Hasta ahora es bien sabido que la emisión de Gases de Efecto Invernadero, también conocido por sus siglas GEI, ha afectado el medio ambiente a nivel global, causando a su vez problemas en el área económico y social.
El problema de estos gases es que su excesiva concentración produce el efecto invernadero, que es capaz de generar el cambio climático e incrementa la temperatura. Como respuesta ante este problema, gobiernos de varios países han establecido distintas políticas para disminuir las emisiones de carbono.
Con las nuevas normas se busca prevenir el riesgo ecológico junto al Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres.
¿CUÁLES SON LOS NUEVOS ESQUEMAS DE COMERCIO DE EMISIONES?
Debido a la regularización del comercio de derechos de emisión, que es un instrumento para disminuir los emisores contaminantes, diversos países han tenido que aplicar cambios a sus esquemas de comercio, principalmente aquellos que están entre los primeros responsables de la emisión a nivel mundial.
Por ejemplo, China se enfocará en el sector energético. Su esquema tiene como objetivo cumplir con sus compromisos relacionados a la lucha contra el cambio climático. Además, podría desplazar al de la Unión Europea como el primer emisor de carbono con alrededor de 1.400 millones de toneladas al año.
Por su parte, la Unión Europea tiene fijado reducir las emisiones que genera para 2030 y llegar al 2050 con cero emisiones netas, ya que su sistema limita la producción de más de 10.000 instalaciones, como plantas y centrales eléctricas.
Asimismo, Estados Unidos regresa al Acuerdo de París, lo que significa un impacto en los sistemas de comercio; sin embargo, no a corto plazo.
En realidad, el regreso de Estados Unidos tendrá poco efecto inmediato en los mercados de carbono, pero a largo plazo está proyectado que beneficie al ámbito geopolítico y empresarial, gracias a los avances de estas esferas en los últimos años.
¿CÓMO SON LOS MERCADOS DE CARBONO?
Estos mercados son instrumentos que funcionan para integrar el coste social y ambiental dentro de las actividades de producción, el cual se genera en la emisión de GEI. La particularidad de los mercados de carbono es que se pueden clasificar en dos categorías: voluntarios y regulados.
Los mercados voluntarios se caracterizan por funcionar según la compraventa de unidades de carbono materializados mediante el certificado de remoción y reducción de GEI, así como la participación voluntaria para responder objetivos ambientales.
En cambio, los mercados regulados se basan en el régimen obligatorio de reducción de emisión, el cual puede obedecer reglas regionales e internacionales.
Además, estos mercados son espacios donde las personas o empresas pueden participar en el trading de créditos de carbono, sea vendiendo o comprando certificados que representan reducciones y/o emisiones de GEI, ya que pueden especular su precio de acuerdo al equilibrio de oferta y demanda.