ARQUIMA, referente en España en construcción pasiva industrializada, participa un año más en el proyecto de innovación MetrópolisFPLab, impulsado por la Agencia Metropolitana de Desarrollo Económico del Área Metropolitana de Barcelona, la Diputación de Barcelona y la Fundación BCN Formación Profesional.
MetrópolisFPLab, que este año celebra su 5ª edición, tiene como objetivo evaluar el talento del alumnado de formación profesional, para acercarlo al mercado laboral, fomentando la adquisición de competencias clave y su inserción laboral.
ARQUIMA participa junto a otras empresas y entidades como TMB, Hospital del Mar, Aigües de Barcelona, Port de Barcelona o Circuit de Catalunya, entre otras, que también han planteado retos para que los alumnos puedan aplicar diferentes metodologías de innovación abiertas en un entorno real.
El proyecto combina las demandas empresariales con la creación de un entorno de análisis, de formación especializada por medio de mentores y técnicos, a fin de potenciar el emprendimiento, el trabajo en equipo y la experimentación. La iniciativa promueve la innovación abierta como proceso metodológico de alto valor añadido para su aplicabilidad a la Formación Profesional.
El premio para cada equipo ganador consistirá en el desarrollo de la idea y/o propuesta de mejora en la misma empresa, durante un tiempo de 2 meses y a través de una beca formativa remunerada.
En esta edición ARQUIMA potencia la economía circular planteando a los alumnos cómo poder aprovechar, de manera más óptima, las mermas de madera de su proceso de fabricación para poder lograr así un mejor rendimiento económico.
ARQUIMA es una empresa líder en el sector de la construcción industrializada de viviendas, equipamientos, fachadas y envolventes, con criterios de construcción pasiva, sostenible y saludable.
Su sistema industrializado permite la construcción, con gran facilidad, de edificios pasivos, ya que contempla los principios básicos de la certificación Passivhaus, la más exigente del mundo en el campo de la eficiencia energética. Además, el hecho de utilizar la madera como material principal permite que se reduzca drásticamente la emisión de CO2 derivada del proceso constructivo.
Mediante la industrialización de este proceso, se consigue una fabricación ordenada y organizada de los edificios que garantiza un control de calidad permanente y de máxima exigencia. Unos estándares que no son posibles con otros métodos de construcción.
Gracias al mecanizado por control numérico, que permite el control milimétrico de los encuentros entre elementos, se consigue una alta calidad de detalles constructivos con encuentros impecables y totalmente estancos.
ARQUIMA reduce al máximo los residuos en su fábrica, pese a ello siguen existiendo mermas que les gustaría aprovechar para mantener los recursos naturales dentro de la economía circular, es decir, que puedan ser utilizados una vez tras otra.
UN RETO ECONÓMICO, SOCIAL Y MEDIOAMBIENTAL
En el mundo de la construcción, el concepto de economía circular (cradle to cradle) mejora la manera en la que construimos, reduciendo el impacto del sector y manteniendo un círculo constante de recuperación de recursos. Eliminando la extracción continua y descontrolada de nuevas materias primas, podemos lograr un sistema cerrado y sostenible.
El reto que ARQUIMA propone este año a los alumnos es cómo poder aprovechar los diferentes restos de madera de su proceso de fabricación, bien sean elementos estructurales o revestimientos, para obtener de ellos un mayor rendimiento económico.
Es un reto que ayudará a cerrar el círculo de la vida útil de los materiales con los que trabajan, a la vez de lograr que la empresa consiga unos estándares aún más elevados en el campo de la sostenibilidad.
Su objetivo es crear valor económico, social y medioambiental para contribuir al bienestar de toda la sociedad y al de las futuras generaciones.