La descarbonización de la edificación fue uno de los temas tratados en el Congreso de Maderaula celebrado en FIMMA + Maderalia. De este modo, Alfons Ventura, del Área de Desarrollo y Contenidos en GBCe, afirmó que “el grueso de la descarbonización en el sector de la edificación se encuentra en intervenir en los edificios ya construidos”.
El parque edificado es obsoleto. La mitad de los edificios de España tienen más de 40 años, lo que supone que el 15,9% de la población reside en viviendas deficientes, número que alcanza el 26,1% para las clases socioeconómicas más bajas. A los problemas de goteras, humedades y estructurales, se suma la imposibilidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada, ya que estos edificios se realizaron sin tener en cuenta ninguna norma de eficiencia energética por mínima que fuese.
El 61% de las emisiones se atribuye a los consumos realizados en las viviendas, mientras que el 39% restante corresponde a las edificaciones institucionales y comerciales. Así pues, la reducción de las emisiones pasa forzosamente por la rehabilitación integral del parque residencial, lo que además permitirá mejorar la calidad de vida de las personas que lo habitan y reducir la vulnerabilidad de los ciudadanos haciéndolos más independentes del consumo energético.
“Lo que se propone es, en lugar de hacer los cuatro millones de viviendas nuevas que hay en previsiones, construir dos millones de viviendas nuevas y que el resto sean rehabilitadas”, propuso Alfons Ventura.
Por su parte, Héctor Jimeno, coordinador del Área Técnica de Transformación Verde y Sostenibilidad de AEICE, presentó el proyecto Mhades, que está enfocado a la descarbonización del hábitat, lo que demuestra la importancia de la madera en la reducción de carbono.
Este proyecto tiene como objetivo mejorar la competitividad de las empresas del Sector Hábitat iniciando su proceso de descarbonización de manera anticipada a la llegada de la normativa. De no iniciar esta transición hacia la descarbonización ahora, en el futuro esto supondrá una adaptación rápida y costosa a la normativa de obligado cumplimiento. Además, dada la complejidad técnica de la cuestión, la heterogeneidad del sector, y la magnitud de éste, iniciar este camino ahora, con cierto margen de maniobra, es el único modo de garantizar que dicha transición sea ordenada, equilibrada y justa.
Más tarde, Alberto Rubio Garrido, arquitecto en el Instituto Valenciano de la Edificación, explicó la herramienta Turia, la cual sirve para evaluar proyectos de edificación y obra civil con la que se obtiene un Informe de evaluación ambiental de la actuación.
“Con TURIA obtenemos un Informe de impacto ambiental que informa sobre la repercusión por m2 del proyecto de los principales indicadores ambientales regulados por la norma UNE-EN 15804:2012+A2:2019/AC:2021 junto con algunos otros de elaboración propia”, explicó.
Por último, Gonzalo Anguita, FSC, desgranó los términos de la certificación forestal y la cadena de custodia en la edificación que viene, más eficiente, controlada y sostenible.