Un estilo de vida saludable y sostenible es una macrotendencia de consumo que se extiende a un número cada vez mayor de sectores. Desde la alimentación hasta la construcción, pasando por la moda, la decoración o el cuidado personal, ven aumentar la demanda de productos y soluciones respetuosos con la salud y el medio ambiente.
En cualquier sector, las marcas líderes están dando respuesta a esta necesidad expresada por millones de consumidores de todo el mundo. Son consumidores preocupados y ocupados por su bienestar presente y futuro, que entienden que de sus decisiones y acciones depende también el futuro del planeta. Se trata de una filosofía de vida vinculada a la naturaleza y con la responsabilidad de tener un consumo más consciente que respete tanto la propia salud como la del planeta.
LA MADERA
En esta etapa de cambio de estilo de vida, la madera retoma el protagonismo que tal vez nunca debió perder. Vuelve a considerarse como un elemento constructivo y decorativo de primer nivel, gracias a su origen, la naturaleza, y destino, de nuevo la naturaleza, en esta ocasión como material recuperable, reutilizable, renovable, sostenible, libre de emisiones contaminantes y 100% ecológico y natural.
Además de otras consideraciones de tipo práctico, como su resistencia, durabilidad, versatilidad o adaptabilidad, la madera tiene otras muchas virtudes que le auguran un futuro brillante en la construcción de viviendas y espacios públicos, la decoración de interiores y exteriores y, en definitiva, la creación de hábitats saludables.
Porque tal vez el mayor beneficio del uso de la madera en los entornos habitables sea el referido a nuestra salud, tanto física como mental. Un reciente estudio de la Universidad de Columbia Británica y FPInnovations concluye que existe una relación directa entre la madera y la salud humana. El estudio demuestra que la presencia de superficies de madera en una habitación hizo disminuir la actividad del sistema nervioso simpático, responsable de las respuestas al estrés en las personas.
Por experimentos y estudios anteriores, era sabido que el contacto con la naturaleza reduce en los humanos la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y la agresividad, a la vez que aumenta la concentración, la capacidad creatividad y acelera la recuperación de pacientes quirúrgicos. De hecho, más allá de los estudios, solo es necesario comprobar cómo la mayoría de los humanos nos sentimos “mejor” rodeados de naturaleza. La madera es uno de los principales exponentes de la naturaleza.
CREAR ENTORNOS NATURALES
La mayoría de nosotros vivimos el día a día alejados de la naturaleza y de lo natural. La alternativa pasa, pues, por traerla hacia nosotros. De nuevo es la madera una de las formas más fáciles de lograrlo, junto a las plantas, las flores y el césped.
Sin embargo, esto no es ni suficiente ni tan fácil. Si centramos la atención en la construcción de viviendas, la madera es el elemento principal, pero no el único que se utiliza.
Barnices, lasures, fondos y pinturas utilizados para recubrir la madera pueden dar al traste con el buen propósito de crear hábitats saludables. ¿Por qué? Porque estos y otros productos químicos utilizados en la construcción, el mantenimiento y la limpieza de espacios generan compuestos orgánicos volátiles (COVs o VOCs, en inglés).
Los VOC son sustancias químicas potencialmente nocivas para la salud humana. Son liberadas en forma de vapores por disolventes, pinturas y otros productos empleados y almacenados en la casa y el lugar de trabajo.
Con la reducción o eliminación de estas emisiones se contribuye al mantenimiento de la calidad de aire, a crear un hábitat más saludable y se evita la inhalación de sustancias tóxicas. De este modo, se reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con la inhalación de vapores y gases perjudiciales para la salud.
En nuestro hogar o lugar de trabajo, es decir, en espacios cerrados donde cada día pasamos largas horas, utilizamos o se han utilizado en su construcción y acabado productos emisores de VOC. Productos como disolventes, pinturas, barnices, tintas, limpiadores, pegamentos o insecticidas, entre otros muchos. Podemos decir que cualquier producto de origen petroquímico puede ser origen de VOC y, en consecuencia, su uso puede perjudicar nuestra calidad de vida y salud.
La calidad del aire que respiramos en espacios interiores está íntimamente relacionada con el uso de productos emisores de VOC. Así, más allá de los productos utilizados a diario para la limpieza del hogar, por ejemplo, desde hace algún tiempo se presta especial atención a los materiales utilizados en la construcción de edificios: pinturas y barnices, tapizados y papel para paredes, muebles y alfombras, maderas, etc.
Todos estos materiales contaminan el aire que respiramos, de ahí que las administraciones públicas, a través de organismos autorizados, y la propia industria estén aplicando estrategias de reducción de emisiones para garantizar la calidad del aire. Algunas de estas estrategias pasan por legislar o regular la emisión de VOC, ofrecer información sobre esta realidad para la toma de conciencia colectiva y realizar una adecuada selección de materiales en el diseño y construcción de los edificios. En el caso de los industriales, una de las estrategias es la fabricación de productos de baja o nula emisión VOC certificada. Si nos centramos en los fabricantes de pinturas, barnices y lasures, los líderes del mercado están introduciendo nuevas gamas de productos respetuosas con el medio ambiente y la salud humana.
CEDRIA NATURE
CEDRIA, fabricante de productos para la protección y el acabado de la madera, ha desarrollado una nueva línea de productos libres de emisiones VOC, formulados con componentes naturales renovables de origen vegetal, no derivados del petróleo.
El resultado son productos que cuidan la madera y protegen la salud, favoreciendo y potenciando la elección de la madera para crear hábitats saludables con una mayor calidad del aire, especialmente en espacios cerrados.
El primer producto de la nueva línea CEDRIA NATURE es CEDRIA NATURE LASUR ECOLÓGICO Zero VOC, un lasur al agua con cero emisiones de VOC y con etiqueta Ecolabel que certifica que el producto cumple con los criterios ecológicos de la UE. También dispone de la certificación de calidad del aire A+.