Según el MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente) y WWF España, actualmente se queman en nuestro país en torno a 120.000 hectáreas anuales. Hace pocos años estábamos instalados en las 400.000. Estas cifras representan una reducción de un 49% respecto a las registradas hace veinte años.
Pero el problema no está resuelto. Sufrimos más de 15.000 siniestros anuales, y la mano del hombre está detrás del 96% de ellos. Los protagonistas son los GIF (grandes incendios forestales), y hoy existen muchos bosques listos para arder.
WWF propugna priorizar la inversión en prevención (hoy 18 millones de euros) frente a la inversión en extinción (50 millones).
“Es un problema humano, y corresponde trabajar con las personas”, opina Lourdes Hernández, portavoz de la organización conservacionista WWF España, quien propone la implicación social y el compromiso político como llaves para empezar a frenar el fuego.
Para reducir el número de incendios, WWF considera esencial modificar las conductas. Mediante programas de educación ambiental. También insta a investigar las causas de los siniestros.
Lourdes Hernández: “Es un problema humano, y corresponde trabajar con las personas”
“Debemos reducir la vulnerabilidad de los montes, mediante un nuevo modelo forestal que sirva para identificar las masas más propicias a sufrir un GIF, promover la puesta en valor del monte, promover el asociacionismo y el cooperativismo y recuperar la función protectora del monte, potenciando las especies autóctonas y reduciendo la densidad y continuidad de las masas”, concluye Lourdes Hernández.
Debate en el sector
El pasado día 15 de abril tenía lugar en la sede de la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal del MAGRAMA, en Madrid, la celebración de la jornada “Dinamización del medio forestal y rural para la prevención del incendios”, organizada por WWF España y destinada a técnicos, gestores, responsables de los departamentos de lucha contra incendios, propietarios forestales y grupos de interés vinculados, tales como asociaciones agrarias, etc.
El objetivo del evento era analizar cómo la dinamización del medio rural y la puesta en valor del sector forestal contribuyen a la prevención de incendios. Así como mostrar propuestas de aprovechamiento de los recursos forestales y/o agroforestales que han contribuido a disminuir el impacto de los incendios forestales en España.
En la inauguración de la jornada José Manuel Jaquotot, Subdirector General de Silvicultura y Montes en el MAGRAMA, remarcó la importancia de dar valor a los productos forestales. “Un monte gestionado es un monte cuidado, que apenas sufre incendios”, dijo. Y puso como ejemplos de actividades impulsoras de la economía rural el retorno del ganado, el aprovechamiento de productos no maderables o la revitalización de la resinación de los pinos, entre otras.
José Manuel Jaquotot: “Un monte gestionado es un monte cuidado, que apenas sufre incendios”
Enrique Segovia, Director de Conservación de WWF España, añadió que “es fundamental poner el foco en la prevención, lo cual no es un gasto, sino una inversión”.
Enrique Segovia: “Es fundamental poner el foco en la prevención”
Dinamizar el medio rural para prevenir incendios
Hoy, diez mil años después, continuamos domesticando animales. Gracias a nuestro clima mediterráneo, nuestros bosques son ganaderos. Y tenemos los pastizales más ricos del planeta.
Jesús Garzón, Presidente de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, propuso en el MAGRAMA la ganadería extensiva y trashumante como vía de futuro para muchas personas (500 ovejas representan dos o tres puestos de trabajo). “Favorece la biodiversidad –asegura-. El ganado siega, de manera uniforme, eliminando el material combustible. Además, abona, y favorece la incorporación de semilla al suelo, mediante su pisoteo”.
Jesús Garzón: “El ganado siega, de manera uniforme, eliminando el material combustible”
El 70% de la superficie forestal de España está en manos privadas. COSE, la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, desarrolló de 2010 a 2014 el programa Redfor, de cara a fortalecer los sistemas de gestión forestal sostenible y la comercialización de productos agroforestales en el medio rural.
Entre otras acciones, COSE llevó a cabo las siguientes:
- Evaluación de recursos forestales por Comunidades Autónomas e identificación de los productos forestales más rentables, con fichas y casos prácticos. Estudio de la demanda y de la viabilidad de nuevos usos de esos productos.
- Cursos on line. La importancia de la formación.
