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KUPSA concluye con éxito el año de su 50 aniversario

«Adaptándonos al mercado, a los productos y, sobre todo, a nuestros clientes”.

KUPSA inició su actividad en 1969, especializándose progresivamente en los recubrimientos para la madera, segmento que hoy es su buque insignia. La empresa fue creciendo, apostando siempre por la innovación y el desarrollo de nuevos productos, y por la incorporación de la nueva tecnología a su planta de producción en Oyón (Alava).

Entonces llegó la gran crisis, que afectó de pleno a la industria del mueble. “La crisis nos golpeó, como a casi todas las empresas del sector. En aquel momento hubo que ver qué hacer para seguir creciendo. Decidimos diversificar mercados y ampliar la gama de productos; para la madera, pero también para vidrio, plástico y metal – relata Rubén Andollo, director comercial de la empresa-. Hace ocho años empezamos a fabricar productos para metalgrafía en envase industrial y alimentario, erigiéndonos como uno de los primeros fabricantes nacionales, con una cuota de mercado muy significativa”.

INTERNACIONALIZACION DE KUPSA

KUPSA no solo empezó a exportar, sino que inició un proceso de internacionalización de la empresa. Recientemente, la compañía alavesa recibía un premio de la Cámara de Comercio de Alava en este sentido, en reconocimiento a su labor dando a conocer en el mundo lo que se fabrica en esta provincia.

Vendiendo regularmente su barniz en 20 países, a distribuidores y a clientes finales, al 50 por ciento, cumpliendo rigurosamente la normativa de cada destino y mejorando progresivamente envasado, embalaje, etiquetado y logística. “Exportar implica mejorar –afirma rotundo José María Cazorla, responsable de exportación de KUPSA Coatings-. Enviar un contenedor de un producto químico a 8.000 kilómetros no es sencillo”.

Todo comenzó con la filial en Polonia, después en India y, a continuación, la de México. “KUPSA es una empresa mediana pero, como dice nuestro export manager, una pocket size multinational”, bromea el director comercial de esta histórica firma española del barniz, mientras enumera la gran cantidad de nacionalidades de las personas que hoy trabajan en KUPSA: españoles, rumanos, marroquíes, argelinos, portugueses, polacos, indios, mejicanos …

Somos conscientes de dónde estamos, qué queremos hacer y de cómo hacerlo -concluye Rubén Andollo-. También somos conscientes de nuestras limitaciones; como las comunicaciones desde Oyón hacia afuera o la captación de talento para nuestra empresa”.

HACIA EL FUTURO

La estrategia adoptada en su día por KUPSA ha ido bien.

Desde 2013 la facturación de la empresa crece cada año. KUPSA ha consolidado su presencia internacional y ha reforzado su protagonismo en el mundo de la madera (según ASEFAPI, son líderes en este segmento), mientras crece en otros nichos de mercado.

La compañía cuenta con 8 fábricas diferenciadas; cada una especializada en una gama de producto y encaminadas todas hacia una productividad óptima y un escrupuloso respeto a la seguridad y al medio ambiente. Para 2020 está aprobada la inversión en modernas líneas de envasado de pequeña capacidad y su etiquetado automático. “Antes de la crisis vendíamos a grandes cuentas envases de 200 y cubas de 1.000 litros -rememora Rubén Andollo-. Ahora el cliente pide lotes más pequeños, un servicio más rápido y la misma calidad de siempre”. En efecto, el mercado se ha dado la vuelta, y hoy demanda a KUPSA hasta un 80-90% de barniz pigmentado, y en torno a un 10-20% de transparente, obligando a un necesario ajuste en la fabricación y a la incorporación de nuevas máquinas y depósitos, encaminados a lograr finuras de producto mucho menores, producciones más rápidas y lotes que hoy doblan la capacidad registrada antes de la crisis.

KUPSA batió en 2018 su récord de ventas. Y en 2019 lo volverá a sobrepasar. “No se oye buenos augurios para el futuro inmediato, pero seguiremos trabajando, junto a nuestros clientes, para tratar de seguir creciendo y mejorando”.

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