Eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Las conclusiones del proyecto de sanidad forestal Innobandas no dejan lugar a dudas. Los tratamientos experimentales llevados a cabo en los últimos dos años en País Vasco, Cantabria y Navarra para controlar la enfermedad de las bandas de las acículas de los pinos han arrojado resultados muy positivos.
Las labores de campo, coordinadas por la Asociación de la Madera de Euskadi, Baskegur, fueron desarrolladas por la Asociación Forestal de Navarra (Foresna), las Asociación de Forestalistas de Euskadi (Basoekin), la Asociación Cántabra de Empresarios de la Madera y Mueble (ACEMM), la empresa especialista en el sector agroforestal Galca, Neiker y HAZI.
En vista del satisfactorio balance de esta experiencia, es el momento de “reflexionar acerca de las líneas a trabajar en el futuro para dar continuidad” a este proyecto, tal y como ha señalado Óscar Azkarate, presidente de Baskegur. Las conclusiones de esta actuación han sido analizadas durante una jornada celebrada en el Parque Tecnológico de Zamudio.
Esta iniciativa, cofinanciada por la Unión Europea, ha demostrado ser ”eficaz y sostenible para atajar el avance de la enfermedad de las bandas”, ha enfatizado Josu Azpitarte, miembro del área técnica de Baskegur, quien ha subrayado la importancia de esta “labor preventiva” que ya se utiliza en países como Chile o Nueva Zelanda. Azpitarte ha explicado que se diseñaron dos parcelas diferenciadas. Una de ellas, de las que se han medido 991 pinos radiata y larício jóvenes, fue tratada de forma individualizada, a mano, y la otra de las que se han medido otros 243 ejemplares de pino radiata y pino laricio, con cañón pulverizador.
Las sustancias empleadas en estos tratamientos fueron Desfan, un compuesto orgánico de semillas de naranja y pomelo, Nordox (óxido cuproso en gránulos), Timol (extracto de tomillo rojo) y Carbonato ( Carbonato y componentes activos sinérgicos de Biofungitek) además de una mezcla de Desfan y Timol. En general, estas fórmulas obtuvieron buenos resultados, aunque, entre todas ellas, sobresalieron Nordox y Timol.
Neiker aportó sus conocimientos en torno a las innovadoras técnicas utilizadas en otros países y asumió las labores de medición de la sostenibilidad ambiental de los ensayos. “El reto fue dar con las dosis efectivas para obtener una buena respuesta”, señaló Eugenia Iturritxa, de Neiker, quien ha trabajado en el proyecto junto a su compañero Asier Alonso. En el caso del Nordox, ambos pudieron comprobar que no se daba “ecotoxicidad”, ya que “las deposiciones de cobre en la tierra eran residuales”, siempre dentro de márgenes seguros. Su conclusión es que no se daba ninguna “afección medioambiental”.
HAZI se encargó de la medición y prospección de las masas forestales vía satélite, así como a través de imágenes tomadas por drones. “Hemos trabajado en equipo y vamos aprendiendo sobre la marcha. Hay que seguir tratando y midiendo”, enfatizó Alejandro Cantero, de Hazi, quien avanzó que su intención es probar un láser a ras de suelo, que escanee el terreno.
Una red interconectada y de valor
En relación al futuro de Innobandas, Belén Reboreda, de la empresa Galca, manifestó la necesidad de seguir apoyando la sanidad forestal. “No es una lucha fácil, pero nos va mucho en ello”, ha recalcado. En esa misma línea, Itxaso Saiz (Acemm) ha hecho hincapié en la importancia de la colaboración entre administraciones, propietarios, industria forestal, científicos y otros agentes relacionados con el sector. “Nunca hubiéramos podido afrontar algo así en solitario. El apoyo del Estado y de Europa es vital”. A este respecto, Juan Miguel Villarroel (Foresna) incidió en la relevancia de que los propietarios “comuniquen” sus problemas y necesidades. “Cada vez estamos mejor preparados. la grandeza de este proyecto es que ha permitido una interconexión entre agentes, ha creado una red de valor”.
“El futuro es incierto, pero hay que seguir apostando por esta línea de recuperación sectorial a base de acciones de lucha contra la enfermedad”, ha destacó Eduardo Rodríguez, de la Confederación de Forestalistas del País Vasco.
El director general de Baskegur, Oskar Azkarate, clausuró la jornada destacando las tres principales conclusiones que se extraen del proyecto Innobandas. La primera, la importancia del trabajo conjunto entre propietarios, empresas, administraciones y centros tecnológicos en una apuesta supraautonómica coordinada y transversal para afrontar problemáticas como la sanidad forestal que afectan a toda la Cornisa Cantábrica. En segundo lugar, la puesta en valor de los resultados positivos obtenidos al constatarse la efectividad de algunos de los productos utilizados y su baja o nula ecotoxicidad, y por último la muestra clara e inequívoca de que proyectos como Innobandas tienen que tener su continuidad en el futuro.
Otros proyectos relacionados con la sanidad forestal en Euskadi son los de “Aplicaciones industriales de especies alternativas al pino radiata” y “Mejora genética del pino radiata para la obtención de individuos resistentes a las enfermedades“, financiados por el Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco.