La Mancomunidad de Municipis Bergedans per le Biomassa (MMBB) es una agrupación entre siete ayuntamientos del Berguedà y uno del Solsonès, y el Departamento d’Agricultura, Ramadería, Pesca i Alimentació de la Generalitat de Catalunya. Un claro ejemplo de colaboración entre administraciones de distintos ámbitos y de distintos tamaños (el Ayuntamiento de Berga tiene 17.000 habitantes y el de Gisclareny sólo 30).
“El objetivo de la Mancomunidad es básicamente uno -aclara Moisés Masanas López, Alcalde de Saldes-. La gestión forestal sostenible de los montes públicos propiedad de estos ayuntamientos y también de la Generalitat de Catalunya”.
GESTION Y APROVECHAMIENTO DEL MONTE
Este proyecto nació en 2012, cuando se firmó el primer convenio, entre los siete ayuntamientos de El Berguedà. A finales de 2012 se sumó el Departamento d’Agricultura de la Generalitat y en 2019 se incorporó por convenio el ayuntamiento de Guixers, del Solsonès, que también está por la labor de potenciar la gestión pública de los montes.
“Tenemos varios proyectos en curso -relata Moisés Masanas-. El primer proyecto que nació fue crear un mercado de astilla forestal para alimentar catorce calderas, que hacen funcionar 32 equipamientos en los diferentes ayuntamientos de la Mancomunidad. Este es un proyecto que nos permite aprovechar un residuo forestal que, de otra forma, tendría valor cero”.
Un primer paso fue la construcción de calderas, que están operativas en los diferentes municipios. La otra parte fue construir una caldera para dar kilovatios térmicos al polígono industrial de La Valldan, en Berga.
Asimismo, un nuevo sistema de ordenación de estos montes tiene la valoración del CO2 como eje principal, favoreciendo actuaciones para mejorar la captación del CO2 de las masas, demostrando que los valores son mayores a los de las zonas dondes no se actúa. “Si gestionamos bien el monte seremos capaces de secuestrar más CO2 que el que se absorbe de forma normal”.
MADERA DE VALOR, CON WOOD-MIZER
La Mancomunidad tiene otro gran objetivo: la valorización de la madera. “Creemos que, si tenemos un producto que tenemos que gestionar y tiene un valor de mercado muy bajo, nos perjudica. Con lo cual, para hacer una buena gestión necesitamos que el precio sea un poco más alto. Y tenemos madera de calidad que no queremos destinar a hacer productos de bajo coste. En una sierra de WOOD-MIZER estamos sacando producto de este tipo al mercado –explica Moisés Masanas-. Por otra parte, en la madera para construcción el CO2 estará más tiempo secuestrado que si la utilizáramos para hacer palets o biomasa”.
“Hemos montado una sierra de WOOD-MIZER en Saldes -afirma Lluis Campmajò Puig, Alcalde de Gósol-. Cortamos madera y, para quien lo necesite, tenemos vigas, tablones, tablas…” Buena madera para hacer de todo: Desde una mesa, a un tejado, viga, recuperación de casas completas…
“La máquina funciona perfectamente -asegura Lluis Campmajò-. Tenemos que aprovecharla y cortar nuestra mejor madera. Yo me estoy planteando hacer casas de madera, un producto terminado en nuestra comarca. Coger madera de nuestros montes, serrarla, secarla y construir las viviendas”.
“Nos llegan los troncos del bosque que son de mejor calidad y hacemos listones y diferentes medidas de madera para carpintería o para ayuntamientos que necesitan madera -comenta Anna Jordà, operaria a cargo de la sierra WOOD-MIZER en la serradora de la MMBB-. Con la sierra hacemos las tablas, con el grueso que queremos. A continuación hay otra máquina que nos corta el ancho y una tercera que nos corta el largo. Y sale el producto, con las medidas que necesitamos”.
La sierra es automática; funciona con un programa desde donde se controlan todos los parámetros. Desde ahí se indica a la máquina el grueso deseado, y ella misma se va moviendo y colocando en su sitio. MMBB fabricamedidas estándar: Normalmente de 27 x 155 milímetros de ancho; de largo depende del tronco. Actualmente están cortando seis o siete troncos al día. La cantidad de tablas depende del tronco y del grueso requerido.
“La sierra es sencilla de usar -asegura Anna Jordà-. A la que la usas unas cuantas veces, ya ves cómo va, entiendes todo y es fácil. No es preciso un gran esfuerzo, porque lo hace todo prácticamente ella sola”.
En efecto, la propia máquina levanta el tronco desde el suelo, lo corta, devuelve las tablas, las deja en otra bancada, sin tener que hacer mucha fuerza física. “La máquina es segura. Ella se mueve, pero tú no vas a su lado. La controlas desde lejos, no hay peligro. Y cambiar la hoja de la sierra tampoco es difícil. La máquina no requiere mucho mantenimiento. Básicamente hay que ir retirando el serrín que va generando, para proseguir con el trabajo”.
NUEVOS PROYECTOS
Actualmente la Mancomunidad está inmersa en otro proyecto de mejora de la gestión forestal en el bosque. Mediante una micro procesadora, para poder trabajar con más comodidad. “Tenemos las brigadas forestales y estamos en un entorno donde tenemos unas limitaciones, donde podemos hacer un tipo de gestión; porque tenemos muchas zonas donde hay grados de protección del paisaje, de la fauna, de la flora… con lo cual tenemos que ser muy cuidadosos. Y nosotros, como administración, más”, afirma Moisés Masanas, Alcalde de Saldes.
Y un proyecto a futuro consiste en hacer mejor la gestión de la planta de generación de energía. “Ahora estamos vendiendo kilovatios térmicos, pero tenemos fluctuaciones de consumo, con lo cual podríamos hacer kilovatios eléctricos y auto abastecernos en primera instancia, y luego vender a la red, si es necesario”.
HACIA UNA ECONOMÍA CIRCULAR
La Mancomunidad de Municipis Bergedans per le Biomassa (MMBB) tiene la gestión forestal sostenible como primer eje. Pero tiene un segundo eje que es hacer economía circular, para dar puestos de trabajo en los pueblos que circundan a Berga, donde está ubicada la planta de generación de energía.
“A nosotros nos preocupa mucho ya no el despoblamiento, porque ya estamos despoblados. Sino recuperar población en estos pueblos de montaña. Si somos capaces de hacer una gestión forestal que permita crear puestos de trabajo de calidad que no sean puntuales o que fluctúen en función de la estación, podemos hacer algo importante”.
Muchas personas de esta comarca trabajan mucho tiempo para la Mancomunidad. Son 34 personas, más otras seis que están en plantilla. Esto, en un escenario donde cada ayuntamiento trabajase independientemente solamente sacando a concurso sus bosques, no se conseguiría. El número de trabajadores sería más bajo, porque habría una estacionalidad. Ahora es posible conseguir, a base de economía de escala, valorizar el producto y ser más eficientes.
“Tenemos que seguir trabajando para mejorar en los puntos en los que todavía no somos suficientemente eficientes, y seguir creando puestos de trabajo, que los necesitamos mucho”.