la posibilidad de disfrutar de comida cocinada y más nutritiva, agua hervida y un hogar cálido.
Además, la dendroenergía es un motor para el desarrollo económico, ya que aproximadamente 883 millones de personas de países en desarrollo trabajan en este sector a tiempo completo o parcial. La modernización del sector dendroenergético puede ayudar a revitalizar las economías rurales y estimular el desarrollo empresarial: un aumento de las inversiones en la producción de dendroenergía y dendrocombustibles avanzados puede proporcionar ingresos para financiar una mejor gestión forestal, más bosques en crecimiento y más puestos de trabajo.
Los árboles pueden mejorar la vida de las ciudades ya que su colocación estratégica puede enfriar el aire entre 2 y 8 ºC la temperatura. A escala mundial, los bosques albergan un contenido energético que equivale a unas 10 veces el consumo mundial anual de energía primaria. Tienen, por lo tanto, un importante potencial como recursos renovables para satisfacer la demanda energética mundial.
Es estratégica la inversión en innovación tecnológica y gestión sostenible de los bosques
Es importante destacar que en el nuevo marco europeo para 2030 sobre la energía y la lucha contra el cambio climático, uno de los objetivos de los países es alcanzar al menos un 27% de energías renovables y unas políticas de eficiencia energética más ambiciosas. Por lo tanto, es estratégico el impulso de la utilización energética de la madera y sus derivados, preservando a su vez la multifuncionalidad de los bosques y su función ecológica. Es muy importante que los productos forestales con fines energéticos provengan de bosques gestionados de forma sostenible y la certificación forestal se constituye como la herramienta idónea para asegurar la sostenibilidad de la gestión forestal.
El próximo martes, 21 de Marzo, los bosques son protagonistas, destacando no sólo su importancia como suministro de energía sostenible sino por sus múltiples funciones como sumideros de carbono, conservadores de la biodiversidad, reguladores del ciclo hídrico y limpieza del agua, etc., y también como proveedores de múltiples productos presentes en el día a día como papel, madera, corcho, biomasa, alimentos, resinas, plantas aromáticas y como lugar de esparcimiento, paz e inspiración y generadores de energía positiva.