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El mobiliario podria mejorar su resistencia a los impactos

Para disminuir las incidencias durante el transporte.

El Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA, ha acogido la XXXVI reunión del Comité Europeo de Normalización CEN/TC 207/WG 7 «Requisitos y métodos de ensayo para las superficies de mobiliario», que ha decidido volcar un esfuerzo sobre las normativas de «impactos» para establecer los criterios que permitan mejorar la resistencia del mueble ante distintos incidentes. El WG7 está formado por representantes de Suecia, Dinamarca, España, Polonia, Italia, Alemania, Francia, y Reino Unido.

 

Desarrollar y unificar las metodologías de ensayo de las distintas normas europeas sobre la resistencia de los acabados superficiales del mobiliario ante los impactos es uno de los objetivos del acuerdo alcanzado por el Comité Europeo de Normalización (CEN) «que permitirá reducir las incidencias que sufren los muebles durante su uso y transporte, y que suponen para las empresas de mobiliario, en este último caso, una media del 7 por ciento de la facturación por devolución, según indican los responsables del Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA.

 

El Centro Tecnológico, que ha acogido la 36 reunión internacional, ostenta la Secretaría Técnica del grupo de trabajo WG7 desde sus inicios, cuyo objetivo general es el desarrollo de metodologías normativas para analizar las superficies del mobiliario y sus requisitos.

 

Resistencia al impacto

 

En este sentido, la incorporación al proceso de trabajo de «impactos» en el mobiliario, aportará los resultados necesarios para que la industria incorpore las mejoras en los materiales y sus acabados que permitan reducir los defectos por manipulado, uso y transporte, asegura la representante de AIDIMA en el grupo, Rosa Pérez. Ahora, es el Plenario del CEN el que recibirá la solicitud para abordar la aprobación de este nuevo ámbito de trabajo, precisa la especialista.

 

Del mismo modo, los valores ya unificados que deriven de los ensayos realizados servirán para mejorar la adecuación al uso del mueble. En concreto, «se trata de simular las agresiones reales, estableciendo criterios comunes en los distintos laboratorios europeos para obtener los mismos resultados, independientemente de donde se realicen los ensayos, esto es, una mayor precisión en los resultados de las pruebas diagnósticas», precisa la especialista del Instituto Tecnológico.

 

Superficies con carácter

 

El WG 7 es un equipo de trabajo multidisciplinar incluido en el más amplio TC 207 de mobiliario, e integrado por profesionales de distintas áreas pertenecientes a distintas entidades como centros tecnológicos, laboratorios acreditados, organismos nacionales de normalización, federaciones empresariales, fabricantes de muebles y fabricantes de recubrimientos de 8 países europeos.

 

La función que desempeña el WG 7 es fundamental para los procesos productivos de la industria, y desde sus comienzos hace más de 3 décadas ha impulsado normas en distintas áreas del acabado, como la reflectancia, aspecto básico para la uniformidad del color, y que junto al brillo, regulan también la seguridad ocular por la incidencia de la luz en los ojos. O por ejemplo las distintas resistencias al calor seco, al calor húmedo, a la abrasión, al rayado o los líquidos fríos, que marcan el deterioro por el uso cotidiano de las superficies, entre otras tareas normativas.

 

Ventajas para el fabricante

 

Del mismo modo, el grupo atiende permanentemente a las modificaciones que requieran las distintas normas y sus metodologías en función del avance de la tecnología. Para desarrollar esta labor, el grupo ha elaborado una «Clasificación de la resistencia de las superficies de mobiliario», que establece un baremo desde las más a las menos resistentes en 5 niveles, en función de sus propiedades y comportamiento.

 

De esta forma, los trabajos realizados en el campo de la normalización, además de reducir las barreras técnicas al tratarse de documentos de ámbito europeo, proporcionan al fabricante de mobiliario y de materiales una herramienta para evaluar la calidad de sus productos, para seleccionar los más adecuados según el uso y para obtener un argumento objetivo de diferenciación en el mercado.