Antonio López, como se le conoce en todo el sector del pavimento de madera, o Daniel López que es como se llama oficialmente en su DNI, lleva trabajando en Bona desde 1995. Con 31 años, dos hijos pequeños y mucha ilusión por el proyecto, aterrizó en esta gran empresa para hacer labores comerciales en la división profesional.
Los comienzos fueron duros, como siempre recuerda Antonio, no había reconocimiento de marca ni de producto ya que Bona fue pionera en introducir las barnices al agua en España desde 1994, fecha en la que la empresa echó a andar en nuestro país. El equipo humano que formaban Bona España cuando Antonio empezó a trabajar en la compañía, era de tan solo 3 personas. Un gerente, una persona en administración y otra en el almacén, y un objetivo muy ambicioso, expandir la marca Bona por toda España y conseguir los objetivos de venta.
En sus 25 años de trabajo en Bona Iberia, Antonio López ha vendido diferentes gamas de barnices al agua, desde la Pacific a la BonaTech, y ha visto cómo la gama de productos Bona se ha ido ampliando, cubriendo todas las necesidades de los profesionales, hasta convertirse en un sistema completo.
“Cuando empecé -siempre cuenta Antonio-, me hacía miles de kilómetros por toda España con cuatro cajas de barniz en el maletero de mi coche, para enseñar a los clientes y convencerles de lo buenos que eran los barnices; ahora no podría hacerlo, puesto que no podría ir con mi coche, tendría que llevar un camión para enseñar la cantidad de productos que hoy en día vendemos en Bona.”
Antonio actualmente tiene el cargo de Director Técnico, su larga trayectoria profesional en la empresa le ha llevado a ser uno de los pilares fundamentales del equipo de Bona Iberia, no solo por su amplio conocimiento en los productos, sino también por su abierta disposición con sus compañeros e implicación en sus tareas.
Antonio López es también muy conocido a nivel global dentro de Bona, debido a que ha formado equipo con muchas personas de otros países no solo en la división profesional, también lo hizo unos años en la división industrial.
Este periodo donde trabajó codo a codo con los fabricantes le acercó a Bona desde otra perspectiva, la formulación del producto, y aplicación en fábrica. Algo totalmente diferente a la división profesional, que fueron sus raíces en la compañía, pero muy complementario para el conocimiento que actualmente tiene de los productos Bona.
La relación que Antonio tiene con los clientes de Bona Iberia está muy consolidada, podríamos decir que el apellido de Antonio para los clientes es Bona, así es como se le conoce en el sector “Antonio de Bona”. Este último matiz expresa en dos palabras el orgullo que siente la compañía de tener a Antonio en el equipo de Bona Iberia, y brinda con él por otros 25 años más de trabajo.