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TXIRBIL sorprende al mercado con sus bicicletas de madera

“Hay que aplicar más tecnología a un cuadro de madera que a un cuadro de carbono”.

Hace 25 años que TXIRBIL inició su actividad en Zerain (Guipúzcoa). Era una carpintería tradicional, especializada en la elaboración de productos de madera maciza, como ventanas, escaleras, etc. “Antes de la crisis ya nos planteábamos que con la madera se puede hacer muchas cosas que no están necesariamente relacionadas con la construcción -rememora Aitzol Tellería, uno de los socios de esta sociedad cooperativa, junto a su hermano Andoitz y a Haritz Iturrioz-. Fue así como empezamos a hacer cuadros de bicicletas de madera”.

La ecuación era simple y clara: Si las prestaciones mecánicas de la madera en una ventana o en una viga son mejores que las de aluminio o acero, ¿por qué no lo van a ser en el cuadro de una bicicleta?. TXIRBIL comenzó a hacer pruebas, hasta que logró fabricar algo funcional, que podría encajar en el mercado. Así nació su producto estrella.

Superada la crisis, la actividad ha aumentado de nuevo, y TXIRBIL vuelve a ser una referencia en Zerain y su entorno. En 2017 inició la construcción de un nuevo pabellón, con estructura y revestimiento de madera; montado por ellos mismos.

A finales del año pasado se consumó el traslado. “Si estamos vendiendo madera, teníamos claro que nuestra nave tenía que ser también de madera”.

BICIS DE MADERA

Homologadas las pruebas de resistencia de los cuadros para bicicletas, TXIRBIL percibe que el producto gustaba y podía tener un mercado. “Es un producto nuevo, y la madera sigue generando desconfianza en la mayoría de la gente -reconoce Aitzol Tellería-. Relacionan con tecnología un cuadro de fibra de carbono, pero piensan que un cuadro de madera es fruto de la artesanía. Yo diría que hoy hay que aplicar más tecnología a un cuadro de madera que a un cuadro de carbono”.

TXIRBIL sabe que tiene que luchar cada día frente a ese prejuicio. Funcionalmente, han concluido que el cuadro de madera tiene algunas ventajas respecto a los cuadros convencionales. Por ejemplo, a la hora de absorber las vibraciones, en carreteras rugosas o defectuosas. En todo caso, es una bicicleta más cómoda. También es ligera. TXIRBIL está fabricando cuadros de aproximadamente 1 kilogramo, pero saben que pueden restar peso, compaginando la madera con fibras vegetales, si algún cliente desea una bicicleta de competición.

TXIRBIL fabrica sus cuadros con madera micro laminada, de hasta 5 décimas de grosor, con refuerzos interiores de fibras vegetales: lino, yute, cáñamo, etc. Las geometrías pueden variar, según la marca de la bicicleta adonde vaya destinado el cuadro. Y dependiendo, por supuesto, si se trata de una bici de montaña o de carretera. “Estructuralmente funciona, la resistencia del material y el producto están homologados, y estéticamente no tiene nada que ver con todo lo que existe”, concluye Aitzol Tellería.

ESTABILIDAD Y ESTETICA

TXIRBIL fabrica sus cuadros para bicicletas con madera de diferentes especies. En concreto de Haya y Arce (como base estructural), Cerezo y Nogal (para realzar su aspecto estético) y Abeto (en el interior, para aligerar). Todo es posible combinando las maderas: Estética o Ligereza, según requiera el cliente.

Al cuadro ya construido se le aplica un acabado acrílico, resistente a las inclemencias de todo tipo que la bicicleta va a afrontar al exterior. “La madera está hidrofugada y recubierta, por lo que nunca se llega a mojar -asegura Haritz Iturrioz-. Lógicamente, esta es una de las preguntas que más nos hace la gente. Nosotros les invitamos a recordar cómo eran antes las embarcaciones… Todas de madera”.

Ciertamente, al ser la bicicleta de hoy un artilugio tan preciso en su peso y sus medidas, no se puede admitir que el cuadro modifique su forma o volumen, por causa de la humedad. De ahí que la construcción y el tratamiento y acabado de la madera en TXIRBIL sean tan rigurosos.

En la firma de Zerain nació primero la bicicleta de carretera, pero el mercado está otorgando un éxito mayúsculo a su bici de montaña. Actualmente viene de Estados Unidos la moda de la bicicleta de gravel (gravilla). Se asemeja mucho a una bicicleta de ciclo cross. Son más ligeras que las de montaña, y son para andar en pistas. “Este tipo de biciclo casa muy bien con la madera, porque no llevan suspensión y, como quedó dicho, la madera absorbe muy bien las vibraciones en las carreteras rugosas”, aclara Aitzol Tellería.

MERCADO CRECIENTE

TXIRBIL fabrica los cuadros de madera. Las bicicletas son montadas y comercializadas en VIBIKE (Vitoria). El mundo de los componentes de las bicicletas evoluciona muy rápido. “Hay que estar muy atentos, y adaptar nuestros cuadros a esos cambios o novedades que llegan a un mercado que crece y se hace cada día más exigente -concluye Haritz Iturrioz-. Si no vigilas el mercado, puedes quedar rápidamente fuera de juego. Por ejemplo, una modificación en el diámetro del pedalier, o el eje pasante en ruedas, ahora tan de moda, nos obligan incluso a modificar los moldes de los cuadros”.

TXIRBIL ha superado los sesenta cuadros de madera y el interés y la demanda de su producto aumentan, a medida que estas bicicletas son vistas en la carretera y conocidas por los usuarios. En un territorio como el País Vasco, donde la afición al ciclismo es extraordinaria.

Tras la bici ha irrumpido en TXIRBIL otro producto que dará que hablar: La maquila. El bastón tradicional que los vascos portan en sus salidas al monte. La empresa de Zerain está fabricando un bastón telescópico de madera que aspira a sustituir al de aluminio, y a relevar con dignidad al histórico palo de avellano. “Sabíamos antes de empezar a hacerlo que un tubo tan delgado de madera, con la expansión interior del bloqueo, iba a reventar -explica Andoitz Tellería-. Hemos integrado fibras dentro del tubo, para resolver este dilema y para restar torsión a los tubos. Esta solución nos ha ayudado a alcanzar estructuras más delgadas, ligeras y resistentes, tanto en las maquilas como en los cuadros para bicis”.

Evidentemente, hay muchas cosas que se pueden hacer con madera. Prácticamente todas. Con un material cien por cien ecológico, renovable y reciclable. Bello y técnicamente capaz.