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La venta de mobiliario alcanzó los 3.830 millones de euros en 2014; un 3,1% más que en 2013

Los participantes en el Club de Empresas del Mueble de AIDIMA han coincidido en señalar que hay indicios de cambio de ciclo en el sector, pero que no está exento de retos. Para los integrantes de este foro de análisis del sector del mueble, que recientemente ha celebrado su reunión semestral en el Centro Tecnológico, es necesaria la alineación de la cadena de valor del mueble entre las empresas y una mayor orientación al consumidor para consolidar la recuperación. El Club ha confirmado esta tendencia tras analizar el estudio “La Industria del Mueble en España” publicado por el Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA, cuya última edición acaba de ver la luz.

Gráfico de evolución de la producción de mobiliario en España, 1994-2014, del estudio de AIDIMA “La industria del mueble en España. Edición 2015”.

Por primera vez desde 2007, el sector de fabricación de mobiliario ha superado las caídas en la producción para situarse en un crecimiento interanual del 3,1 por ciento en 2014, hasta alcanzar un volumen de negocio de 3.830 millones de euros. De esta forma, “el sector del mueble supera el descenso de más del 55 por ciento acumulado hasta 2013 e inicia un cambio de ciclo positivo”, según destaca el estudio “La Industria del Mueble en España. Edición 2015”, la publicación más completa del sector español de mobiliario que da cuenta de la evolución de las principales variables sectoriales.

Estos datos confirman la tendencia a la recuperación del sector, asegura el informe, que subraya que, en promedio, la capacidad productiva utilizada se recupera hasta el 65,29 por ciento sobre la capacidad instalada, y que crecen los días de producción asegurada hasta los 31 días de promedio, del mismo que se incrementa la media en el plazo de entrega hasta los 24,8 días.

El cambio de ciclo queda patente en la evolución favorable de las ventas en toda la cadena de valor del mueble, ya se trate de empresas proveedoras de materias primas, empresas fabricantes o comercios. Otro indicador de recuperación –continúa el documento-, es el crecimiento de las exportaciones de muebles, que alcanzaron el pasado año un crecimiento del 4,2 por ciento con una cifra de negocio de 1.524 millones de euros, casi el 40 por ciento del total de la facturación del sector nacional, cifras similares a las de los años 2000 y 2008, aunque en menor grado que en 2013.

Expectativas crecientes y retos

Las expectativas de ventas hasta final de año son optimistas por parte de los fabricantes de muebles. Un 46 por ciento de las empresas considera que el sector va a seguir creciendo, frente a un 6 por ciento que cree que va a decrecer, según refleja el informe.

Sin embargo, a pesar del clima favorable existen retos que el sector debe abordar: el crecimiento que, encabezado por los fabricantes de mueble tapizado, cocinas y baños, es todavía desigual entre subsectores productivos del mueble, o que la incipiente recuperación no se traduce, por el momento, en el número de empresas y el empleo en el sector, que decrecieron en el periodo a estudio, han precisado desde el Club de Empresas del Mueble.

Sobre la exportación, han indicado que es necesario dotar de valor añadido al mueble para limitar el efecto “made in”(*) del mueble español en el extranjero. “En definitiva, las estrategias actuales en el sector requieren de una mayor alineación entre la industria y el comercio como forma de satisfacer la demanda del mobiliario”, apostillan en sus conclusiones.

Cambios en el consumidor

El Club de Empresas del Mueble de AIDIMA insiste en la reactivación del consumo y del mercado de la vivienda como el impulso que la industria del mueble nacional necesita para consolidar la recuperación. Sin embargo, es necesario orientar el negocio hacia un consumidor que ha cambiado en los últimos años, y donde el mobiliario ha perdido peso específico dentro del equipamiento de las viviendas y la decoración, debido al tamaño más reducido de las viviendas y a los cambios en los estilos de vida, que han disminuido la presencia del mobiliario para convertirse en un elemento más efímero, explica el análisis del Club.

El análisis también resalta que la forma de comprar ha cambiado. El consumidor es un smart shopper o comprador inteligente que tiene acceso a más información, busca las opciones de compra más rentables y dispone de una opinión más cualificada, cambios sin duda motivados por la irrupción de Internet como canal de venta de muebles. Por otro lado, también remarca como conclusión que ha aumentado la exigencia de entrega inmediata del producto sobre la máxima “si no está no se vende”, lo que a menudo resulta incompatible con una excesiva personalización del mueble, concluyen.

El Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA, impulsa el Club de Empresas del Mueble desde 1998 para analizar la cadena de valor del sector a partir de un sistema de inteligencia competitiva desarrollado por el departamento de Análisis de Mercados y Estrategia del Centro Tecnológico.

(*) Efecto “made in”: imagen percibida de la industria de un país en el extranjero. En el caso del mueble, existe la percepción de que España fabrica muebles económicos, en comparación, por ejemplo, con Italia, que se identifica con diseño.

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