MADERIA se presentó ayer en sociedad. Fue en una jornada técnica dedicada a la Rehabilitación y la Sostenibilidad, en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, con 180 profesionales del sector inscritos (proyectistas, constructores, organismos de control y de investigación, centros tecnológicos, universidades, industriales, instaladores…
El evento, cuyo anfitrión era Víctor Velasco, Director de la institución, fue presentado e inaugurado por Javier Serra María-Tomé, Subdirector General de Innovación y Calidad de la Edificación, en la Secretaría de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas, del Ministerio de Fomento. «La madera será el material protagonista de un futuro en el cual la sostenibilidad estará en el punto de mira -señaló Javier Serra, quien aplaudió la irrupción de MADERIA como iniciativa para la divulgación, información y, a la postre, el impulso del sector de la madera en la construcción-.»
Relectura del CTE
Luis Vega Catalán, Consejero Técnico de Arquitectura y Sostenibilidad en la Secretaría de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas, del Ministerio de Fomento, habló en su intervención en la jornada sobre los aspectos reglamentarios que afectan a la intervención en los edificios existentes. «La Rehabilitación es ya fundamental en la edificación en España, con lo cual conviene llevar a cabo una relectura del Código Técnico de la Edificación (CTE) para afinar en ciertas cuestiones inherentes a esta actividad, la cual queremos que se desarrolle en un marco adecuado -dijo-. No se trata de una reducción de las exigencias, sino sólo de una adecuación del texto».
«No ha de haber un CTE específico para la Rehabilitación, sino criterios globales de trasversalidad reglamentaria, porque a veces se entremezclan obra nueva e intervención (en un edificio, una reforma se puede dar a la vez que una ampliación). La modificación del documento introducirá criterios de aplicación de las exigencias en intervenciones en edificios existentes -comentó el ponente-, y las exigencias se modularán proporcionalmente según los tipos de intervención».
Todo edificio presenta peculiaridades en función de su orientación, exigencia de eficiencia energética, etc. Por ello, «conviene introducir criterios de flexibilidad, en función de características técnicas, económicas y arquitectónicas -informó en el Torroja el Consejero Técnico de Arquitectura y Sostenibilidad en la Secretaría de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas-. Así, es recomendable realizar documentos complementarios, buscando siempre el mayor nivel de mejora posible y limitar el nivel de las exigencias para posibilitar la mayor adecuación posible».
De esta forma, Luis Vega anunciaba el «criterio de no empeoramiento», por ejemplo, en prestaciones de acústica. «En cualquier tipo de obra no deben menoscabarse las condiciones de seguridad y habitabilidad».
La revisión del CTE también acogerá una evaluación de las prestaciones, tomando como referencia modelos que dan respuesta a intervenciones típicas actuales. «Más que modificarlo, hay que fefundar las ideas del CTE; habilitar explícitamente procedimientos de evaluación de prestaciones de sistemas tradicionales basados en la experiencia -dijo-.»
De esta forma, la ampliación del CTE para adaptarlo a la nueva realidad de la Rehabilitación como protagonista en la actividad de la construcción persigue aplicar la normativa a lo nuevo, sin empeorar lo preexistente.
El nuevo marco regulatorio del CTE de cara a la atención a la Rehabilitación atenderá criterios generales de la aplicación del mismo en la intervención en edificios existentes, y específicos para cada caso o exigencia. A ello se sumarán comentarios oficiales o documentos de aplicación para facilitar su comprensión, e incluso se crearán documentos complementarios tales como manuales o guías de aplicación. «No era necesario generar un nuevo CTE específico para la Rehabilitación -concluyó Luis Vega-.»
A través de la medición y control de 12 posibles impactos y 42 criterios evaluables, el proyectista halla una metodología homologada y compatible con la práctica totalidad de los sellos vigentes de construcción sostenible para definir el perfil ambiental de un edificio.