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“Necesitamos bosques gestionados y vivos, que estén en continuo crecimiento”

Los selvicultores activos, presentes en la COP 25 de Madrid.

Patricia Gómez Agrela, gerente de COSE -Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España-, participó, con su ponencia «Mitigación mediante sumideros forestales permanentes«, en la COP 25 de Madrid, en el evento «La gestión activa de los espacios forestales como recurso estratégico para alcanzar los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible«, organizado por la Asociación Española de Municipios de Montañas, en colaboración con Juntos por los Bosques.

Gómez Agrela comenzó su intervención recordando que en el planeta existen tres sumideros de carbono: los océanos, los bosques y los suelos. “Los bosques son de todos ellos, los sumideros que nosotros podemos gestionar a través de actuaciones antrópicas, para que sean grades fijadores y captadores de CO2. Un metro cúbico de madera es capaz de absorber casi una tonelada de CO2”, apuntó.

En los inventarios forestales nacionales podemos ver cómo cada año las existencias de España aumentan, y con ellos sus stocks de carbono (crece en volumen, alrededor de unos 50 millones, y en superficie, unas 190.000 hectáreas por año). “Tenemos un incremento importante de stocks que tienen que ser gestionados para no perder esos sumideros, ya que si no los gestiona el hombre, vendrán otras catástrofes ambientales y climáticas, como el fuego o las plagas, que los gestionarán y correremos el riesgo de perder todo este CO2 que tenemos fijado en nuestras masas forestales”, explicó.

En la actualidad, nuestros bosques absorben 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbono a nivel mundial. “Son sumideros permanentes ya que cortamos y plantamos, cortamos y plantamos. Así sucesivamente, por eso es por lo que tenemos bosques vivos, jóvenes, que son los que más CO2 captan para su crecimiento. Queremos bosques gestionados y vivos, que estén en continuo crecimiento”, dijo la gerente de COSE.

Al aprovechar nuestros recursos naturales sin agotarlos, generamos beneficios ambientales y mitigamos el cambio climático.

En España, más de los 20.000 millones de hectáreas forestales existentes mantienen fijados unos 785 billones de toneladas de CO2 capturadas en el proceso de la fotosíntesis, además absorben al año 48 millones de toneladas de este gas. “Todo eso nos producen otros servicios ecosistémicos fundamentales para la vida, biodiversidad y el mantenimiento de los ecosistemas. A modo de ejemplo, una chopera absorbe 12 toneladas de CO2 por hectárea y año. Por eso, nuestro objetivo como selvicultores es mantener esa gestión activa para aumentar de forma sostenible esa capacidad y que no se frene”, puntualizó la gerente de COSE, quien recordó que “cuando desaparece la gestión hacemos bosques más vulnerables, y con mayor riesgo de pérdida de valores ambientales, sociales y económicos. El coste del abandono es mucho mayor para la sociedad que el de mantener unos bosques”.

Patricia Gómez reclamó en la COP 25 que hay que incluir como nuevo objetivo de gestión la captura de CO2, “los montes nos dan muchísimos recursos que necesitamos, crean empleo y riqueza, pero además salvan el clima del planeta. Por tanto, uno de nuestros objetivos de esa gestión sería la de maximizar esa captura de CO2, a través de nuestras actuaciones selvícolas, metodología y herramientas de cálculo que ya existen, así como contar con recursos financieros y medios suficientes”.

La gerente de COSE dejó claro que la gestión forestal y la selvicultura deben jugar un papel activo en la mitigación, pero para ello es necesario poner en marcha un mercado de captura de carbono que incentive a los propietarios y gestores del territorio para mantener esos montes y esa biodiversidad. “Necesitamos una movilización real de esos agentes del cambio que son capaces de que nuestros bosques capturen más CO2, además de diseñar políticas de gestión adaptativas y prevenir los escenarios de vulnerabilidad que se prevén para obtener bosques resilientes y resistentes”.

Por último, Gómez Agrela pidió un gran pacto social para los bosques y su gestión. “Pensamos que aunque los bosques los mantienen unos pocos, se benefician todos y tenemos que conseguir que todo el mundo se implique en su mantenimiento”.