- Observatorio de precios de los productos forestales, actualizado trimestralmente, con fuentes directas: propietarios, subastas, lonjas…
- Fomento del asociacionismo, frente a la fragmentación.
- Talleres y cursos para propietarios y demás personas del entorno rural.
- Plantaciones de frondosas de alto valor.
- Explotación de la biomasa forestal para su uso energético (Murcia)
- Comercialización colectiva de madera de coníferas (Navarra) y fiscalidad más adecuada, sin renunciar a la titularidad individual.
- Turismo rural. Implicando a la gente del territorio. Itinerarios agroforestales y productos enogastronómicos.
- Micología (Aragón). Fomento del recurso y buenas prácticas. Ha llegado al sector forestal el primer contrato de tipo agroalimentario: el de compra venta de setas y hongos en fresco.
- Valorización del corcho: implantación de nuevos modelos en zonas rurales a revitalizar, poniendo en contacto a explotación e industria transformadora.
COSE propugna el aprovechamiento energético de la biomasa forestal frente a los incendios forestales. El papel del silvicultor es crucial, así como al implicación de la población local. “Tres kilogramos de biomasa equivalen en el monte a 1 litro de gasolina”, recordó Patricia Gómez, gerente de la Confederación.
El propietario forestal es quien más pierde en un incendio. Y no siempre tiene los medios para poder evitarlo. COSE propone como herramientas para mejorar en este sentido los Programas de Desarrollo Rural autonómicos, los incentivos fiscales para las inversiones en el monte, la promoción del consumo de productos forestales y la valorización de los servicios forestales. Todo ello enmarcado en una fiscalidad forestal específica que, en opinión de la Confederación de Selvicultores, es un factor clave en el futuro del sector.
COSE propugna el aprovechamiento energético de la biomasa forestal frente a los incendios forestales
Con casi 14.000 hectáreas de superficie cultivada, la trufa es otra oportunidad para el desarrollo rural. Así opina Daniel Oliach, Responsable del área de productos forestales no madereros del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña. En aquella región existe ya una Asociación de Productores, íntimamente ligada al universo de los investigadores especializados en mico silvicultura, así como tres ferias sectoriales.
Con casi 14.000 hectáreas de superficie cultivada, la trufa es otra oportunidad para el desarrollo rural
Jorge Rodríguez, en representación de la Subdirección General de Programación y Coordinación en el MAGRAMA, expuso a los asistentes a la jornada las oportunidades de los Programas de Desarrollo Rural (PDR) en la prevención de incendios. Estos incorporan, para el período 2014-2020 y como gran novedad, la financiación para la implantación de sistemas agroforestales y el pastoreo. “Quemas agrícolas y de pasto y matorral son las principales causas de los incendios forestales intencionados”, informa Jorge Rodríguez.
Para el citado periodo se calcula que habrá 2.000 millones de euros de fondos (Feader + estatales) para emprender proyectos en el ámbito forestal. En torno a la mitad serán destinados a la prevención de incendios.
“Silvicultura preventiva y estructuras lineales no parecen medidas suficientes para atajar los incendios –concluyó el ponente-. Hemos de explorar otras vías como la formación, el asesoramiento a ganaderos y otros profesionales, el uso de la biomasa forestal o servicios en zonas rurales como la trashumancia, etc.”
MAGRAMA apuesta por la prevención, integrada en los PDRs, y plantea numerosas vías de actuación.
Jorge Rodríguez: “Silvicultura preventiva y estructuras lineales no parecen medidas suficientes para atajar los incendios”
Propuestas para la prevención de incendios
Santiago Arévalo, alcalde de Enguera (Valencia), explicó en la jornada cómo se lleva a cabo en los montes públicos de este municipio el aprovechamiento sostenible de la biomasa forestal; un modelo energético basado en las renovables y la prevención de incendios.
Con 21.000 hectáreas de suelo forestal, el alcalde de Enguera tiene muy claro que el principal elemento a preservar en su comarca es el “homo ruralis”.
“Sólo legislar no es garantía para evitar el fuego. Es necesaria una gestión forestal sostenible”, señaló.
