Los baños han dejado de ser simples espacios funcionales para convertirse en un santuario personal, un lugar de relajación y bienestar. Integrar una lavadora en el baño puede ser una solución práctica, pero también estilosa si se planifica con cuidado, manteniendo siempre un equilibrio entre funcionalidad y diseño. Desde Jesús del Ser, han diseñado un proyecto de estas características, logrando un óptimo resultado.
UN NUEVO PROYECTO DE JESUS DEL SER
Para una coqueta vivienda en la que se necesitaba integrar la lavadora en el baño, al no tener suficiente espacio en la cocina, el especialista Jesús del Ser, con más de 40 años de experiencia ha diseñado un mueble-lavabo a medida en madera para integrar el electrodoméstico y generar el mayor espacio de almacenamiento posible.
«Se trata de un proyecto que estudiamos teniendo en cuenta las preferencias del cliente y un equilibrio entre funcionalidad y estética. Determinamos que la mejor opción para integrar la lavadora era esconderla a simple vista e instalar una encimera continua con lavamanos integrado, creando una unidad integrada y funcional«, explica Nuria del Ser, gerente de Jesús del Ser.
El mueble se diseñó a medida como un armario con puertas y un gran cajón bajo para almacenaje que combinasen con el resto del baño y la vivienda. El proyecto se completó con una encimera corrida de piedra natural de Travertino, aprovechando al máximo el espacio.
«Utilizamos madera DM hidrófugo (resistente al agua y la humedad), en grosores entre 15 y 19 mm, usando el de 15 mm para partes traseras y el de 19 mm para estructura y frentes de armario y cajones, muy resistente. La madera se trató con lacado liso en color verde grisáceo, manteniendo una paleta de color coherente con el resto del baño y la vivienda. Un color claro y neutro, muy elegante, que contribuye a crear una sensación de amplitud y limpieza», detalla la experta.
Para rematar el proyecto, se optó por colocar tiradores minimalistas en color metal, en consonancia con la grifería, para dar un toque distintivo de elegancia y sobriedad.
En definitiva, la madera en el baño no es solo una tendencia, es una forma de crear un espacio único y acogedor, donde la elegancia, la calidez y la funcionalidad sean los protagonistas.
MADERA EN ZONAS HÚMEDAS
Tradicionalmente relegada a otros espacios del hogar, la madera irrumpe con fuerza en los baños, desafiando la idea de que la humedad y el agua son sus enemigos declarados. Los avances tecnológicos en los tratamientos de la madera la convierten en un material resistente y duradero, perfecto para aportar un toque natural y elegante a este espacio.
«Hoy en día es posible utilizar madera en el baño sin comprometer su durabilidad y resistencia al agua. Materiales como la teca, el cedro y el roble tratado destacan por su capacidad para soportar la humedad y los cambios de temperatura, convirtiéndose en opciones adecuadas para muebles, revestimientos de paredes y suelos.», explica Del Ser, quien apunta que es un material muy versátil para crear espacios acogedores y puede ser un excelente aislante térmico y acústico, dependiendo de la densidad de la madera.