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¿Piensas que las ventanas de madera son cosa del pasado?

ASOMA te invita a ver este vídeo.

Cuida de ti. Cuida del medio ambiente. Elige madera.

Con este eslogan la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera (ASOMA) se dirige a la sociedad para advertirle que «las ventanas de madera no son cosa del pasado», sino del presente y el futuro.

La madera es un materia único. De hecho, es el único material natural, renovable, reciclable y reutilizable que existe. Frente a lo que piensa la mayoría, su aprovechamiento contribuye a gestionar y cuidar nuestros montes. Además, es el único material que durante su producción (el árbol) absorbe carbono en vez de emitirlo.

Las ventanas que se fabrican hoy en día poco o nada tienen que ver con las que se fabricaban hace décadas. Su resistencia, durabilidad y estabilidad son extraordinarias. La madera, en sí misma, regala al cerramiento un excelente aislamiento acústico y térmico, así como estanqueidad al aire.

La madera es un material higroscópico, que regula la cantidad de humedad. Esto ayuda a los habitantes del espacio donde se disfruta de ventanas, suelos, puertas o muebles de madera a preservar limpias y sanas las vías respiratorias, reduciendo el riesgo de irritación de las membranas mucosas y la presencia de gérmenes.

El balance energético de las ventanas de madera es mejor que el de aquellas fabricadas con otros materiales. Para fabricar una ventana de madera se necesita aproximadamente la undécima parte de la energía que se precisa para hacer otra, con las mismas dimensiones y perfilería, con pvc o aluminio. Además, durante su uso, gracias a su gran capacidad de aislamiento, ayuda a ahorrar energía y dinero.

El mantenimiento de las ventanas de madera, que hoy consiste en una limpieza regular de los perfiles, es en realidad una ventaja añadida a este formidable producto. La ventana de madera puede restaurarse e incluso cambiar de color, algo que no se puede hacer con ningún otro material. Por eso, las ventanas de madera pueden durar varias generaciones. Ya no es necesario lijar; basta con aplicar productos que limpian e hidratan la madera, haciendo que las ventanas luzcan como nuevas.

Si te importa tu salud y el medio ambiente, las ventanas de madera son la mejor opción.