«La cuota de mercado del producto español ha ido disminuyendo en los últimos cinco años -demostró con datos Víctor González en la jornada anual que CONFEMADERA dedica al análisis del presente y futuro en la industria de la madera-. Mientras, los países de nuestro entorno se defienden mejor, y nosotros no somos capaces de reaccionar».
Con una facturación de 13.800 millones de euros en 2010, 154.000 empleados y un 95% de las empresas con menos de 20 trabajadores, la crisis ha afectado a todos los segmentos del sector de la madera y el mueble en España. Aunque la caída del empleo se ralentiza, la pérdida de negocio se ha doblado en el subsector mueble el año pasado respecto al 2006.
«El principal problema está en la balanza comercial -considera Víctor González-. Es deficitaria incluso en los años buenos. Exportamos más, pero perdemos cuota respecto a las importaciones». Según el ponente, A ello se suman la baja productividad (por debajo de la media en otros sectores industriales), la escasez de personal cualificado, una deficiente apuesta por la innovación y el desarrollo y un escaso aprovechamiento de las subvenciones y ayudas públicas, así como las dificultades generalizadas de adaptación a las nuevas formas de comercialización y distribución.
Madera estructural y carpintería de madera lo tienen más difícil, debido a su estrecha ligazón con la actividad de la construcción. «Su salida pasa por sustituir a otros materiales, apoyándose en sus ventajas ambientales», señaló Víctor González.
El Mueble, entretanto, «ha de fijarse en los nuevos patrones de consumo, mejorar sus políticas de inversión y financiación, innovar en procesos de producción, productos, mercadotecnia y organización»…
Respecto al segmento del Aserrío, «sólo es posible reactivar las ventas realizando inversiones en equipamiento y en formación para generar un producto clasificado, normalizado y competitivo».
Y todos los subsectores del mundo de la madera y el mueble «han de modificar sus estrategias de distribución», concluyó el ponente.