ASOMA interviene en un coloquio con arquitectos de Cuenca

Su gerente, Jose Palacios, defendio la madera en la construccion junto a reconocidas personalidades del sector como Enrique Nuere.

José Palacios Monteagudo, gerente de la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio, participó el martes pasado en una charla-coloquio organizada por NEDLAM y celebrada en el salón de actos del Colegio de Arquitectos de Cuenca, en una actividad más del programa de ASOMA de fomento de la prescripción de la ventana de madera en España.

 

Su ponencia versó acerca de las prestaciones de la ventana de madera como elemento apto para cumplir los estándares de consumo energético casi nulo en una vivienda. Y lo hizo relacionando las capacidades de pasividad de dichas ventanas con su contribución a la optimización de la envolvente.
«La ventana es el elemento más desfavorable desde el punto de vista del aislamiento térmico y acústico en la envolvente de una vivienda -afirmó el gerente de ASOMA-. Por ello, habrá de cumplir una serie de requisitos para optimizar la demanda energética definida para edificios Passivhaus».

 

 

Paso a paso, el ponente demostró con datos y ejemplos que una ventana de madera cumple e incluso supera holgadamente los principios básicos de la construcción pasiva:

 

• Estanqueidad de la envolvente

• Ventilación y recuperación de calor

• Aislamiento

• Control de los puentes térmicos

 

Tal como explicó José Palacios a los arquitectos conquenses, los requisitos que se exigen a una ventana para que sea apta en la edificación pasiva son los siguientes:

 

• El producto ha de tener el Marcado CE, tal como indica el Reglamento 305/2011 de Productos de la Construcción.

• Permeabilidad al aire: Ha de cumplir como mínimo la Clase 4, según UNE EN 12207:2000.

• Estanqueidad al agua: Ha de cumplir la Clase E, según UNE EN 12207:2000.

• Aislamiento térmico: Ha de conceder una transmitancia térmica menor o igual a Uw 1,0 W/m2K

 

El gerente de ASOMA detalló pormenorizadamente los condicionantes constructivos de toda ventana, y las características que sus componentes han de tener para que el cerramiento contribuya a cumplir el estándar Passivhaus: vidrios, intercalarios, balance energético, diseño del perfil, herrajes, control solar…
Respecto al intercalario, José Palacios comentó que «debe ser de borde caliente, para evitar condensaciones en el interior».

 

«El porcentaje de pérdidas a través de una ventana es considerable -apuntó-. Todo lo que se pierde hay que ganarlo (balance neto), mediante la aportación solar y cargas internas de calor».

 

Asimismo, insistió en la importancia de una correcta instalación de la ventana, para que el encuentro de ésta con el muro no impida a la envolvente cumplir los valores exigidos de estanqueidad y aislamiento. «La calidad de la instalación de la ventana afecta directamente al desempeño de sus funciones y capacidades -concluyó José Palacios-. En una casa pasiva, habitualmente se coloca enrasada, con un aislamiento de refuerzo y el posterior sellado al hueco; ayudando a que el comportamiento del conjunto de la envolvente sea óptimo».

 

«La rehabilitación tiene un gran futuro»

 

Enrique Nuere, arquitecto y carpintero, académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, expuso en esta jornada divulgativa los pros y los contras de la madera en la construcción.

 

«La rehabilitación tiene un gran futuro en España -afirmó el mayor especialista europeo en carpintería de lazo-. Y puede competir perfectamente con acero y hormigón».

 

A juicio de Enrique Nuere, la madera es una magnífica opción para obtener grandes luces en la edificación. Ante un selecto grupo de arquitectos conquenses, defendió sus prestaciones, aunque no ocultó sus debilidades. «El uso de la madera contribuye a preservar el medio ambiente y regenerar los bosques. Además, emplear este material en la construcción es sinónimo de ahorro energético. Va a haber un futuro para la madera», aseguró.

 

 

 

 

 

«Un material ideal para proyectos innovadores»

 

Según Alberto Sánchez, gerente de IPEMA (empresa dedicada a la construcción de estructuras y casas de madera), «la madera es un material ideal para acometer proyectos innovadores». Entre otras ventajas, el ponente y organizador de la jornada destacó que:

 

• Es beneficiosa para la salud

• La fabricación de casas y estructuras permite el replanteo en taller

• Ofrece un comportamiento ejemplar frente al fuego

• Comporta múltiples e importantes ventajas sociales

 

Alberto Sánchez, acérrimo defensor del correcto uso de la madera en la construcción, recorrió junto a su auditorio varios ejemplos de obras realizadas por su empresa, y les explicó los sistemas de fabricación empleados. «Con madera, garantizamos mayores calidades, a un precio igual al de una vivienda convencional», terminó.

 

«Nos interesa conservar los oficios tradicionales»

 

Aurelio C. Treceño, arquitecto, aparejador, auto constructor y experto en diseño y construcción sostenible, es cofundador del estudio de arquitectura LAUREANA ARQUITECTURA SOSTENIBLE. En la charla-coloquio celebrada ayer en el Colegio de Arquitectos de Cuenca defendió el uso de la madera en la bioconstrucción, aunque señaló la importancia que tiene conservar los oficios tradicionales, para garantizar que es empleada correctamente.

 

Treceño puso como ejemplo su obra más significativa: la Casa Laureana, en Toledo, realizada con estructuras geodésicas de madera y paja. Asimismo, ilustró con imágenes cómo este diseño cumple todos los conceptos ligados a la bioconstrucción: lucha frente al cambio climático, la mejor opción ambiental para las estructuras, reducción de emisiones de CO2, contribución a la regulación del ciclo hidrológico y a la protección frente a la erosión, mantenimiento de la biodiversidad, etc., etc.; todo ello con un material sano y agradable, que suma confort y hace de la estancia una tercera piel para el individuo.

 

«Desde la cuna, hasta la tumba»

 

Finalmente José Raúl Fernández Osma, gerente de la carpintería CAJA Y ESPIGA, S.L., defendió los tratamientos naturales de la madera; «un material noble como ninguno, que nos acompaña desde la cuna, hasta la tumba».

 

El ponente explicó a los asistentes las ventajas técnicas, estéticas y ambientales que rodean al empleo de acabados naturales; productos inocuos basados en química vegetal, «protegiendo la madera como lo hacen los propios árboles, y con soluciones para todas las necesidades y circunstancias».