La nueva fábrica de OBRERA SAN JOSE ocupa 3.500 metros cuadrados, es la suma de cinco naves industriales y está ubicada en la esquina de la calle Les Foies, en el polígono de Sant Joanet, lo cual facilita la entrada de materias primas y la expedición del producto acabado.
«En nuestra nueva fábrica las condiciones de trabajo son mucho mejores -afirma Vicent Roig, director comercial de la empresa levantina-. Mejoramos en espacio, distribución, iluminación y capacidad logística, lo cual esperamos que se traduzca en mayor calidad de nuestros productos y servicios.»
Ante un mercado muy exigente
Esta realidad se ha traducido, según los responsables de la prestigiosa cooperativa, en una disminución progresiva de la calidad de las cajas. «Se cuidan otros detalles y otros aspectos del óbito de las personas, mientras que el ataúd ha pasado a un segundo plano», concreta Vicent Roig.
Pero OBRERA SAN JOSE no renuncia a su seña de identidad, que es el arca de lujo y tallada a mano. «Son muchos años haciendo marca. Si vivimos es gracias a eso -concluye Vicent Roig-. El funerario que quiere un arca de SAN JOSE sabe muy bien lo que quiere. Sólo con la caja de compañía no podríamos seguir adelante, porque la competencia en ese ámbito es feroz».
Hecho en España
Para esta prestigiosa empresa, una de las principales iniciativas que se han llevado a cabo en los últimos años en el sector funerario español es la creación de la etiqueta identificativa del ataúd «Hecho en España».
En esta veterana cooperativa valenciana se preguntan «qué aporta la caja importada a la riqueza y desarrollo de nuestro país». Y fundan sus esperanzas de futuro en el sentido común de todos los actores del mundo funerario, para que el fabricante de ataúdes tenga unos márgenes que le permitan hacer, como saben y han demostrado sobradamente, productos de alta calidad.