En Enguera se ha logrado el autoabastecimiento térmico y eléctrico del pueblo, con los recursos biomásicos producidos en su término municipal. En este caso se ha demostrado que la explotación de la bioenergía contribuye a la prevención de los incendios, “dándole valor a algo que no tenía valor”.
Hoy en Enguera ya se están asociando propietarios privados con centros de astillado.
Santiago Arévalo: “Sólo legislar no es garantía para evitar el fuego. Es necesaria una gestión forestal sostenible”
Durante los últimos cincuenta años hemos asistido en España a la despoblación del medio rural, el abandono de usos ligados al mismo y, en particular, a la disminución de carga de ganado en el monte. Todo lo cual ha desembocado, si sumamos otros factores, en el horror de los incendios forestales.
No hay interés económico en el monte para las poblaciones locales. Falta tradición forestal y la ordenación del territorio es escasa. Los valores ambientales son incomprendidos, y nuestra cultura del fuego, fatalista.
Así se expresó en su ponencia Olga Rada, portavoz de la Fundación “Entretantos”, quien enumera como consecuencias de todo ello la invasión del matorral, la pérdida del paisaje, pastos y biodiversidad y la erosión. “Pero el fuego se sigue usando”, se sorprende Olga Rada. Esto dificulta las inversiones en los terrenos, porque el riesgo es muy alto.
“Hay que adaptar el monte a las circunstancias que nos ha tocado vivir”, considera la ponente.
En general, la Fundación “Entretantos” sitúa entre los puntos clave para revertir esta situación la prevención activa y la intervención social, con el apoyo de un técnico dinamizador que aporte cercanía, implicación y liderazgo y genere un clima de confianza y respeto, buscando siempre objetivos comunes. Y, por supuesto, la educación, de efecto positivo asegurado, a largo plazo.
Olga Rada hace hincapié en la importancia de la ganadería extensiva para controlar el combustible vegetal, la teselación del paisaje y la puesta en valor del monte. “Implicar al ganadero supone empleo, productos de calidad, diversidad biológica y paisajística y patrimonio –concluye la representante de Entretantos-. El cambio cultural frente al fuego pasa por la formación y la profesionalización del ganadero”.
Olga Rada: “Hay que adaptar el monte a las circunstancias que nos ha tocado vivir”
La resina emplea a 1.300 personas en España (2014). Hoy el resinero que quiere resinar encuentra un monte para hacerlo. Y el propietario que desea que resinen su monte también puede hallar quien lo haga. “La resinación significa presencia de seres humanos en el monte, lo cual mitiga los incendios forestales”, opina Juan Carlos Álvarez, Presidente de la Mesa de la Resina y Alcalde de Coca (Segovia).
Esta organización ha logrado que el resinero sea el titular de la explotación, así como un IVA especial para su actividad (como el de la agricultura). Buenos precios, nuevas explotaciones y diálogo con la Administración. El futuro llama a la puerta de una interprofesional, que vertebrará aún más el sector. En este escenario, la industria consumidora de la resina es más receptiva.
“Pero el monte que se resina también se quema –concluye el Alcalde de Coca-. Falta gestión, y una auténtica política forestal”.
Lo que se ha demostrado es que la resina natural puede contribuir a que el humano regrese al monte.
Juan Carlos Alvarez: “La resinación significa presencia de seres humanos en el monte, lo cual mitiga los incendios forestales”
En España existen hoy 1,5 millones de hectáreas de Montes de Socios. Sólo en Soria son 180.000 (una superficie superior a la de la provincia de Guipúzcoa). “Hay que poner ese territorio en valor –opina Pedro Agustín Medrano, Director Gerente de la Asociación Forestal de Soria-. Su abandono genera un preocupante riesgo de incendio”.
Hoy las Juntas Gestoras de Montes de Socios, desde la legalidad, contribuyen a frenar el deterioro del monte, recuperando su uso e implantando sistemas de gestión forestal sostenible. Esto es, obteniendo para él un beneficio económico, ecológico y social.
Pero estas juntas no se detienen aquí. Trabajan para alcanzar un paisaje campesino global; de casa, tierra y gobernanza. Con mercados (locales y virtuales) y personas, para quienes es necesaria una formación integral sobre el uso de la tierra.
Pedro Agustín Medrano: “El abandono del monte genera un preocupante riesgo de incendio”